- “Muchas veces los jóvenes recién graduados nos enfrentamos a que subestimen nuestras capacidades profesionales cuando la realidad es que estamos bastante actualizados y preparados”.
A menudo solemos escuchar cómo la sociedad subestima la capacidad de los jóvenes en el ámbito profesional por la falta de experiencia. Es por ello que luego de finalizar los estudios de grado superior suelen entrar en el crudo dilema del ¿Y ahora qué? ¿Cómo logro ser aceptado en alguna clínica, en algún bufete, en algún medio de comunicación?
Pero Nuria no ocupó tanto tiempo en pensar qué hacer. Ella decidió crear su propio camino, sus propias normas, su propia planificación: ella quería emprender, montar su consultorio y aventurarse a la hermosa tarea de ayudar, escuchar e intentar resolver los diferentes problemas que nos aquejan como sociedad.
Nuria Gutiérrez, es una joven psicóloga de 26 años que estudió Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca y decidió irse por el difícil camino de emprender y aprender de su propio ensayo y error luego de finalizar su máster en Psicología General Sanitaria y sus prácticas en la Unidad de Ansiedad, Apego y Trauma, del Hospital Virtual de Universidad Católica de Valencia.
“Yo tenía muchísimo miedo, yo veía el acantilado por debajo pero sentía la necesidad de continuar, sobre todo después de mi experiencia en las prácticas luego de haber tratado con diversos perfiles de pacientes. Tenía ganas de trabajar desde un punto de libertad, sabía que no podía parar, que tenía mucho que aportar”, contó Gutiérrez.
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Sus comienzos como emprendedora
Luego de una búsqueda minuciosa de lugares donde establecer su consultorio, conoció la clínica “Entre Fisios”, que es donde actualmente está su despacho. Nuria era la pieza del Puzzle que faltaba para complementar los servicios de esta clínica que comenzó siendo netamente de fisioterapia pero que más adelante se convertiría en una clínica multidisciplinaria dónde se tratan tanto temas de salud física como nutricionales y psicológicos.
Y allí está, junto a un equipo de profesionales qué, aunque trabajan de forma autónoma e independiente no dejan de ser un equipo que se complementa entre especialidades.
“En la clínica querían ir más allá y ofrecer a sus pacientes un mayor tratamiento y decidieron integrar tanto un psicólogo como un nutricionista porque se dieron cuenta que muchas veces las problemáticas físicas no siempre vienen de un dolor muscular, de una contractura sino que suele haber algún problema psicológico detrás”, explicó.
¿Cuál es la rama de la psicología que más te gusta?
En cuanto a su enfoque en psicología, Nuria se ha orientado hacia la terapia sistémica, que se basa en comprender los problemas que se originan en la familia a lo largo de las generaciones. Además, su interés se centra en el trauma y el apego, lo que la ha llevado a estudiar terapias como EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) e IFS (Internal Family Systems).
“Yo siento que el modelo no lo eliges tú sino que el modelo te elige a ti, lo importante es siempre tener una base de estudio y para mí esa base me la da la Terapia Sistémica: el comprender los problemas que se han podido originar en la familia generacionalmente y ver cómo el origen te da muchísima información para el trabajo posterior con el paciente. Porque entender las reglas familiares, los mitos, los patrones de aprendizaje a lo largo de los años es la clave para avanzar en el tratamiento”, explicó.
Los perfiles con más demanda
Los problemas y trastornos de ansiedad son los más recurrentes en los pacientes que suelen ir a a la clínica, sobre todo ha sido una reacción que ha crecido exponencialmente post-pandemia y en la población más joven.
“Pienso que tiene que ver un poco con la presión social que existe constantemente de que tenemos que ser productivos. Eso ha generado, sobre todo en los jóvenes, un fenómeno de ansiedad”, señaló Gutiérrez, al tiempo que agregó que “vivimos en una sociedad sin tiempo, los jóvenes de hoy mayoritariamente no tenemos tiempo de disfrutar realmente: tenemos que trabajar, tenemos que estudiar, tenemos que formarnos en inglés, tenemos que hacer deporte. Se nos esta exigiendo tanto y a ritmos muy acelerados que se generan estos niveles de estrés y ansiedad y no todos están preparados para afrontarlo”.
Hay quienes descartan ir al psicólogo…
Aunque hay personas que descartan la idea de acudir a un psicólogo, estudios como el de Hofmann, Asnaani, Vonk, Sawyer y Fang (2012) han demostrado que la terapia cognitivo-conductual es altamente efectiva en el tratamiento de trastornos de ansiedad, con beneficios duraderos a largo plazo y Nuria en su experiencia personal ha presenciado la evolución positiva de pacientes y enfatiza la importancia de la terapia en el manejo de problemas emocionales y en el cambio personal.
“Hay mucha gente que opina que no debe ir al psicólogo, y yo estoy a favor si en su día a día saben gestionar sus problemas, sus emociones. Ir al psicólogo influye y ayuda muchísimo en la vida, he visto un antes y un después porque cuando el paciente empieza a ser consciente y a cuestionarse los pensamientos que le dañan, el porqué tiene dificultad para vincularse, por qué no sabe gestionar sus emociones, a veces con saber un poco el origen, se produce un cambio brutal”.
La juventud y la inexperiencia…
Ser una emprendedora joven tiene sus ventajas, ya que se cuenta con una mentalidad actualizada, motivación y disposición para seguir aprendiendo y especializándose. Nuria está comprometida en darse a conocer tanto como profesional como ser humano, ya que considera que es importante humanizar la figura del psicólogo y romper con las idealizaciones. Ella enfatiza que los psicólogos también son personas y que el proceso terapéutico implica un trabajo de autoconocimiento y superación personal.
“Ser una emprendedora joven tiene su lado positivo, y es que sales con una ilusión, una motivación, unos aprendizajes muy actualizados que te motivan a seguir a llevarlos a la práctica y a seguir aprendiendo”, reiteró.
Nuria Gutiérrez, una valiente y talentosa psicóloga joven, ha demostrado que la falta de experiencia no debe subestimarse en el ámbito profesional. Su decisión de emprender y establecer su propio consultorio ha sido un ejemplo de determinación y valentía. A través de su enfoque en la terapia sistémica y su especialización en trauma y apego, ha logrado impactar positivamente. Nuria destaca la importancia de la psicología en el manejo de problemas emocionales y en el cambio personal.
Su perspectiva fresca, actualizada y su disposición para seguir aprendiendo la convierten en una emprendedora inspiradora para otros jóvenes que desean incursionar en el mundo profesional.
