Pues sí, temporada veraniega y por mi parte baja la actividad deportiva porque hace mucho calor y los ratos libres que tengo no invitan a salir ya sea en bici o a correr con altas temperaturas. Así que he reducido el salir a correr a un día por la mañana con madrugón incluido porque es la única manera de poder hacerlo sin sudar la gota gorda.
Sí que tengo libre a partir de las nueve y media de la noche, pero os aseguro que lo que menos tengo es ganas de salir a correr, lo que quiero es irme a casa a descansar, cenar y tumbarme un poco a ver la tele y como lo que esté viendo sea aburrido lo siguiente es quedarme dormido hasta que abro los ojos y ya directamente me voy a la cama.
En cuanto a la bici sigo aprovechando los sábados, antes de bajar a la piscina a dar aquagym, para salir un rato aprovechando el fresco de la primera hora de la mañana. A este respecto, la bici, tengo que decir que he estrenado una de carretera y que estas primeras salidas las estoy aprovechando para hacerme a ella, ajustar distintos componentes y sobre todo lo referente al sillín en cuanto a altura y distancia al manillar. Lo primero que he tenido que hacer es cambiar el sillín porque venía uno muy minimalista y además sin abertura prostática que necesito para ir cómodo y aguantar horas pedaleando. De momento ya he probado con dos sillines que tengo para ver con cual me siento más cómodo y todavía sigo en ello.
El motivo de la bici nueva de carretera es que llevo tiempo con ganas de otra para no tener que andar bajando y subiendo la que tengo cada vez que vamos a Cádiz. Así de esta manera la otra se queda allí y es la que usaré con los compañeros del club Costa de la Luz cuando esté de vacaciones.
Bien, no tenía prisa por comprarla pero con el cambio de planes debido a las elecciones, resulta que la otra la tenía en Cádiz, llegaba el triatlón de Alba y no estaba sin bici. Así que los planes se aceleraron y como más o menos sabía lo que quería, me puse en serio y encontré la que me gustaba. Es una bici de aluminio, para lo que yo hago he llegado a la conclusión de que el carbono no me ofrece una mejora que merezca la pena, y lo que me he ahorrado en ello ha servido para que tenga frenos de disco que es algo que si quería y era condición indispensable.
Es una bici básica, pero lo mismo que con el tema del carbono, tampoco que los cambios o las ruedas sean mejores me va a dar ventajas considerables, lo que hace falta es motor y en ese aspecto hay lo que hay y punto. Eso sí, le he hecho alguna mejora como poner ejes pasantes rápidos que harán más fáciles los desmontajes de las ruedas cuando pinche y así lo pude comprobar el segundo día que salí con ella.
Este sábado ya pude hacer un par de horas, la vez que más y además a pocos kilómetros de Alba me cogieron Litos, David y Javi (vaya tres deportistas) y con ellos acabé y hasta hice el avituallamiento para reponer fuerzas charlando un poco de todo.
Y uno de los temas de los que hablamos fue el triatlón. Y es que después de darme prisa en comprar la bici (era la excusa porque en realidad se la podía haber pedido a mi hermano y hubiera tenido bici para hacerlo), resulta que no ha habido triatlón. Cuando a los dos días de tener la bici me entero de que no iba a haber triatlón no veáis que mala leche se me puso. Nos hemos quedado sin el triatlón que debería haberse celebrado este pasado fin de semana. No sé cuál es el motivo y casi prefiero no saberlo porque no me ha hecho ninguna gracia después de participar en todos (excepto en el de hace 4 años por fuerza mayor) y el enfado no se me ha pasado todavía. Esto estoy seguro que no hubiera pasado con otros deportes.
Y para cambiar de tema y acabar con algo más ameno. El viernes pasado nos juntamos unos cuantos del grupo de iniciación a la carrera y celebramos una cena campestre. Pasamos una velada genial y solo hubo un fallo y es que a pesar de habernos organizados sobró comida y bebida para otras dos cenas por lo menos. ¡Qué exagerados fuimos pero que bien lo pasamos!
