Hoy entrevistamos al pintor salmantino Alfonso Cuñado.
¿Qué vínculo tienes con Salamanca?
Yo nací en Salamanca. Mi infancia es en Salamanca, en el barrio Vidal. Estudié Químicas allí, fui a la Escuela de Arte de San Eloy… toda mi juventud. Después estuve veinte años fuera y volví a la ciudad a dedicarme exclusivamente a la pintura. Ahora vivo en Salamanca y pinto en Salamanca.
¿Siempre tuviste claro que querías dedicarte al arte?
No. Es muy difícil saberlo exactamente desde que eres pequeño, puedes saber que te gusta dibujar pero no sabes a lo que te vas a dedicar. El momento en el que tuve claro que el arte era mi vocación fue entre los doce y catorce años, cuando iba a la clases de pintura extraescolares. Por entonces, no pude plantearme hacer la carrera de Bellas Artes en Sevilla o Madrid, ya que en Salamanca no existía aún. De hecho también me había planteado hacer Arquitectura, las vueltas que da la vida, al final me metí en Químicas, jajaja.
¿Qué temáticas sueles tratar en tus obras?
La temática de mis obras es muy muy variada. De hecho, la temática es un poco una disculpa para pintar. La temática básicamente es un bodegón, un paisaje, figuras… últimamente toco temas de lectura y música. La música está muy presente en toda mi obra.
¿Podrías definir tu estilo?
Yo pretendo que mi estilo sea personal, pero claramente tiene rasgos de figuración. Soy un pintor figurativo. A partir de ahí intento ser libre.
¿Consideras que tienes influencias de otros artistas?
Yo creo que una de mis influencias más importantes son los impresionistas y los post-impresionistas. Definiría un poco el estilo dentro del que me muevo. Dentro de los impresionistas podríamos citar a Monet; y del post-impresionismo a Cézanne o a Van Gogh. Esas son un poco mis fuentes, aunque también, cómo no se puede citar a Goya, Velázquez o el Greco, son imprescindibles, pero no para mí, sino para todo el mundo. Yo creo que mis raíces, las que pueden decidir mi estilo, parten de esas dos corrientes. Y luego la pincelada suelta de Sorolla, que me encanta.
¿Qué es lo que más te inspira a la hora de crear?
Lo primero en mi proceso creativo es decidir el tema. Dentro de esta gama temática que te he comentado, me documento (de fotografías, de imágenes…) para decidir el cuadro, y después, una vez entro en el estudio con la idea de qué es lo que voy a pintar, lo que hago es empezar a manchar el cuadro, dibujar y pintar a la vez de una forma más o menos improvisada, sin un dibujo preciso que me quite libertad, y a partir de ahí es la conexión con la obra de arte, cada pincelada que das te propone nuevos cambios en el cuadro. Al final es una improvisación continua.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Me gusta el hecho de pintar. La desconexión que se siente al meterse en el estudio. El momento en el que uno entra en una comunión inexplicable con el cuadro. Lo que más me gusta es sentir que se para el tiempo. Y, una vez terminado el cuadro, ver que mi trabajo llega a alguien.
¿Y lo que menos?
Básicamente todo lo relacionado con el mercado. Observar la cantidad de fraude que existe. El mercado del arte actualmente es tan confuso… En unos momentos en los que a todo se le llama arte, no sabes muy bien qué es y qué no es arte. Además no creo que haya que definirlo, es una cuestión de sensibilidades, te llega o no te llega, y lo demás es cuento.
¿Cuál es tu obra o proyecto del que más te enorgulleces?
No lo sé. Piensa que he pintado más de mil obras, no sabría elegir ahora una. Cuando hago un repaso de mis cuadros, es muy satisfactorio para mí darme cuenta de que todas son obras válidas, es decir, mejor o peor (ahí no voy a entrar a calificar), pero ver que esa obra la sigo considerando válida a día de hoy me llena de orgullo.
¿Alguna exposición actual o próxima que podamos visitar?
Un poco difícil si vives en Salamanca porque ahora mismo estoy expuesto en Taipéi, la capital de Taiwán. 30 cuadros en una Feria de Arte de allí. Eso es donde estoy ahora. Además, estoy preparando un cuadro de tema taurino para una exposición que se celebrará en septiembre en el Casino de Salamanca, sobre tauromaquia.
¿Qué consejo le darías a alguien que se está iniciando en este mundo?
Honestidad y trabajo. Y que le dedique todo el tiempo posible. La diferencia entre un aficionado y un profesional es la cantidad de horas que se le dedica a la pintura. Trabajar a diario, con un horario estricto, a tiempo completo si puedes. A partir de ahí que de a conocer su obra.
