A ver, que yo, como os decía en el último artículo, tenía pensado hacer un análisis en profundidad de la temporada y lo haré. Al fin y al cabo tenemos todo un verano por delante. Sin embargo, los acontecimientos se han producido de forma tan vertiginosa que uno se quedaba sin palabras. Sólo podíamos sentarnos frente al móvil con las redes sociales para ver cómo el Salamanca fichaba y renovaba jugadores. Ora Amaro, ora Javi Navas; ora Galván, ora Cristeto,… Yo, la verdad es que no soy ni muy expresivo ni soy los de volverme loco, pero tampoco puedo negar la evidencia y la cascada de renovaciones y algún fichaje del Salamanca UDS son de alabar y nos trasladan varias certezas.
La primera de ellas que ya apunté medio en serio medio en broma era la de la continuidad de la actual propiedad. Porque lo de “ahora me toca a mí”, a lo mejor era lo de apartarse a un lado, pero no. “La ciudad ha respondido” y la decisión de Lovato parace que ha sido la de hacer un equipo ilusionante, al menos en cuanto a nombres y jugadores con una calidad fuera de toda duda. Otra cosa será que la trasladen al terreno de juego y que sean capaces de colectivizar, pero ya sólo con los jugadores que han ‘fichado’ es para que el equipo blanquinegro ganara todos los partidos y por goleada. Todo lo que no sea eso en una categoría ‘cuasi regional’ será un fracaso absoluto. Para mí la actual no ha sido ningún éxito y hay que poner los pies en el suelo para ver que muchos de los jugadores que han renovado ya han estado en esta en la que el equipo no ha logrado el objetivo, con lo cual aquí, aunque todo tiene muy buena pinta, no se puede poner la mano en el fuego por nada. Otra cosa es que el final de temporada ha sido bastante aceptable y que la ilusión se ha desbordado. Y tanto las medidas del club para que la gente acudiera al estadio como la respuesta de la afición son para quitarse el sombrero y reconocer que algo hay ahí que merece dar un impulso al proyecto.
Sin embargo, este paso delante de la propiedad, independientemente de lo escépticos que nos podamos mostrar algunos con su gestión, también la considero positivo pues sirve para poner fin a cualquier especulación. El equipo es de quien es y el propietario es quien va a tomar las decisiones (y también estoy seguro que, acierten o se equivoquen buscarán tomar las mejores, no me cabe duda). A partir de ahí, todos a una.
La segunda certeza es que el proyecto es ambicioso. Cierto es que no lo conocemos en concreto, pero no hay duda de que se está haciendo una plantilla para subir. El perfil de los futbolistas así lo indica. ¿Significa algo? De momento sí, que la propiedad antepone lo deportivo a todo lo demás. A mí, en este aspecto se me plantean dudas porque, además del escudo, el principal valor del Salamanca UDS es el estadio y todo lo que no implique un plan de reforma a fondo, es un proyecto que nace viciado y cojo de antemano. Y, como les dije el otro día, no me refiero sólo a que se ponga el videomarcador (que manda narices) o se cambien los asientos, sino a una reforma en profundidad y que sea funcional, pues hablamos de un estadio que, en más de 50 años, apenas ha tenido cambios estructurales. Y es que el Helmántico no es sólo un recinto deportivo, sino el eje sobre el que deben de girar otros aspectos como el económico o el social.
La tercera de ellas es la estructura. El otro día en la radio, Rafa Dueñas hablaba de la incorporación de gente en la estructura. En mi opinión incorporar gente de la cuerda de don Manuel Lovato es, incluso, necesario, pero la estructura tiene que ser mucho más amplia en lo referente a comunicación, a administración, a departamento social,… Y debe ser en un triple parámetro: medios, personal y cobros al día. Hay mucho camino por recorrer y debe ir paralelo al crecimiento deportivo. Quien me conoce sabe que siempre he defendido la presencia de gente de confianza de don Manuel junto a gente conocedora del fútbol nacional y de la idiosincrasia del club trabajando de forma integral, un binomio que considero positivo. Hasta la fecha no se ha terminado de implantar. Yo, ahí lo dejo. Tal vez sea el momento de probar. Los experimentos, a mí siempre me enseñaron que se hacen con gaseosa y demasiados se han hecho ya en este Salamanca UDS que han conllevado perder todo el terreno que se ganó durante el periodo en el que se llevó al equipo de Provincial a Segunda B (con el filial en Tercera y con el Juvenil, Cadete e Infantil en Regional, que también es importante la cantera).
Pero aquí no estamos ni para ejercer de ‘abuelito cebolletas’ ni de hacer de ‘Esperanza Gracia’. Vamos a ver lo bueno y lo malo, pero siempre con los pies en el suelo. De momento, la afición vive un sueño del que no quiere despertar con los fichajes. Disfrutémoslo, porque si Jehu es capaz de arrancar el motor y conseguir que las piezas engranen, podemos tener un equipo para recordar y la seguridad y confianza en un ascenso que se ha resistido en las últimas temporadas.
…continuará…
