- TikTok vuelve a sorprender al mundo con una nueva tendencia en ciernes de características surrealistas. El vabbing, muy promovido por la influencer estadounidense @jewlieah, está ganando fuerza en Estados Unidos alrededor de los últimos días, a pesar de su naturaleza extraña.
Hoy en día no es sorpresa para nadie, que mientras TikTok puede servir como un portal para aprender cosas rápidas, o divertirte un poco. También ha protagonizado algunos de los episodios más bizarros de nuestra sociedad actual, pues ha servido para promover tendencias como envasarse a uno mismo al vacío, tirar lonchas de queso a los coches mientras conducen, rizarte el pelo con un radiador, o más recientemente, el Vabbing.
Muchos de vosotros os estaréis preguntando seguramente, “¿Qué demonios es el vabbing?”. No temáis, ya lo explico yo.
El vabbing es una palabra compuesta del habla inglesa que mezcla las palabras “vagina” y “dabbing”. La práctica, según descrita por las influencers y gentes en las redes que lo realizan, explican que consiste en el refinado acto de introducir los dedos en la zona pélvica, y aplicar las secreciones vaginales alrededor del cuello, muñecas y detrás de las orejas.
Las que lo han probado, juran y perjuran que dicha práctica les ayuda a encontrar pareja y ser sexualmente más atractivas respecto a los hombres. Esto lo afirman basándose en las ideas químicas de atracción, basadas en el uso de feromonas por parte de los animales para atraerse unos a otros. Justo cuando pensaba que no podíamos ser más tontos.
De este modo, casi se podría decir que estas “señoritas” de TikTok han llevado la frase típica de los desodorantes “atracción animal”, a su expresión más fidedigna.
Sin embargo, y sin malas intenciones de desanimar la realización de esta práctica tan elevada, cabe decir que las feromonas humanas son de por sí más complejas que las encontradas en los animales. Por lo que no hay pruebas científicas respaldadas, de que esta práctica pueda funcionar, a pesar de los testimonios de mujeres que aseguran haber recibido regalos, bebidas gratis o haber sido invitadas a tomar algo por hombres, tras ponerse sus propios fluidos en el cuello. Solo espero que esos pobres no hayan olido nada raro.
Pero más allá de la ciencia pura y dura, desde un punto de vista sociológico. El desarrollo de las relaciones intrapersonales dentro de nuestra especie, no se basa únicamente en la reacción ante una serie de feromonas que nos incitan a tener sexo los unos con los otros. Si no que se basan en un complejo proceso de interacción, que puede llevar o no, a una relación sexual con el otro. Al fin y al cabo, la mayoría de las personas antes de realizar el acto, suelen verse interesadas en conocerse mutuamente. Lo que tiene tanta influencia, que no puedo ni contar la de veces que he visto a gente perderse un polvo por abrir la boca, y encontrarse que no tienen nada en común con la otra persona.
Adicionalmente, hemos de considerar que cada ser humano es muy particular respecto a lo que le gusta o no de una persona. De este modo, cada uno busca señales diferentes en sus posibles candidatos que, en la gran mayoría de los casos, suelen ir más allá del simple olor propio.
Por otro lado, desde un punto de vista ético, se podría considerar impropio o un abuso, hasta dar un abrazo o dos besos a un hombre o mujer que no tenga conocimiento de que les acabas de restregar los fluidos vaginales.
Respecto al origen, cabe mencionar que no se conoce el tiempo exacto en el que inicio esta práctica a nivel histórico. Pero en la actualidad, es posible que haya sido influenciada de forma indirecta por algunas compañías de perfumes o desodorantes, que emplean o dicen emplear feromonas, prometiendo a los consumidores incrementar su atractivo sexual si utilizan sus productos.
La situación, de alguna manera me recuerda a los anuncios de hace 10 años de Axe, como “Hasta los ángeles caerán”, donde simplemente con ponerte un poco desodorante de la marca, hasta los ángeles no se pueden resistir a tu olor.
De este modo, puede que todos los productos que tenemos dedicados a la historieta de “atracción por olor”, hayan hecho que ciertos sectores de la población en Estados Unidos decidan encontrar una manera más, “orgánica” y “natural” de conseguir dicha atracción, a pesar de no estar probada científicamente.
