Sentimientos de un edén,
te bajaste de ese tren.
No buscaste su mirada,
en silencio dijo: ven.
Se cerraron las cortinas,
a su amor no volvió a ver.
En su alma aún le veía,
no le dejó de querer.
Sentimientos de un edén,
una niña contó cien.
Unas lágrimas quebradas,
por el choque de ese tren.
No solo murió su alma,
su cuerpo yacía también.
Cuando él decidió buscarla,
su amor falleció en el andén.
Sentimientos de un edén,
esa niña era quién.
Despertaba sus latidos,
y le besaba también.
Un alma que echo de menos,
su marcha le marchitó.
Su niña se había marchado,
porque así lo quiso Dios.
Sentimientos de un edén,
él muy tarde volvió al tren.
Valoró tarde sus besos,
ya no la podrá tener.
