- Hace un par de días, Ravil Maganov, presidente de Lukoil, la mayor productora de gas y petróleo en Rusia, murió tras “tirarse” por la ventana del sexto piso del Hospital Clínico Central de Moscú, donde fue ingresado tras sufrir un ataque cardiaco.
Antes de hablar sobre los oligarcas. Si hay algo que está claro, es que la historia de Rusia, es la historia de un país sangriento, repleto de crueles regímenes, guerras y un sistema de servidumbre feudal que no fue sino abolido a finales del siglo XIX. Con la llegada del comunismo y la revolución bolchevique, no sería descabellado decir que los abusos cometidos por los pasados zares, palidecieron ante las purgas de Stalin, las grandes hambrunas y las sucesivas reestructuraciones del estado, llevadas a cabo sobre pilas de cuerpos.
Para cuando la Unión Soviética cae, ya se había constituido como todo un ejemplo histórico de represión y asesinato, dejando atrás una Rusia en cenizas, controlada por mafias de toda índole. Cuyos caciques provenían del mismo sistema soviético, muchos de ellos siendo antiguos miembros del servicio secreto o el propio ejército, que no solo buscaban llevarse una pieza del pastel, sino perseguir una vida política.
La Historia de Rusia, como ya se ha dicho, es una historia de sangre y muerte, de intrigas políticas y rivalidades escondidas. Sin embargo, a pesar de que la historia de muchos países del mundo, incluido europeos, también es así. Rusia ha sabido perfeccionar sus artes, hasta el punto en que parece el auténtico Juego de Tronos moderno.
Habiendo asentado el tono. Ravil Maganov, presidente de Lukoil, era conocido por expresar su deseo de que la guerra en Ucrania terminara mediante la vía de negociaciones y la diplomacia, reflejando su postura antibélica en público y de manera muy abierta. Llegando, incluso, a lanzar mensajes en nombre de la compañía, lamentando sinceramente la situación de todas las víctimas por la tragedia de la guerra.
Maganov hizo esto, a lo largo de un periodo, que todavía continua, en el que el gobierno del Kremlin busca convencer a su ciudadanía de que apoyen la guerra en Ucrania, y sigan resistiendo ante las sanciones que los “provocadores” poderes europeos y mundiales están imponiendo a Rusia.
Según las fuentes oficiales, Maganov, de 67 años, tomaba antidepresivos y estaba ingresado en el hospital a causa de un ataque cardiaco. Durante su proceso de recuperación, debió encontrar el momento “perfecto” y decidió tirarse por la ventana de su habitación en el sexto piso, del Hospital Clínico Central de Moscú, dejando atrás toda su vida.
Curioso fue, cuando dos allegados del directivo, confesaron a Reuters, la agencia de noticias británica, que creían altamente improbable que él hubiese sido capaz de llevar a cabo un suicidio, debido a que no mostraba ningún síntoma de depresión.
La lista engorda
Maganov se une, sin duda alguna, al grupo de oligarcas y magnates que han decidido morirse sin más, tras el inicio de la guerra en Ucrania, todos ellos, también curiosamente en contra del conflicto y fuera de las sanciones europeas.
Esta primavera, dos multimillonarios rusos y empresarios del gas, Serguei Protosenya y Vladislav Avayev, decidieron asesinar a sus familias sin más, para después quitarse la vida.
El caso de Protosenya es especialmente interesante, por haber tomado lugar en nuestro país. Los Mossos d’Esquadra llevan investigando desde el pasado 20 de abril la muerte la familia, en su casa dentro de la urbanización de Els Pinars de Lloret de Mar en Gerona. Serguei mato a su mujer de 53 años, su hija de 16 y después se habría suicidado ahorcándose desde una barandilla en el jardín de la finca. Los cadáveres de las mujeres estaban tapados con sabanas, y contaban con numerosas heridas por arma blanca.
Justo ese mismo día, era encontrado en su apartamento de Moscú, Vladislav Avayev, exvicepresidente de Gazprombank y antiguo alto funcionario del Kremlin. Junto a él, se encontraron los cuerpos de su mujer, de 47 años, y su hija menor, de 13, que presentaban numerosas heridas de bala.
A día de hoy, ya son 7 prominentes oligarcas rusos, los que yacen muertos tras el inicio de la guerra en Ucrania. Todos ellos cometiendo suicidio, y algunos llevándose a sus familias consigo. Curioso, parece que los trastornos mentales mortales se contagian.
Por si les entra curiosidad, sobre estos oligarcas, sus nombres son los siguientes:
- Mikhail Watford
- Vladislav Avayev
- Alezander Tyulakov
- Leonid Shulman
- Vladislav Avayev
- Serguey Protosenya
- Ravil Maganov
Link de información adicional: https://www.elcorreo.com/internacional/larga-lista-muertes-magnates-rusos-20220902103610-nt.html
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