Era la casa que ocupaban los rectores de la Universidad de Salamanca mientras estaban en el ejercicio del cargo. Por esta razón en ella vivió Miguel de Unamuno cuando fue rector de la Universidad. El edificio se construyó en el siglo XVIII como casa del rector, teniendo en su planta baja un gran Salón de Claustros de la universidad, y es obra de Andrés García de Quiñones.
Hacia 1952 fue convertida en museo Unamuno por el rector Antonio Tovar, que también fue el primero en no ocupar la residencia oficial del rector. Su primera directora fue Felisa Unamuno, hija del escritor. En la casa se conservan los muebles y recuerdos del escritor de la Generación del 98. En la fachada lateral existe todavía la parra a la que don Miguel dedicó la poesía «La parra de mi balcón«.
