El amor adolescente en 2022

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amor romeo y julieta
  • El amor de hoy en día en los adolescentes no es como el de antes, eso queda claro. Cada vez el ideal Disney se encuentra más fragmentado dentro de las nuevas generaciones, y con ello, nuevas maneras de interactuar, pautas idealizadas y preferencias se asientan. En este artículo analizamos en que se están convirtiendo nuestros jóvenes amantes.

Antes de entrar en faena, cabe decir que la fase del amor adolescente es reconocida por muchos psicólogos, como una etapa indispensable para ayudar a calibrar las emociones, completar el camino del autodescubrimiento y aprender a discernir lo que se quiere de lo que no. Normalmente, incorporando los primeros batacazos en la vida de alguien, que sirven como una especie de apertura de ojos hacia lo que uno desea encontrar en alguien o no.

Es perfectamente normal, que tanto los sentimientos, como las conductas y los pensamientos relacionados con el tema y práctica amorosa, tengan un alto nivel de intensidad, al igual que volatilidad y efervescencia pueril. Pero hoy en día, esas primeras relaciones, si es que tan siquiera las hay, se centran más alrededor de la pasión, y no tanto en un vínculo imperado por la confianza y la creación de bases sólidas.

Es muy importante, a su vez, que los jóvenes estén preparados psicológicamente para iniciar una relación. En este departamento y con respecto a influencias ambientales, es relevante que sean capaces de asociar el amor con el respeto y la igualdad. Que desarrollen la noción de que el amor no es una competencia, sino un asunto de reciprocidad justa, en donde los dos miembros de la pareja se complementen mutuamente, y se eleven el uno al otro. Un concepto, que en aras de nuestra cultura actual está un tanto depauperado.

Al fin y al cabo, sobre todo en adolescentes, el deseo de pertenecer a un grupo o comunidad, condicionan enormemente el tipo de elecciones que se llevan a cabo. Este deseo de pertenecer, y encajar con un colectivo determinado es especialmente en la adolescencia, un conducto muy fuerte hacia la autodeterminación y definición de uno mismo. Y si bien la idea clásica del enamoramiento, radica en que es una emoción que va más allá de lo físico. Basándose más en la capacidad de establecer un vínculo afectivo con alguien, expresando y compartiendo los sentimientos más íntimos.

Muchos jóvenes de hoy en día, buscan satisfacer las denominadas “necesidades complementarias”, buscando constantemente una necesidad de reforzamiento y apoyo.

Por otro lado, los mensajes de nuestra cultura, no solo a través del cine y series dirigidas hacia adolescentes, sino también dentro de la agenda de determinados colectivos y grupos. Parecen dar señales de que la “fidelidad” es cosa del pasado, que la poligamia, y la libertad sexual sin restricciones es el presente, y lo deseado. Un apelativo especialmente llamativo para los jóvenes que se encuentran en un periodo o etapa de “experimentación”, que están viviendo durante nuestros días una auténtica revolución sexual. Pero si bien el periodo adolescente siempre ha sido algo gamberro a través de todas las generaciones pasadas, los valores que hacían de los primeros amores un proceso constructivo han quedado en el olvido, dejados de lado por el deseo superficial.

Cabe decir, que muchos adolescentes de hoy sí que entablan relaciones, pero las mismas suelen estar basadas en torno a los beneficios superficiales que se pueden obtener de una pareja, yendo esto dirigido tanto a hombres, como a mujeres. De este modo, al contrario de lo que muchos puedan creer, los adolescentes sí que inician relaciones, pero suelen durar periodos cortos de varios meses. Puesto que son muchas las tentaciones externas, cuando únicamente rascas la superficie de una persona, y la falta de compromiso es muy recompensada por muchos colectivos, sobre todo los de empoderamiento.

Y es que en la sociedad actual, los jóvenes parecen tener esta idea inculcada nuevamente por la cultura, de que la libertad sin límites, es más importante que tener en cuenta los sentimientos, emociones y valores de la otra persona. Al fin y al cabo, hoy en día, se valora y recompensa, sobre todo en las redes, el ego y al individuo. Hasta el punto en el que todos quieren tener un pasado amoroso, angustiante y dramático para poder dar el pego, como si de unos personajes de Riverdale o Euphoria se tratara.

El ideal Disney está cada vez más marchito, las princesas se defienden solas y se autodeterminan, y mientras que eso es un cambio positivo. El rechazo a la “magia” del amor, hace que eso implique pasar por encima de otros u otras para conseguir lo que se quiere. De este modo podríamos decir que hemos pasado de un ideal “conservador” del amor, a uno extremadamente libre donde los límites no están claros. Pero lo que está claro, es que nuestra cultura ha matado al caballero y la princesa, lo que no estoy seguro es si el reemplazo es el apropiado.

Para finalizar, el psicólogo clínico Miguel Pagán menciono respecto al amor: “Toda relación requiere trabajo, requiere esfuerzo, tú tienes que darle mantenimiento a la relación. Tiene que haber exclusividad, fidelidad, lealtad y compromiso. Y algunos quieren la parte sexual, pero no quieren hacer el compromiso”. Desde mi punto de vista, esta frase describe a la perfección la manera en la que muchos adolescentes de hoy, en aras de seguir la cultura y la tendencia de “liberación sexual sin consecuencias”, se comportan los unos con los otros.

Autor

Grado de Publicidad y Relaciones Publicas en la Universidad Pontificia de Salamanca.