Después de varios partidos desconectado (aunque saliera victorioso en algunos de ellos), el Salamanca UDS mostraba el domingo pasado su mejor versión. Probablemente viéramos el mejor partido de la temporada ante La Virgen del Camino. Plácida victoria (3-0) en un Helmántico que registró la mejor entrada de la temporada, buenas jugadas, un rival que apenas puso en apuros a Jon Villanueva, buenas actuaciones individuales, gran impresión de Miguelito Tulio y Durán y, sobre todo, enorme el detalle de Gustavo de Ita marcando su primer gol y dedicándoselo a Nacho que, allí donde esté, seguro que disfrutó como el que más con la victoria de los blanquinegros.
Sin duda, ayudó el hecho de que la entrada fuera gratuita. La presencia del propietario y presidente siempre parece dejar medidas de gracia y, en esta ocasión, esa fue una de ellas. A pesar de ello, tampoco fue algo para tirar cohetes, demostrando que es mucha la gente que ha perdido la ilusión. Ahora hay que ver si el camino sigue siendo el de intentar recuperar la afición, que no será fácil y, menos, cuando ésta se siente desamparada. Al menos los que fueron al campo disfrutaron con el encuentro y, está claro que, si el juego ayuda, el camino será más fácil. Luego está la parte institucional, que parece que no cumple las expectativas de esos aficionados, pero si algo nos ha enseñado el fútbol es que las cosas cambian de un partido para otro. Lo cierto es que es un tema que, de manido, acaba siendo aburrido. El club tiene un propietario y presidente, que es el que financia al club y es el que toma las decisiones y no da la impresión de que tenga intención de variar su forma de proceder.
La victoria llegaba en una semana muy importante para todo el unionismo. Y cuando digo unionismo me refiero a todos los que, de una forma u otra, han sentido en algún momento de su vida a la Unión Deportiva Salamanca, a los que han disfrutado, reído o llorado. La UDS fue durante muchos años un referente del fútbol nacional. Luego ya, cada uno que saque sus conclusiones que, aquí, no estamos para adoctrinar a nadie sino para todo lo contrario.
El 9 de febrero se cumplían 100 años del nacimiento de la Unión Deportiva Española, primera denominación del club charro. Y la Salamanca futbolística conmemoró la efeméride. De una u otra forma. Más alegre o más triste. Personalmente, duele ver cómo la división en el fútbol charro llega también a los distintos estamentos. Lo cierto es que es triste que el centenario de un club que dio tanto a Salamanca no fuera de la mano del nombre, UNIÓN, pero es la realidad y tanto derecho tienen unos a tener un sentimiento como otros al tener el contrario.
Cien años que, también, se celebraron con la presentación del libro Latidos de la Unión (Una crónica sentimental), de nuestros compañeros Paco Cañamero y Carlos Mateos. Ya forma parte de nuestra biblioteca, aunque ahora toca sacar tiempo para degustarlo. No tengo pruebas, pero tampoco dudas, de que echaremos un buen rato con algunos recuerdos y anécdotas que no conocíamos. De momento, reencontrarnos en su presentación con algunas personas y con varios colegas de profesión, hizo que ya mereciera la pena, porque tengan claro que pasarán cien años o doscientos y la Unión Deportiva Salamanca seguirá presente en el corazón de los salmantinos, de la forma que sea.
