La revolución de las marcas conscientes

- en Empresas
marcas empresas sostenibles Salamanca

Ser una Marca Sostenible no es una opción.

Muchas veces me preguntan… ¿haces deporte? Mi respuesta: “¿tú comes? ¿duermes? Pues el deporte para mi es así de necesario.”

¿Que qué te importa a ti si hago deporte o no? Pues absolutamente nada, simplemente es un ejemplo para explicarte que ser sostenibles es hoy a las marcas, a las empresas, a los negocios…, como lo es obtener beneficios económicos por su actividad. ¿Tan necesario? Rotundamente ¡Sí!

¿Te ha venido alguna vez esta frase a la cabeza? “¡Que paren el mundo que yo me bajo!” A mi bastantes. Y es que el ritmo de consumo de nuestra sociedad se cae por su propio peso.

Vamos a mil revoluciones para llegar a ninguna parte. Gastamos en cosas que no necesitamos, en demasiadas; y hemos creado unos hábitos de consumo y unas comodidades que son insostenibles en el tiempo. Hace muchos años que empezamos a ver las devastadoras consecuencias que todo esto tiene: destrucción del medio ambiente, cambio climático, agotamiento de materias primas naturales, pobreza extrema en algunos países: los ricos cada vez son más ricos, la clase media desaparece y los pobres son cada vez más y con menos recursos.

Subida de precios en todos los sectores, pandemias, guerras… Una sociedad enferma a causa del estrés, la inestabilidad y la ambición, que dan como resultado depresiones, ansiedad, insomnio, y todo tipo de enfermedades físicas y mentales; hasta el suicidio, la llamada “ muerte silenciosa”, que más vidas se lleva en el mundo, principalmente en la población joven.

Y bueno, podría seguir dando datos incómodos, pero la cuestión es ¿cómo hemos llegado hasta aquí? y, lo más importante, ¿cómo podemos resolverlo?

Para responder a estas preguntas podría escribir un libro bastante extenso fundamentando cada propuesta, y no sería nada fácil, pero en este caso voy a desviar el tema y me centraré en el papel que, como personas, marcas, empresas y entidades, ya sea públicas o privadas, tenemos en nuestra sociedad y en nuestro planeta.

Ser sostenible en nuestros negocios es tomar consciencia, desde nuestra calidad de individuos y como entidades que juegan un papel importante en su ámbito de actuación, de cómo influimos en nuestro entorno, qué consecuencias negativas, y positivas también, tenemos para él y para todos los actores sociales con los que nos relacionamos.

Este es el primer paso para ser una marca sostenible, tomando conciencia de este impacto que generamos, podremos tomar medidas para minimizar, en lo posible, nuestras consecuencias negativas, y contribuir de otro modo para paliarlas.

Por ejemplo, si soy una empresa que se dedica lavar vehículos de particulares, si soy consciente de que mis productos contaminan el medio ambiente y que el gasto de agua puede ser descontrolado si no pongo unos límites, podría
llevar a cabo estas acciones para ser más sostenible:

  1. Comprar productos de limpieza: jabones, abrillantadores, etc.; no contaminantes.
  2. Poner un límite en el tiempo de gasto de agua y señalética explicativa para que mis clientes hagan un uso controlado de ella.
  3. Reutilizar, en la medida de lo posible, envases, productos, agua desperdiciada…
  4. Hacer acciones sociales que, de algún modo, contrarresten mi huella negativa: destinar un porcentaje de nuestras ganancias a acciones sociales, podría ser una opción.

Porque, como enfatizo al inicio, ser sostenible no es una opción, debería estar intrínseco en cada uno de nosotras/os y en todos los proyectos económicos que llevamos a cabo, como personas y como empresas.

Ahora está de moda ser sostenible, bueno… lleva ya unos cuantos años. Y… ¿a quién no le gusta estar a la última? A mí, personalmente, me importa una gran nada, pero quiero hacer un inciso: ¿qué pasa con las modas? Las modas
se generan a partir de las tendencias.

Hay una tendencia en alza, en este caso ser una empresa eco, verde, sostenible, o cualquier calificativo que se te ocurra en esta línea;

“¡Ohh!” Pensamos, “¡yo tengo que ser una empresa verde! Eso hará que mis clientes, y mis potenciales clientes, confíen en mí, porque tengo en cuenta el medio ambiente, bla bla bla bla… y eso me da una reputación positiva
que ensalza mi valor como marca…

¡Voy a ser sostenible!”

Cuando una tendencia se consolida en el tiempo durante un periodo largo, se convierte en moda y se da a conocer en toda la sociedad, como lo último, como lo que todo el mundo debería ser y por razones como las que he “blablableado” en el párrafo anterior. Pero “las modas pasan”, como dice el refrán, “solo el estilo permanece”. No quedan los largos o los cortos, los estampados de animales o las rayas, lo que perdura en el tiempo son los valores sólidos, la calidad de nuestros pensamientos, la correspondencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos. Porque sin las acciones, las palabras sirven de muy poco.

¿Y qué principios debería tener toda empresa sostenible, por definición, sin agregados ni “políticas de lavada de cara” para “parecer” más ética socialmente y más respetuosa con el medio ambiente sin que nadie se lo imponga,
simplemente por su naturaleza y voluntad propia?

1. Lo he comentado ya: CONSCIENCIA: ser consciente de quién soy, como marca, dónde estoy, cómo me relaciono con mi entorno y qué consecuencias, tanto positivas como negativas, tengo para él.

2. COHERENCIA. Actuar en base a nuestros principios, transmitiendo confianza y calidad humana y profesional con los servicios y productos que ofrecemos.

3. RESPONSABILIDAD. Hacerme cargo de lo que hago como marca y de la repercusión que tiene en le mundo. Tomando las acciones necesarias para ser sostenible en el tiempo no solo a nivel de rentabilidad, sino también en las
consecuencias que puedan tener mis acciones en el entorno a medio y largo plazo.

El mundo no es tuyo, ni mío, ni nuestro. El mundo que ves ahora tiene más hijos/as. Nuestras generaciones futuras tienen el mismo derecho que tú y que yo a disfrutar de un planeta habitable, limpio, justo, lleno de vida. Conservarlo y mejorarlo hoy debería ser gran parte nuestro trabajo, ¿te ayudo a ser más sostenible?

Por Mónica Pérez. Consultora de Negocios digitales.  Experta en Responsabilidad Social. Copywritter, editora, diseñadora, creativa, apasionada del conocimiento, del deporte y de la vida. CEO en La Crisálida Púrpura.

Autor

Empresaria, conferenciante, mentora y coach de mujeres en España y Latinoamérica. Directora de IDEHA: Instituto de Desarrollo Humano Avanzado.