La que para algunos es la mejor época del año, el invierno, para otros puede convertirse en una temporada especialmente incómoda, marcada por el dolor. Y es que, el frío extremo no solo afecta nuestra piel y articulaciones, sino que también puede agravar problemas dentales, como el dolor de muela o la neuralgia dental, un tipo de dolor intenso y agudo que puede irrumpir en nuestra rutina y hacernos perder la calma. Las bajas temperaturas, combinadas con la exposición a alimentos o bebidas frías, intensifican este tipo de dolor, ya que los dientes se expanden y contraen, lo que a veces genera grietas en el esmalte y deja expuestas las terminaciones nerviosas.
Aunque es cierto que incluso quienes cuidan minuciosamente su higiene dental pueden experimentar este dolor, el riesgo es significativamente mayor en personas que descuidan su salud oral o que viven en regiones con grandes fluctuaciones de temperatura. «Adoptar medidas preventivas y estar al tanto de las causas del dolor dental puede marcar la diferencia en cómo afrontamos el invierno», comenta Elena Espada, responsable científica de Fluocaril en España. «Ser conscientes de cómo el frío afecta nuestra boca es el primer paso para protegernos mejor y mantener una buena salud oral», añade.
Con este enfoque, los expertos de Fluocaril sugieren cinco consejos clave para cuidar nuestra boca durante los meses más fríos:
1. Reducir el consumo de alimentos ácidos o excesivamente azucarados. Este tipo de alimentos pueden erosionar el esmalte dental y aumentar el riesgo de dolor. En invierno, cuando los dientes tienden a estar más sensibles debido al frío, proteger el esmalte es crucial para evitar que se deteriore más
2. Mantener una alimentación rica en nutrientes que favorecen la salud mental. Una alimentación saludable es positiva para todos los ámbitos de nuestro cuerpo, también para la salud bucodental. En este sentido, el calcio, la vitamina D o la vitamina A que podemos encontrar en alimentos como salmón, huevos, espinacas, calabaza, lácteos y derivados.
3. Cuidar la higiene bucal. Mantener una higiene bucal adecuada es imprescindible para cuidar nuestra salud bucodental. Una forma fácil de velar por nuestra higiene oral diariamente y desde casa es optar por productos que la protejan al completo, como la gama Protección Completa de Fluocaril. «Esta solución ayuda a conseguir unos dientes sanos, encías, mejillas y lenguas sanas gracias a la suma de zinc y a sus 145 mg de flúor, ofreciendo una protección de 18 horas contra la placa*», explica Espada.
4. Los labios también son importantes. La protección total de la boca implica también atender los labios. Y es que los labios agrietados son una de las dolencias más comunes en esta época. Optar por bálsamos labiales con SPF+ y beber la suficiente agua para mantener hidratados son dos claves para mantener nuestros labios cuidados.
5. Cuidado con las bebidas calientes. Con el frío del invierno, es común tomar bebidas calientes como el café, tés o infusiones. Pero, si en verano se debe llevar cuidado con los helados y las bebidas frías, en invierno pasa todo lo contrario. El alto contraste entre temperaturas puede incrementar la sensibilidad dental y agravar las molestias dentales.
Además de seguir estos consejos para cuidar nuestra salud oral en las épocas de más frío, no hay que subestimar la importancia de acudir al dentista cuando el dolor se vuelve persistente o insoportable. Un diagnóstico profesional puede identificar problemas más graves, como caries o infecciones, que podrían estar causando la neuralgia dental. «El dolor dental puede ser debilitante, pero con prevención y cuidado, podemos evitar que afecte nuestra calidad de vida», concluye Espada, recordando que proteger nuestra boca del frío es esencial para disfrutar plenamente del invierno.