Esto ya lo he escrito en alguna otra ocasión, pero es que es cierto. Llevo las últimas temporadas pensando y diciendo que hemos tocado techo con la Escuela de Atletismo y que no podemos ir a más, pero va la realidad y se empeña en llevarme la contraria.
Ir con 35 niños a la Final Provincial de campo a través de Juegos Escolares y que TODOS ELLOS hayan subido al podio es para estar muy, pero que muy orgulloso de todos ellos.
¡Qué mañana! Os voy a decir que tenía dudas de cómo se resolvería la final en la categoría alevín femenina porque las niñas iban terceras, con pocos puntos de ventaja sobre las cuartas y en el último momento tuvimos la baja de Lucia por encontrarse indispuesta desde el día anterior. Informé al equipo de la ausencia de su compañera y que las cuatro integrantes que iban a correr tenían que hacerlo bien porque puntuaban todas ellas. Y sí, hicieron lo que tenían que hacer, puntuaron bien y la distancia incluso se incrementó en el cómputo final. Nervios hasta que salió la clasificación de la carrera, eche cuentas de las puntuaciones y después a disfrutar de la mañana porque más o menos las cosas estaban controladas para el resto de clasificaciones y eso que uno de los atletas cadetes masculinos se auto descartó de la prueba porque decía que no era necesario que fuera a correr porque con sus compañeros se hacía cupo necesario, ¡madre mía si alguno más llega a pensar igual!
Y sí, a disfrutar del resto de la jornada. El trabajo estaba hecho y a disfrutar viendo como los chavales acababan contentos las distintas pruebas y esperaban a que llegara el momento de la entrega de trofeos. Por supuesto, mención especial al equipo cadete femenino que será el representante de Salamanca en el campeonato autonómico, un verdadero premio al esfuerzo que no es casualidad porque son las mismas integrantes que el año pasado ya representaron a la provincia pero entonces en la categoría infantil, enhorabuena.
Todo estaba previsto, hasta por primera vez habíamos llevado una mesa plegable y galletas, gominolas y bebidas para que la espera se les hiciera más amena. Los pequeños se lo habían visto hacer a algún otro equipo y en esta ocasión me pareció bien la idea. Pero es que además los padres se habían venido arriba y llevaron otra mesa y más víveres, tantos que no pudimos acabar con ellos entre los niños y mayores, hasta café calentito se repartió para los mayores.
Otras veces desmontamos la carpa nada más acabar la última carrera, pero en esta ocasión no, para que los cadetes y juveniles pudieran disfrutar también del ágape una vez acabaran sus pruebas. Y después a la entrega de premios en la que en todas las categorías hubo representantes de la escuela de atletismo de Alba de Tormes, disfrutaron los chavales y también los padres con cada una de las veces que nos llamaban por megafonía. Al acabar, una foto de grupo y otra con todos los familiares que habían ido a acompañarnos y animarnos porque así hemos hecho en otras ocasiones y es una de las fotos que más me gusta de toda la temporada y que suele servir de portada para nuestra página de Facebook porque para mí son parte importante del equipo y sin ellos todo sería más difícil.
La vuelta en el bus bien animada y en mi caso quedé con Ana y tomamos algo que para eso era domingo. Estaba esperándome a la llegada del bus y además llevo a Tobi, el perro que era de mi madre y que ahora cuidamos entre los hermanos, aunque cualquier día Ana no nos lo deja ni tocar, y eso que no le gustaban los perros.
Ahora ya a centrarnos en pista cubierta, de la que nos queda la segunda jornada y la final este mes y después pasaremos al aire libre para continuar con la temporada. Esta temporada quedan muchas emociones todavía.
Del resto de la semana poco que añadir, deportivamente hablando, porque no pude salir con la bici el sábado y me fastidia ahora que iba volviendo a coger fondo, pero las cosas son como son y si no se puede pues a aguantarse y punto. Como `no hay mal que por bien no venga´ (por cierto vaya tontería, para que nos vamos a engañar) me libré del frío que hacía.
Y siguiendo con el tema deportivo y como el dicho, «cuando una puerta se cierra otra se abre» estoy inmerso en un nuevo proyecto (como si no tuviera pocas cosas entre manos) que espero de solución a lo huérfanos que nos han dejado a muchos albenses a los que nos gusta correr y lucir el nombre de nuestro pueblo en las pruebas en las que participamos. ¡Por supuesto que no me iba a quedar de brazos cruzados, faltaría más! Os contaré más delante de forma más precisa, aunque ya hay muchos interesados que saben del tema porque no es ningún secreto y se está haciendo con la aportación de ideas de un buen grupo de corredores albenses.
