Unionistas le tocará otra semana, pese a no ganar, encarar la semana desde el ánimo de merecer más. Los jugadores y el entrenador sienten que el trabajo realizado va en la buena dirección. Han entrenado con la creencia de que las cosas se están haciendo bien y sienten que, tras el primer partido en casa, los jugadores y el cuerpo técnico sin saber, ya saben, quererse con su afición como es debido, sin quererse todavía.
Lo que más me gusta del inicio de temporada es que nos da la oportunidad de jugar, a todos, a ser directores deportivos. Movidos por el nombre, sin referencia alguna, más allá, con suerte, de haberle visto jugar contra nuestro equipo en temporadas pasadas, los nuevos jugadores son un lienzo en blanco que alimenta la imaginación. Desde niño practico el arte de inventar el tipo de jugador que es cada fichaje e inventar su biografía usando como referencia su nombre.
Mawi lo he imaginado como un futbolista que pasa el verano haciendo surf, su verdadera pasión. Losada como un opositor a funcionario público incapaz de merecer una tarjeta amarilla. Tropi como un mediocampista capaz de desatascar al equipo sacando el balón desde atrás. Así llevo haciendo con cada jugador nuevo, un ejercicio de fantasía que, en vez de decrecer, se ha ido exagerando con los años. He creado cientos de retratos robot en los que, desde la llegada de internet, he intentado llegar al fondo del asunto: he leído sus timeline, buscado entrevistas y analizado el BOE con el fin de saberlo todo. Reconozco que, pocas veces, lo imaginado ha tenido su reflejo en la realidad. Ya veis, hay quien fantasea como Marta que algún día tendremos una casa con piscina gracias a la Bonoloto, yo me ilusiono con delanteros capaces de marcar 20 goles en una temporada.
En gran medida somos la forma de hablarnos cuando nos caemos la que determina si hemos caído en un bache o en una tumba. Encadenar una serie de partidos sin ganar no es el fin del mundo. Lo importante de ganar y conseguir el sueño de continuar un año más en la categoría, no reside en la satisfacción de lograrlo sino en el equipo en la que te tienes que convertir para alcanzarlo.
Unionistas hoy está en ello y haciendo bien uso de la autocrítica. A lo largo de la temporada no se puede sonreír continuamente pero sí mantener una disposición hacia la sonrisa.
