Discurso del alcalde de Salamanca en reconocimiento a las empresas que han contribuido en la lucha contra el Covid

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Alcalde de Salamanca

Amigas y amigos:

Es un enorme placer estar con todos ustedes esta noche en el emblemático Teatro Liceo.

Muchas gracias por su asistencia.

Cuando me convertí en alcalde de Salamanca ya sabía que iba a presidir una ciudad muy noble.

Lo que no podía sospechar es que una pandemia mundial convertiría esa nobleza en un muro de contención contra las embestidas de una amenaza desconocida que puso a prueba toda nuestra resistencia.

La nobleza de un pueblo no es un mero título. Son las acciones nobles las que caracterizan a quien es grande. Y Salamanca lo es y mucho, porque sus gentes lo son.

Hoy estamos aquí para celebrar esa grandeza. El espíritu solidario que se ha impuesto a la incertidumbre, al miedo y a la división.

Cada vez que hemos surfeado una nueva ola de este virus, la batalla se ha inclinado claramente a favor del ser humano.

La generosidad, apoyada por la ciencia y por las vacunas, nos ha abierto paso al regreso paulatino a lo cotidiano.

Y esos aplausos que un día resonaron en los balcones hoy colman este teatro y van dirigidos a las empresas, comercios y personas que a título individual dieron un paso adelante en los momentos de mayor dificultad.

Empresas, comercios y personas que antepusieron el nosotros al yo. Que luchando por mantener el empleo y la seguridad de sus trabajadores no renunciaron a preguntarse qué podían hacer por los demás. Y lo hicieron. Con decisión y con altruismo.

La mayoría de negocios y empresas -en casi todos los sectores productivos- ha tenido importantes caídas de ingresos y se ha encontrado con serias dificultades para el cumplimiento de sus obligaciones salariales y financieras.

Muchas persianas han cerrado para ya no volver a abrir.

Y pese a todo, la cara más social de nuestro sector privado se ha mostrado con firmeza.

Desde pequeñas empresas locales hasta grandes negocios han aportado su granito de arena en estos tiempos complejos.

Hemos visto como muchas compañías modificaban sus líneas de producción para fabricar equipos de protección individual, respiradores, mascarillas o mamparas para salvar vidas.

Y acto seguido, descolgaban el teléfono para llamar a este ayuntamiento y donar el fruto de todo ese esfuerzo.

Otros negocios nos donaban alimentos, mantas, electrodomésticos, enseres de primera necesidad para que se los hiciéramos llegar a quienes peor lo estaban pasando.

En este salón esta noche hay policías, bomberos, voluntarios de Protección Civil, funcionarios de servicios municipales, también héroes de esta pandemia, que se encargaron en primera persona de canalizar esa cascada de gestos solidarios.

Obtuvimos una abrumadora respuesta a la altura del desafío al que nos enfrentamos.

Decía Ángela Merkel, ya en marzo de 2020, que la pandemia es la catástrofe más grave que ha vivido Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Seguramente. Pero la lección de unidad y de solidaridad que hemos aprendido como consecuencia de este momento excepcionalmente dramático, puede marcar la diferencia para que la nueva realidad no sea solo nueva, sino también mejor.

Cuando venzamos la pandemia, cuando nuevas cepas no sean una amenaza, cuando ya no tengamos que estar pendientes de medidas y de distancias, las empresas y la sociedad en general podrán hacer de este legado de acciones la base de un nuevo modelo, en el que las administraciones debemos participar de manera proactiva, eficaz y creativa.

La pandemia ha puesto en marcha un tren que tiene como destino el mundo del futuro, el de la IV Revolución Industrial, sustentada en la tecnología, en el respeto al medioambiente y en las garantías para los derechos sociales. Y en el cumplimiento de esos objetivos nos necesitamos todos.

Los empresarios están llamados a participar en la gran transformación que nos vinculará a la revolución tecnológica y al mundo que emerja tras este escenario mundial.

Todos ustedes han demostrado durante toda la crisis sanitaria una visión de ciudad, de región y de país, capacidad de sacrificio y sensibilidad social.

Esas virtudes deben mantenerse en el tiempo y deben ser el norte del itinerario a seguir cuando lo que está sobre la mesa no es solo derrotar al virus sino también construir el mundo postpandemia.

El papel de los empresarios es clave para hacer frente a la crisis. Necesitamos sus ideas,  visión, ánimo en la lucha y optimismo ante el futuro. Su capacidad de inversión y de crear nuevas empresas y nuevos empleos. Su fuerza transformadora.

Las empresas deben ayudarnos a buscar las nuevas oportunidades en un mundo en transición y las administraciones debemos tenderles una alfombra roja con apoyo decidido.

No les quepa duda, que como viene siendo desde el primer momento, desde el Ayuntamiento de Salamanca pondremos todos nuestros recursos al servicio de la reactivación económica.

En este tiempo de creer y de crear, nos tienen de su lado.

Es la mejor manera que tenemos de devolverles tanto.

Como alcalde y miembro de la corporación municipal que fue la punta de lanza en España del trabajo colaborativo y unánime en esta pandemia, solo puedo darles, en nombre de cada uno de los concejales del Ayuntamiento de Salamanca, gracias infinitas.

Muchas gracias.

Carlos García Carbayo, alcalde de Salamanca

Autor

Equipo de redacción de NOTICIAS Salamanca. Tu diario online. Actualizado las 24 horas del día. Las últimas noticias y novedades de Salamanca y provincia.