El Día de los Muertos

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Cementerio de Salamanca - Santos

Los buñuelos y los huesos de santo han tomado los escaparates de nuestras confiterías. Los niños buscan el mejor disfraz de esqueleto, fantasma. Llega el Día de todos los Santos y el Día de Difuntos, llega Halloween, llega el Día de los Muertos en México, con sus desfiles, sus altares coloridos y su pan de muerto. A finales de agosto, en China, durante el Teng Chieh, preparan comidas especiales en ofrenda a los difuntos y lanzan bonitas luces a volar. En Japón, durante el Obon, acuden a las tumbas de los familiares y encienden linternas que flotan en el agua.

Da igual cuándo lo celebres y da igual cómo lo llames. Por todo el planeta, hay unos días cada año en que todos orquestamos una visita al cementerio cargados de instrumentos para sacudir polvo de tumbas y nichos. Armados hasta los dientes de flores y dulces miramos de frente a la Muerte para decirle: Que no, Muerte, entérate bien que tú no ganas. No te los has llevado porque están con nosotros.

Todas las leyendas de día de difuntos nos hablan de fantasmas, de muertos que regresan a los lugares donde vivieron. ¡Qué miedo…! Pues sí, pero es que en un artículo sobre el Día de Difuntos, en Halloween, pasar algo de miedo es obligatorio. Y para eso nadie mejor que Becquer y El monte de las ánimas:

“[…] dicen que, cuando llega la noche de Difuntos, se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por entre las breñas y los zarzales. Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies de los esqueletos.”

Pero todo este trasiego de fantasmas y esqueletos apareciéndose en las leyendas, las novelas y el cine expresan una realidad nada aterradora, y es que a nuestros muertos los sentimos muy vivos. En alguna parte de nosotros, llámalo cerebro o llámalo corazón o llámalo alma, siguen resonando sus voces, sus risas, sus enfados, sus consejos, sus enseñanzas…, están vivos. Entérate bien, Muerte, que tú no ganas.

En los muros de la Iglesia de San Julián está escrita esta frase: “Los que dan consejos ciertos a los vivos son los muertos”. Mariano José de Larra en su Día de Difuntos de 1836 dice : “Ellos hablan al mundo. Hablan en voz bien alta y que ningún jurado se atrevería a encausar y a condenar”. Y a ver quién se atreve a enmendar la plana a Larra. La muerte desde luego no ha podido llevarle la contraria. Aún muerto, Larra sigue hablando por los codos. No cabe duda entonces de que hablamos con nuestros muertos y de que ellos también nos hablan. Nos comunicamos, los queremos y los recordamos más allá de la muerte.

Por eso, estos días acudimos a los cementerios, adecentamos las tumbas, las adornamos y nos enfrentamos a la Muerte de la forma que mejor se nos da: celebrando la vida. Fiestas con buñuelos, huesos de santo, pan de muerto, truco o trato y caramelos, flores, calaveras de colores, desfiles, luces…

Una vez al año damos una fiesta para recordar a los que se fueron. Y una vez al año los que se fueron aprovechan esta fiesta para hablarnos, con esa voz bien alta que decía Larra, y darnos ese consejo cierto grabado en los muros de san Julián.

Pasear entre sus tumbas y nichos nos ensimisma a lo mejor en preguntas metafísicas más o menos religiosas, más o menos ateas, hasta que a la vuelta de alguna tumba se nos aparece por fin la cuestión más inmediata, nos la lanzan a la cara sin tapujos los que tanto nos quisieron y ya no están: Pero vamos a ver, déjate de historias, ¿tú estás verdaderamente vivo? ¿Lo estás? Porque deberías estarlo…

La vida a veces se vuelve tan oscura y llena de preocupaciones que nos olvidamos del sol, de nuestros sueños, de ser libres, de no dejarnos someter a intereses, a voluntades, al qué dirán, a caprichos ajenos que siempre oscurecen… De todo esto es de lo que nos hablan los muertos estos días. De lo importante que es no olvidar que estamos vivos. ¿Lo estamos?

¡Feliz día de los Muertos!

 

Autor

Escritora. Licenciada en Derecho. Licenciada en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada.

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