El Salamanca UDS se encuentra otra piedra en el camino antes de la meta

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Salamanca UDS Mirandes B

Uno, en realidad, a veces no sabe si pronunciarse en un sentido o en otro, porque aquí, cada uno arrima el ascua a su sardina. Pero toca analizar y lo que es un hecho es que el Salamanca UDS se dejó los primeros puntos en el Helmántico en el peor momento, en vísperas de recibir al intratable Astorga. Eran tres puntos muy importantes, pues de haber ganado al Mirandés B el partido ante los leoneses se afrontaría de manera distinta. Algunos pensarán distinto, pero no es lo mismo medirse al Astorga estando a dos puntos y con posibilidades de ponerse líder en el Helmántico, que hacerlo a cinco puntos y con la posibilidad de que perdiendo, ya con un tercio de temporada completo, quedando a ocho puntos. Es lo de la botella medio llena o medio vacía, pero lo que tengo claro que, anímicamente, al menos para la afición no es lo mismo. Desconozco si los jugadores sufrirán una mayor o menor presión, si eso les puede afectar psicológicamente porque aquí, para gustos los colores. Hasta ahí los hechos, la cruda realidad.

Lo que vendríamos a encajar dentro de la subjetividad me llevó a salir del Helmántico bastante disgustado o decepcionado. No me gustó en absoluto la segunda parte… ni tampoco la primera, aunque luego he escuchado al técnico y a alguna otra persona, satisfechos con el equipo. Yo no lo estoy y no sólo porque no ganara. A mí no me gustó. A un servidor le gusta un equipo bien pertrechado atrás, donde los centrales marquen su territorio, una sala de máquinas que pida el balón, que, de soluciones, que marque el ritmo, y una delantera con remate y con gol. Ayer, la verdad, yo al menos, no observé ese fútbol que, a mí, y digo a mí, me habría gustado, aunque soy el primero en reconocer que de fútbol ando flojito, así que prefiero dar a los que vieran o vean un equipo más sólido el beneficio de la duda.

También les digo que las personas con las que compartí grada y con todos los que me crucé salían con una cara mezcla de enfado, decepción, rabia, disgusto y… preocupación. Mucha preocupación aderezada con cierto desencanto. De hecho, mi compañero de asiento, asiduo lector de mis artículos, me pedía que pusiera que era ‘un equipo sin alma’. Personalmente es una expresión que no me gusta utilizar y mucho menos porque la situación del equipo, sin ser privilegiada, es bastante buena. Aunque ya se ha consumido un tercio de la temporada, sigue aspirando a todo, el ambiente parece sano y se traslada unión entre la plantilla, situación muy distinta a la de temporadas anteriores por estas fechas en las que había jugadores ‘tocados’, se hablaba de la maltrecha parcela económica. Pero sin utilizar esa terminología, a mí me pareció un equipo ‘anodino’, insustancial. Es más, en algunas fases estuvo a merced del rival. Y cuando digo algunas fases, me refiero a una buena parte del encuentro, pero es algo que, en mi opinión se ha repetido en otros partidos. Quizá por eso tenga más mérito, yo no lo sé. Y les aseguro que no soy de esas personas que esperan que su equipo vaya ganando 5-0 a la media hora con un fútbol combinativo. En situaciones de necesidad y, para mí lo es la del Salamanca UDS que necesita salir del pozo de la Tercera RFEF sí o sí, como si se gana con un gol ilegal en el tiempo de prolongación. Ya habrá tiempo para florituras, pero es que este Salamanca UDS lo está haciendo al revés, llevándote a una intranquilidad grande en los últimos minutos de los partidos. Pero si ese es el camino de la victoria, yo, al menos, encantado. Sin embargo, permítanme también que ese producirse de los partidos esta temporada haya sembrado algunas dudas que espero se disipen este domingo.

Y para esta cita dominical permítanme también que ya tres días después del último choque, vuelva a subirme al carro del optimismo. Como les dije antes, se traslada un buen ambiente en la plantilla, por lo que esa presión de las que les he hablado, si es que existiera, no se transmite al exterior, es más, veo a los jugadores tranquilos y confiados, por lo que, por supuesto, merecen mi confianza. Me subo también porque creo que, a pesar de que hay que reforzar algunas posiciones en el mercado invernal (para eso hay fichas libres) hay jugadores muy buenos a los que les falta esa continuidad, ese coger dos o tres partidos seguidos. Me subo porque me consta el trabajo del cuerpo técnico y soy consciente de que por ellos nunca va a quedar ni van a negociar un ápice de esfuerzo. Y me subo porque la afición tiene ganas de ver un partido de los buenos. A los que hemos conocido el Helmántico en Primera División, ante los mejores equipos de España y del continente, nos produce cierto pudor que el partido del año sea la visita del Astorga, pero es lo que hay. Estamos donde estamos y, por eso, precisamente, urge salir de ahí cuanto antes y el domingo es un gran día para disfrutar y desterrar cualquier duda. Espero que se me entienda que lo del Astorga no es algo peyorativo sino todo lo contrario. Es un gran equipo de Castilla y León que lleva años trabajando y haciendo inversiones importantes. Es un equipo señor, que siempre deja huella en la grada. Al menos en los últimos años era habitual que llegaran acompañados de cajas de sus riquísimos mantecados. Pero ojalá en breve los partidos de la temporada sean otros por serlo en otras categorías. Oye. Y ojalá sean ante el Astorga si hace falta, pero eso, en divisiones superiores.

Autor

Periodista y comunicador. Licenciado por la Universidad Pontificia de Salamanca.