El 81% de las empresas españolas percibe el impacto del entorno económico en el riesgo de crédito de su cartera comercial. Una de las novedades de 2024 es que se modera la perturbación provocada por la evolución de los precios: el incremento general de la inflación es señalado como un factor desestabilizador del comportamiento en pagos y la solvencia de los clientes por el 46% de las empresas, un porcentaje todavía muy elevado, pero 21 puntos por debajo de hace un año; el incremento de los costes financieros también cae ocho puntos, hasta el 35% de las empresas y los costes de la energía caen 30 puntos hasta el 27%. El elemento novedoso es la mala evolución de la demanda, señalado como un factor perturbador de los pagos de los clientes por el 33% de las empresas, cuando hace un año era testimonial. Son también relevantes las tensiones geopolíticas (citadas por el 21% de las empresas) y los problemas en la cadena de suministro (20%).
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