El Salamanca UDS coge velocidad de crucero, pero cuidado con el oleaje

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Salamanca UDS Tordesillas 59

De tres en tres y tiro porque me toca. Así va el Salamanca camino de certificar su clasificación para el ‘play-off’ de ascenso Segunda RFEF. El primer puesto parece ya inalcanzable, pero si sigue en esta línea de ‘puntaje’, todo indica que no solo va a meterse cómodamente en la fase de ascenso, sino que puede hacerlo en una posición ventajosa.

Tres victorias consecutivas parecen haber llevado la tranquilidad al seno del conjunto charro. De momento, la gente parece centrarse más en lo positivo de las llegadas que en lo negativo que pueda haber y se sigue notando la aportación de algunos de los nuevos fichajes invernales.

El equipo blanquinegro parece haber cogido, como se suele decir, velocidad de crucero, pero no puede despistarse, porque a veces se ven olas que amenazan marejada en el horizonte, así que a ser cautos y seguir trabajando, que queda todavía mucho camino por recorrer. Ocho partidos en los que el conjunto de Jehú Chiapas tiene que demostrar de qué está hecho verdaderamente. Tiene que transmitir si tiene ese ‘colmillo afilado’ o carece de él.

De momento, el equipo alterna momentos de claro dominio del juego y de la situación con otros en los que se borra por completo y queda a merced del rival. Esta temporada parece que las segundas partes se le atragantan demasiado a menudo. Son ya varias las victorias que se logran de manera excesivamente sufrida. Lo cierto es que, desde pretemporada siempre hemos advertido que todos los rivales van a jugar frente al Salamanca UDS con el ‘cuchillo entre los dientes’, pero no parece normal que se te acaben atragantando tantos partidos ante rivales teóricamente inferiores. Al Tordesillas (allí estuvimos) se le ganó en la primera vuelta con oficio, pero sólo con eso y con el acierto de marcar que los vallisoletanos, rivales directos, no tuvieron. Al fin y al cabo, eso debería suceder única y exclusivamente con la diferencia de presupuestos entre ambas plantillas. Pero es que este domingo, aunque se ganó, también se acabó casi pidiendo la hora. Que sí, que pulgares hacia arriba, abrazos y aplausos, pero mucho todavía que mejorar. Es de esas victorias que hay que agradecer y sumar, pero también aprender de ellas y el mejor aprendizaje es, al día siguiente, darlo todo en cada entrenamiento.

Y no hay por qué ganar todos los partidos con una manita, pero tampoco se puede quedar a merced de la fortuna con tanto en juego y después de haber agotado el número de tropiezos indebidos. Además, el conjunto charro, en su crucero, tiene que aprovechar el viento a favor, ese que le trasladan los aficionados. No es para tirar cohetes, pero al menos el club ha frenado la sangría que estaba suponiendo la pérdida de espectadores, que consideraban que el equipo no les ofrecía lo suficiente. Las iniciativas están siendo acertadas y hay un grupo importante de aficionados fieles que nunca fallan a los que se han sumado también otros tantos, unos de regreso y otros que toman contacto por primera vez. Y eso siempre es de agradecer, porque la semilla de hoy tiene que ser el fruto de mañana, si es que, de verdad, los propietarios tienen ese proyecto a tan gran escala como señala el presidente.

Quedan ocho partidos, de momento, toca pensar en el Becerril, un equipo aguerrido en su campo, en una cómoda posición y que tratará de certificar cuanto antes su permanencia, pero para los que la visita del Salamanca UDS será una motivación extra. A partir de ahí, un nuevo ‘Tourmalet’ ante los primeros clasificados. Arandina, Astorga, Ávila, … y ante los filiales. De momento, la racha es buena y hay que celebrarlo, pero todavía no hay nada hecho y no valen confianzas. Hay que navegar firme, teniendo cuidado con esas olas que, a veces pueden comprometer el equilibrio de la nave.

Autor

Periodista y comunicador. Licenciado por la Universidad Pontificia de Salamanca.