La relación entre el autismo y la ansiedad social

- en Salud
TEA

El autismo y la ansiedad social son dos condiciones que pueden coexistir en una persona, y su relación puede ser compleja e interconectada. El autismo, también conocido como trastorno del espectro autista (TEA), es un trastorno neuropsiquiátrico del desarrollo que afecta la comunicación, la interacción social y el comportamiento. La ansiedad social, por otro lado, es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso y persistente a situaciones sociales o de rendimiento, con síntomas como evitar situaciones sociales, temor al juicio de los demás, y malestar emocional significativo en situaciones sociales.

Varios estudios han demostrado que la ansiedad social es común en las personas con autismo, con tasas de comorbilidad que varían del 20% al 80%, dependiendo de la muestra y los criterios de diagnóstico utilizados. Esto sugiere que la ansiedad social y el autismo pueden estar relacionados de alguna manera, aunque la naturaleza exacta de esta relación aún se está investigando.

Factores contribuyentes a la ansiedad social en personas con autismo

  1. Dificultades en la comunicación y la interacción social: El autismo se caracteriza por dificultades en la comunicación y la interacción social, lo que puede dificultar la capacidad de una persona con autismo para comprender y participar en situaciones sociales. La falta de habilidades de comunicación efectiva, como la comprensión de las señales sociales, la empatía y la reciprocidad social, puede aumentar la ansiedad en situaciones sociales, ya que la persona puede sentirse incómoda o insegura sobre cómo comportarse o qué decir.
  2. Dificultades en la comprensión de las normas sociales: Las personas con autismo pueden tener dificultades para comprender y seguir las normas sociales y las convenciones sociales no verbales, lo que puede aumentar la ansiedad en situaciones sociales. Por ejemplo, pueden tener dificultades para entender las normas de proximidad, el contacto visual, la entonación de voz y otros aspectos de la comunicación no verbal, lo que puede llevar a malentendidos o interpretaciones incorrectas en situaciones sociales.
  3. Sensibilidad sensorial: Muchas personas con autismo tienen sensibilidades sensoriales aumentadas o disminuidas, lo que puede aumentar la ansiedad en situaciones sociales. Por ejemplo, pueden ser hipersensibles al ruido, la luz, las texturas o los olores, lo que puede hacer que las situaciones sociales sean abrumadoras y angustiantes. Esto puede llevar a la evitación de situaciones sociales o a la ansiedad anticipatoria en torno a las posibles sensaciones incómodas o perturbadoras.
  4. Dificultades en la teoría de la mente: La teoría de la mente se refiere a la capacidad de entender y atribuir pensamientos, sentimientos y creencias a uno mismo y a los demás. Las personas con autismo pueden tener dificultades en la teoría de la mente, lo que significa que pueden tener dificultades para comprender y anticipar los pensamientos y sentimientos de los demás en situaciones sociales. Esto puede aumentar la ansiedad social, ya que la persona puede tener dificultades para comprender las intenciones o reacciones de los demás, lo que puede resultar en malentendidos, confusión y ansiedad.
  5. Experiencias previas de rechazo o bullying: Las personas con autismo pueden haber experimentado rechazo, discriminación o bullying en situaciones sociales en el pasado, lo que puede haber generado una mayor ansiedad en situaciones sociales. Estas experiencias negativas pueden haber dejado una impresión duradera en la persona, aumentando su temor y ansiedad en situaciones sociales futuras.

Manifestaciones clínicas de la ansiedad social en personas con autismo

  1. Evitación de situaciones sociales: Las personas con autismo pueden evitar situaciones sociales que les generen ansiedad, como eventos sociales, reuniones, fiestas o interacciones sociales en general. Pueden preferir actividades solitarias o rutinas familiares conocidas para evitar la ansiedad y el estrés asociados con las situaciones sociales desconocidas.
  2. Malestar emocional: La ansiedad social puede provocar un malestar emocional significativo en personas con autismo. Pueden experimentar síntomas como nerviosismo, sudoración, palpitaciones, náuseas o dificultad para respirar en situaciones sociales, lo que puede resultar en un aumento de la ansiedad y la angustia emocional.
  3. Dificultades en la comunicación: La ansiedad social puede dificultar la capacidad de una persona con autismo para comunicarse de manera efectiva en situaciones sociales. Pueden tener dificultades para mantener el contacto visual, iniciar o mantener una conversación, comprender las señales sociales o responder adecuadamente a las preguntas o comentarios de los demás.
  4. Comportamientos repetitivos o estereotipados: Las personas con autismo pueden mostrar comportamientos repetitivos o estereotipados, como movimientos repetitivos, gestos inusuales o comportamientos rituales, como una forma de lidiar con la ansiedad social. Estos comportamientos pueden ser una forma de autoprotección o autorregulación en situaciones sociales estresantes.
  5. Dificultades en la autorregulación emocional: La ansiedad social puede provocar dificultades en la autorregulación emocional en personas con autismo. Pueden tener dificultades para manejar la ansiedad, el estrés o las emociones intensas en situaciones sociales, lo que puede resultar en comportamientos disruptivos o inapropiados como una forma de expresar su ansiedad o malestar emocional.

Enfoques de tratamiento para la ansiedad social en personas con autismo

El tratamiento de la ansiedad social en personas con autismo puede ser complejo y debe ser adaptado a las necesidades individuales de cada persona. Algunos enfoques de tratamiento que pueden ser útiles incluyen:

  1. Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC es un enfoque de tratamiento basado en la evidencia que ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de la ansiedad social en personas con autismo. La TCC se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales asociados con la ansiedad social. Esto puede incluir la identificación y modificación de pensamientos negativos o distorsionados, la exposición gradual a situaciones sociales temidas, la práctica de habilidades sociales y la implementación de estrategias de afrontamiento efectivas.
  2. Entrenamiento en habilidades sociales: El entrenamiento en habilidades sociales puede ser beneficioso para las personas con autismo que tienen dificultades en el área de las habilidades sociales. Esto puede incluir la enseñanza y práctica de habilidades como la comunicación verbal y no verbal, la comprensión de las señales sociales, la iniciación y mantenimiento de conversaciones, y la resolución de conflictos. El entrenamiento en habilidades sociales puede ayudar a mejorar la confianza y la competencia social, lo que a su vez puede reducir la ansiedad social.
  3. Terapia de exposición: La terapia de exposición es una técnica utilizada en la TCC que implica la exposición gradual y controlada a situaciones sociales temidas con el fin de reducir la ansiedad asociada. En el caso de las personas con autismo, la terapia de exposición puede ser adaptada para abordar las dificultades específicas relacionadas con la ansiedad social, como la falta de comprensión de las señales sociales o la dificultad para anticipar las reacciones de los demás. La terapia de exposición puede ser realizada en un entorno seguro y estructurado, con el apoyo de un terapeuta capacitado.
  4. Estrategias de autorregulación emocional: Las personas con autismo pueden beneficiarse de estrategias de autorregulación emocional para manejar la ansiedad social. Esto puede incluir técnicas de relajación, respiración profunda, mindfulness y otras estrategias de autocontrol emocional. El aprendizaje y la práctica de estas estrategias pueden ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la capacidad de afrontamiento en situaciones sociales.
  5. Apoyo social: El apoyo social puede ser fundamental en el tratamiento de la ansiedad social en personas con autismo. El establecimiento de relaciones sociales positivas y significativas puede ayudar a aumentar la confianza en sí mismo, reducir la ansiedad y mejorar la competencia social. Esto puede incluir la participación en grupos sociales o actividades de interés, la formación de amistades, el apoyo de la familia y amigos, y la participación en programas de habilidades sociales.
  6. Adaptaciones ambientales: La modificación del entorno puede ser útil para reducir la ansiedad social en personas con autismo. Esto puede incluir la adaptación del entorno físico, como la reducción del ruido o la sobrestimulación visual, la creación de rutinas estructuradas o la implementación de estrategias de organización. La adaptación del entorno social también puede ser beneficiosa, como la creación de un entorno seguro y de apoyo en situaciones sociales o la implementación de estrategias de comunicación visual.

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