La eterna juventud

- en Firmas
Lourdes Francés

En la ciudad de Punta Gorda en Florida (USA), existe una fuente de cuyas aguas han bebido sus habitantes y los foráneos curiosos desde 1894, ya que se la ha considerado como la Fuente de la Eterna Juventud, sobre todo desde que el explorador español Juan Ponce de León en el Siglo XV descubriera la península de Florida buscando el mítico manantial. Nadie de cuantos han bebido de ella ha conseguido sobrevivir eternamente, eso es cierto, pero existe la creencia popular de que beberla alarga la vida.

Como característica distintiva de esta agua se ha detectado en análisis promovidos por el gobierno estadounidense, que en su composición existe casi el doble del isótopo Radio 226 del recomendado para su consumo, aunque los expertos no han encontrado que esto aumente significativamente la incidencia de cáncer entre los que beben de esta fuente de forma habitual.

A raíz del fallecimiento del periodista, explorador y aventurero D. Miguel de la Quadra Salcedo hace ya varios años, he tenido la oportunidad de leer varias entrevistas que le hicieron a lo largo de su vida. A una pregunta del Diario El País confesó:

«He descubierto el elixir de la Eterna Juventud que tanto persiguió Ponce de León; consiste en mantener la curiosidad y rodearte de gente joven.«

La ilusión con la que afrontamos el quehacer cotidiano, mantener un ansia de conocimiento constante en todas las disciplinas del saber y mostrar interés y curiosidad por todo cuanto nos rodea, unido al establecimiento y cuidado de las relaciones interpersonales, todo ello contribuye a que nuestro corazón siga manteniendo la lozanía de la juventud, aunque nuestras facciones y nuestro cuerpo revelen la edad que registra con implacable certeza nuestro calendario personal.

Ser joven consiste en vivir con emoción cada momento; amar como si nos fuera la vida en ello, como si cada día nos trajera la última oportunidad de ser felices; y no dejar que nos atrape el cinismo, la nostalgia ni la melancolía. Sentirse joven es conservar la esencia de la alegría, viviendo cada día como si fuéramos eternos, independientemente de los años que nos sean concedidos.

Mientras nuestro cerebro guíe nuestros pasos, el elixir de la Eterna Juventud no reside en el agua que brota de una fuente en Florida, por muy radiactiva que sea, sino que mora dentro de nosotros mismos.

Autor

Cirujana Ortopédica y traumatóloga. Runner popular.