- La formación liberal lamenta la diferente vara de medir del Consistorio a la hora de requerir licencias de obras en función de si las ejecuta el Ayuntamiento o un particular
El Ayuntamiento de Narros de Matalayegua ha trasladado recientemente la báscula municipal a un tramo de la carretera DS-223, entre dos curvas, a la entrada del pueblo y con alto peligro de accidentes. Las obras comenzaron el pasado mes de febrero, sin seguir los trámites administrativos pertinentes, ni el permiso necesario de la propietaria de la vía, la Diputación de Salamanca, lo que a juicio de Ciudadanos supone una «irresponsabilidad», tal y como critican también vecinos y usuarios.
En este sentido, CS lamenta la diferente vara de medir desde el Ayuntamiento ante situaciones similares. Por ejemplo, si el propietario de una finca se interesa por colocar unos tubos de drenaje en la puerta de acceso a su propiedad o desea ampliar dicho acceso para facilitar la entrada de vehículos de gran tamaño se ven en la obligación de formalizar una serie de trámites administrativos a fin de conseguir el permiso necesario para realizar estas obras. En el caso del Ayuntamiento de Narros de Matalayegua este proceso se ha esquivado en su totalidad.
Así, según la información que ha podido recabar CS, el Ingeniero técnico responsable del departamento correspondiente en el área de Fomento de la Diputación presuntamente no posee documentación alguna relativa a esa obra, ni proyecto, ni permisos, por lo que desconoce la ejecución de la misma. De hecho, sigue sin responder a las numerosas solicitudes de información requeridas sobre este asunto.
Según las afirmaciones vertidas en los medios de comunicación por la Secretaría de dicho Ayuntamiento el cambio de la báscula obedecía al alto peligro que suponía su ubicación por su cercanía al parque infantil del pueblo y a viviendas aledañas. Sin embargo, en opinión de CS el nuevo asentamiento es mucho más peligroso que el anterior, como también lo corroboran los vecinos. A la entrada del pueblo, entre dos curvas, sin distancia alguna hasta el asfalto y a escasos metros de los edificios municipales. La maniobrabilidad de los camiones es muy escasa y dificultosa con amplias probabilidades de colisionar con una pared lateral del Ayuntamiento.
Además, los vecinos aseguran que en los 35 años que la báscula llevaba en su ubicación anterior no habían sido numerosos los incidentes, como así asegura el Consistorio.
Si bien se trata de un servicio de gran ayuda para los usuarios de la zona, la nueva ubicación de la báscula municipal debería haberse asentado en un lugar carente de peligro, con buena accesibilidad y posibilidad de maniobra para los camiones actuales de gran tonelaje siguiendo los intereses de los usuarios y no los personales del Consistorio.
