Y es que aquí, el que no se contenta es porque no quiere. Al final, lo único cierto es que el Salamanca UDS empataba el pasado domingo en Palencia, en un campo de los que se prestan a jugar al fútbol y en el que los charros tuvieron que remar de nuevo y vieron como el partido se les hacía corto para poder enganchar otra victoria. Y así pasan los días, y así pasan los partidos y, cuando nos queramos dar cuenta nos metemos en la mitad de la competición y el equipo charro está ya a ocho puntos del primer puesto, que ocupa un centenario Ávila que parece llamado a lograr el ascenso por la vía rápida, aunque decir eso, cuando todavía quedan más de sesenta puntos en juego es mucho hablar.
Si las sensaciones mandaran, los abulenses ascenderían, pero esto es fútbol, cada semana hay un examen y queda mucho, muchísimo. Esa es la realidad… y el consuelo. De momento y como hablaba el otro día con un entrenador de otra categoría, un partido menos y un punto más. Para él, un punto es un paso más hacia la salvación. Para el Salamanca UDS un punto es insuficiente, pero cada uno que lo valore como quiera o que lo justifique como quiera. Al final, las botellas que están medio llenas, si las miras al revés, en realidad están medio vacías y viceversa. Cada cual la ve como quiere.
En ese ‘reino de fantasía’ que rodea al club, las cosas siguen indicando una cosa (¿enumero o no hace falta?), pero la burra que venden es otra. Decía un familiar que el dinero y los… ‘redaños’ son para las ocasiones. Aquí, un año más, una temporada más, seguimos sin saber la verdad. En un club que sigue contando un proyecto que nada tiene que ver con la realidad cortoplacista, lo que hace que muchos den validez al relato, sobre todo esos que alientan al equipo aquí y allá, donde haga falta. Esos que emulan la canción de Radio Futura, que no ven brillar una estrella sin que vean la botella medio llena, y así pasan las noches y los partidos, acostados con ella, su querida hermosa, su vida, su Salamanca UDS. Honor a ellos que se comen sus lágrimas, que se muerden el labio para no sentir dolor, que son capaces, a veces, de justificar lo injustificable, que se cabrean, pero que piden apoyar a la mínima ocasión. Sí, esos.
Seguro que no es algo exclusivo del equipo charro, es obvio que todos los clubes tienen sus incondicionales, pero es que el Salamanca UDS no es como los demás clubes y ahí me voy a quedar porque todos ustedes lo saben y lo ven y el que no lo sepa, pues que tire de hemeroteca pues es un fenómeno que se repite en las últimas temporadas. Para lo bueno y para lo malo, el Salamanca UDS ‘is different’. Ustedes elijan para qué lado se inclina la balanza que yo ya empiezo a estar mayor y eso de pensar me cuesta más cada día.
Ahora llega el momento de redimirse. Llega el Atlético Tordesillas que aventaja en dos puntos a los charros increíblemente, y que esta expresión no quite ni un ápice de mérito a los vallisoletanos, que llevan años siendo casi todos ellos punteros en la categoría, pero en el Helmántico y con el equipo y presupuesto del Salamanca UDS, decir que lleva una derrota y que ha cedido algún punto debería ser, cuanto menos, sonrojante, aunque sea verdad.
Lo de la licencia y video marcadores y cuidado de las instalaciones, lo dejaremos para otro día, que se acerca el puente y apetece descansar… al menos la mente. Charlaremos antes, seguro.