Domingo 7 de mayo, llegó otro de los días clave. En esta ocasión íbamos a la final de pista al aire libre. Prontito en la puerta del pabellón para que nos recogiera el autobús y la chavalería con nervios sabiendo que era un día importante. Pasamos lista (muchos van con sus padres en coche) y junto a los compañeros del club de Peñaranda que son los que siempre viajan con nosotros, nos desplazamos hasta las pistas del Helmántico para llegar, sentarnos en la grada un momento, organizar bien los relevos y decirles el orden de las pruebas y que comiencen a calentar los primeros que van a competir a las 10:30. No os penséis que por ser el último día no iba a haber alguien que se presentara sin dorsal, faltaría más que rompieran la tradición, así que un par de ellos a lo largo de la jornada tuvieron que subir al control para que les hicieran uno. También he de decir que a mí me tocó hacer uno a última hora para una niña, pero eso lo contaré después.
Mi labor, como el resto de jornadas, era sobre todo estar pendiente de que no se despistara ninguno en la llamada a las pruebas, que suele pasar de vez en cuando y tampoco iba a ser distinto en esta ocasión, así ocurrió con los componentes masculinos del relevo infantil mixto que no aparecían cuando ya estaban los demás equipos formados, en fin, lo que no sé es como no me da algo. Por supuesto que había que darles ánimos y en algunos casos unas últimas instrucciones o echar una mano en la categoría alevín con los tacos de salida, que por fin parece que se dan cuenta que son ventajosos y ya no me tengo que pelear con ellos para que los usen. A este respecto decir que he tomado la decisión de que la próxima temporada se usarán siempre sí o sí.
Poco a poco iba transcurriendo la jornada y he de reconocer que a las 12 de la mañana las cosas no iban como había previsto teniendo en cuentas las marcas reflejadas en las clasificaciones. Está claro, muchos de los atletas de otros equipos van un día, hacen una marca que consideran va a estar entre las primeras de la clasificación y no participan en la otra jornada con lo que no tenemos la perspectiva exacta de sus marcas y después en la final echan el resto. Quitando un par de escuelas deportivas lo demás son clubs, entrenan mucho más y participan prácticamente todos los fines de semana en competiciones, por no decir que tienen entrenadores específicos para cada modalidad. Es lo que hay, no vamos a poder luchar con ello y por mi parte estoy muy satisfecho por nuestra labor y papel como escuela deportiva. Además, llevamos a la final a 40 niños de algo más de 300 que competían, ¡qué más podemos pedir! Lo dicho, la cosa no iba como había previsto, pero poco a poco se fue enderezando y los resultados empezaban a llegar. Contento sobre todo por ellos, porque sé que les sirve de motivación de cara a la próxima temporada y recordarán este día como uno de esos días importantes en su vida. Ocurre lo mismo con las fotos, no les gusta que se las hagamos, pero les digo que el día de mañana nos darán las gracias cuando las vean. Ya hubiéramos querido nosotros que hacer una foto cuando teníamos su edad fuera tan fácil como lo es ahora.
Y el momento mejor llegó con los relevos. Os lo digo siempre, pera mí el trabajo en equipo es muy importante y el resultado lo es a un esfuerzo colectivo, de grupo. Es aquí cuando en el último momento tuve que hacer un cambio en el relevo alevín mixto porque una niña no llegaba y menos mal que nos había ido a acompañar la última incorporación a esa categoría y de estar disfrutando de la mañana viendo las pruebas pasó a ser una componente más de ese relevo. Y como había ido sin dorsal tuve que hacerle yo mismo otro cuando subí al control para comunicar el cambio. Me hubiera sabido mal que el equipo de relevos se hubiera quedado sin correr con la ilusión que tenían porque para ellos era su primera participación en una final.
La entrega de medallas se fue haciendo a lo largo de la mañana y tan contentos que iban subiendo al podio todos los niños de las distintas escuelas y clubs. El grueso de los premios llegó al final de la jornada y en nuestro caso algunos niños ya se habían ido porque tenían comidas familiares por el día de la madre y el acto iba con retraso, así que las medallas las recogieron sus compañeros. Por un error, en la entrega de medallas de los relevos alevín masculinos se olvidaron de uno de nuestros equipos (habían quedado segundos) pero se pudo solucionar y casi al final del acto les hicieron subir al podio para recoger sus medallas, menos mal. Al final del todo se hizo entrega de las medallas a los equipos ganadores en categorías infantil y cadete y también hubo premio para los dos que habíamos presentado, el infantil mixto fue segundo y el cadete femenino primero y será el que represente a Salamanca en el campeonato de Castilla y León el próximo día 20 en Valladolid. En total 12 podios individuales, 4 por relevos y 2 en equipos, ¡qué más podemos pedir!
