Aunque ya os lo he contado muchas veces, lo cierto es que sigo pensando que todo esto del Salamanca UDS es como si fuera un ‘Deja vú’, como si viviera en una burbuja en la que ya lo he visto todo antes. Y sí, por edad uno ha visto muchas cosas, pero lo de los últimos años tampoco es que sea para tirar cohetes. Dicen que los gitanos no quieren a sus hijos con buenos principios. Pues el club blanquinegro lleva esa máxima al extremo. Tanta ilusión, tantos buenos jugadores, tantos abonos, y ‘zas’, a las primeras de cambio derrota en El Soto y bajón.
Y después de ese primer contrapié, casi parafraseando la canción “las mismas caras, los mismos gestos,…”. En realidad, las caras cambian, pero las palabras son siempre las mismas. Primero en redes sociales y luego desde dentro. Lo más repetido es lo de “el rival estaba más rodado”, “lo importante era dar minutos a todos”, “interesaba que los jóvenes se vayan fogueando”, “lo que queríamos es que no hubiera lesiones”, “es pronto para sacar conclusiones. Lo importante es cuando comiencen los partidos oficiales” etecé, etecé, etecé.
Porque si no importa, pues entonces el próximo día ante le Ciudad Rodrigo nos quedamos en casa. O que no cobren los ocho o los 5 euros o los que sean por entrar. A mí ya os he dicho que no me gusta perder ni en los entrenamientos y creo que un equipo como el Salamanca tiene que ganar siempre, al menos de antemano y cualquier derrota, incluso en un amistoso, incluso en la primera toma de contacto debe si no doler, sí servir de aviso o, por lo menos, que no caiga la gente en esa autocomplacencia que acaba pasando factura. Porque lo siguiente, ¿qué es? que te eliminan de la Copa Federación, pero lo importante era la Liga; que pierdes en Liga y no pasa nada porque queda mucho y lo importante son los últimos diez partidos; que lo importante no era terminar primero sino jugar la fase de ascenso… Esa película ya la hemos visto muchas veces y no hace falta que se reponga en ningún cine.
Todo esto nos arroja distintos perfiles. Uno de ellos está el que ve brotes verdes… Que si Cristeto, que si Caramelo, que si estos en cuanto llegue Galván (¿?) y si fichamos un central de garantías,…
Pues eso. Un ‘deja vú’ en toda regla. En mi caso, como he dicho desde el principio, hay una plantilla espectacular para la categoría, corta todavía en cuanto a garantías (de momento sólo hablamos de 14-15 futbolistas del máximo nivel), pero que tiene un once espectacular. A mí me mencionan Cristeto, Caramelo y Alvarito y levanto las orejas como un perro en guardia.
Empezamos con que nos falta gol, pero estos son capaces de abrir latas y bidones de doscientos litros si es necesario. Y que me perdonen Navas, Martín, Benito o Amaro y el resto por no mencionarlos a todos, pero el potencial es enorme.
Preocupación poca. Es una obviedad, pero la próxima semana llega ya la Copa Federación y hace falta que el equipo ilusione ya y lo haga con juego, dominio y, sobre todo, buen resultado.
Por otro lado, en la última columna hablábamos de la llegada de Nandi y del proyecto. La llegada del salmantino nos parecía importante y le deseamos lo mejor, pero nos hacía falta conocer el proyecto. De momento, el responsable técnico ha declarado en las redes sociales que el objetivo es “tener un dossier de jugadores importante y voluminoso para cuando se necesite un jugador para completar la plantilla tomar decisión de si interesa o no. tener un conocimiento de las plantillas. Esta temporada todo el mundo quiere ascender y me voy a centrar en categorías superiores para tener una plantilla competitiva si ascendemos y ese es el objetivo”. Lo ha dicho él. Mañana lo presentan. Habrá que atender a los matices y esperar cómo van sucediendo los acontecimientos. ¿Y si no se lograra el tan ansiado ascenso? A lo mejor esa posibilidad no se contempla, pero un club como el Salamanca UDS debe contemplar todas las posibilidades.
La ambición siempre es buena, pero la cautela y la humildad también y el Salamanca UDS tiene la obligación y la responsabilidad de tener las tres cosas.
