Nuevo estudio descubre que los “dobles” no solo son parecidos por fuera

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dobles
  • Hace unos días, acaban de salir a la luz los datos de un estudio, llevado a cabo por el departamento de genética de la Universidad de Barcelona. El estudio ha descubierto que las personas con un fuerte parecido físico entre sí, o casi dobles, a pesar de no conocerse unos a otros, no solo comparten similitudes por fuera, sino por dentro.

Hablando de los dobles, está claro que a lo largo de la Historia hay muchos recuentos de personas que se parecen entre sí, incluso hoy en día, hay mucha gente que ha podido encontrar a algún que otro doble. O, por otro lado, ¿Quién no ha visto las típicas fotos de famosos que se parecen en sobremanera a figuras del pasado?. La realidad es, que esta es una tendencia que cada vez será más común dentro de los 7.900 millones de personas que conforman nuestro mundo. Esto debido a que el material genético aunque más disperso, va compartiendo cada vez más características comunes. 

No por nada, la existencia de “falsos gemelos” o dobles, ha sido, desde hace años, motivo de atención en la cultura popular y las artes, aunque nunca se ha visto abordada por el punto de vista científico. 

Lo que está claro, es que todos compartimos orígenes parecidos y provenimos de bases similares, lo que a su vez implica que las coincidencias están destinadas a ocurrir. Tal es la tarea de investigación, que Manel Esteller, director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, profesor de investigación ICREA y catedrático de Genética en la Universidad de Barcelona, decidió asumir, para descubrir, sobre si el parecido físico de los seres humanos, responde a algo más allá que la mera coincidencia.

El equipo de investigación, baso su trabajo en una colección de fotos de personas muy parecidas, a pesar de no estar emparentadas, junto con su análisis de ADN. Investigación que confirmo, la fuerte relación entre la similitud facial y las variantes genéticas compartidas. 

Para llevar el trabajo a cabo, los investigadores reclutaron dobles humanos, inspirados por el trabajo del fotógrafo François Brunelle, artista canadiense que lleva obteniendo imágenes de personas que se asemejan sin ser familia alrededor de todo el mundo, desde 1999.

Proceso de investigación

Tras encontrar a los “dobles” necesarios, determinaron una medida objetiva sobre el parecido de los pares de personas semejantes, utilizando hasta tres algoritmos diferentes de reconocimiento facial. Adicionalmente, los participantes completaron un exhaustivo cuestionario biométrico, y otro de estilo de vida, complementado con recogida de muestras de saliva para un análisis multiómico.

Según Steller «Este conjunto único de muestras nos ha permitido estudiar cómo la genómica, la epigenómica y la microbiómica pueden contribuir al parecido humano».

Las personas con parecidos razonables, fueron sujetas a programas de reconocimiento facial, el cual pudo descubrir parejas de individuos prácticamente indistinguibles entre sí. Tras el hallazgo, se analizó su secuencia de ADN, su perfil epigenético y el microbioma de cada individuo. 

Las variaciones similares del ADN entre los individuos, son especialmente fuertes en relación a genes involucrados en la formación de la boca, nariz, ojos, barbilla y frente. 

Las diferencias entre los “dobles” responden sobre todo a la distinta composición de su epigenoma, al igual que al diferente contenido de bacterias y virus en sus cuerpos. Pero debido a que la población humana es muy numerosa, cada vez es más probable de que se produzcan las repeticiones en espacios concretos. 

Adicionalmente, las características no solo parecen parar en la parte física, sino que además afectan a otras propiedades como la altura o el peso, extendiéndose además, a ciertos rasgos del carácter y comportamiento. Como podrían ser el tabaquismo, la educación o la afinidad con el alcohol. 

Un futuro de aplicaciones

A pesar de que el estudio cuenta con limitaciones importantes, como un pequeño tamaño de la muestra, el uso de imágenes 2D en blanco y negro, y el predominio de participantes europeos. Si se puede decir que los resultados iniciales pueden proporcionar una base, para aplicaciones futuras en diversos campos como la biomedicina, la evolución o la medicina forense. 

La realidad es, que esta investigación, a pesar de ser pequeña, abre un gran número de posibles líneas de investigación, de entre las que destacan:

  • A partir del análisis de la imagen y forma de la cara, se podrían diagnosticar enfermedades genéticas
  • A partir de una muestra de ADN desconocida, se puede reconstruir la cara de la persona a la que pertenece ese material genético, conformándose en uno de los mayores deseos de la medicina forense y criminalista. 

Autor

Grado de Publicidad y Relaciones Publicas en la Universidad Pontificia de Salamanca.