El «polémico» arte moderno

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comedian maurizio cattelan

El «polémico» arte moderno

Para muchas personas, la palabra «arte» acaba cuando empiezan los «ismos«. Los ismos son como se conoce a los movimientos artísticos que comenzaron a mediados-finales del s.XIX, impresionismo, cubismo, surrealismo, expresionismo…

Estos movimientos artísticos, al contrario que los anteriores, como el renacimiento, el barroco o el romanticismo se diferencian, entre otras muchas cosas, en su duración. El renacimiento, barroco o romanticismo abarcaron un siglo entero, mientras que los ismos fueron cambiando en poco más de medio. ¿Por qué? La revolución industrial, la aparición de la imprenta, el ferrocarril o la fotografía tienen la culpa.

Antes, los estilos que surgían se propagaban muy lentamente, los artistas tenían que viajar a otros países, o sus obras se regalaban a aristócratas y realeza que las ponían «de moda». Con la revolución industrial, el viajar y la comunicación se redujo a tiempos nunca antes vistos, la imprenta democratizó el arte y poco menos que cualquier persona de a pie podía tener una reproducción de las obras de los artistas, la fotografía abrió un camino solo soñado hasta entonces, surgió el fotomontaje, la captura inmediata de la realidad, plasmarla en una pintura dejó de tener «atractivo», puesto que una cámara lo podía hacer en cuestión de minutos. Era hora de renovarse.

Desde entonces los movimientos artísticos no han parado de surgir, la información fluye, las influencias son millares, ya no les ponemos nombre, porque no da tiempo. Ahora todo es arte moderno, pero muchas personas discuten en la palabra «arte».

Se cuestiona la originalidad de las obras, puesto que ya nada es «nuevo» y todo tienen una influencia clara, también se habla de la poca intencionalidad de mensaje que desprenden algunas de las obras o de la falta de significado. Se lo califica de «basura» o como «la obra de un niño». Muchos artistas defienden la ruptura del arte moderno con el anterior como el propio mensaje, cualquier cosa puede ser arte, la intencionalidad depende del espectador.

Aun con todo, ha habido varias polémicas actuales que han llamado la atención, ya en los comienzos del conocido arte moderno, como la de Marcel Duchamp y su «La fuente»

Duchamp presentó este orinal firmado en una exposición en 1917. La obra fue rechazada y abrió el debate sobre lo que puede ser considerado arte. Aunque la obra original se perdió, se hicieron hasta 15 copias que ahora se exponen en diferentes museos del mundo.

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También es conocida la obra de Andres Serrano, «Piss Christ» (Inmersión en orina, en el título en español), una fotografía de un crucifijo sumergido en la orina del propio Serrano. La obra, realizada en 1987 conllevó una gran polémica, no solo en el mundo del arte, si no entre grupos religiosos e incluso el congreso de Estados Unidos. La obra ha sido vandalizada varias veces y el museo de arte contemporáneo de Chicago, que la expuso en 1989, perdió la subvención que le proporcionaba el congreso de los Estados Unidos a cuenta de ello. Mucha gente la defiende, diciendo que la obra desafía el papel de la religión en la sociedad.

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En el ojo del huracán estuvo también Maurizio Cattelan con su obra «Comedian«, un plátano pegado a una pared con cinta adhesiva gris, presentada en el museo de arte moderno de Miami en 2019. Aunque el artista no dio una explicación clara de lo que quería representar con la obra, vendió copias por sumas comprendidas entre 120.000 y 150.000 dólares. La obra fue vandalizada y al poco tiempo retirada por la preocupación a nuevas vandalizaciones y por su facilidad para copiarla.

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El debate sobre si estas obras pueden considerarse arte o no sigue abierto, algo que muchos de los artistas defienden que es la prueba de que si lo son, puesto que ven el arte como una forma de abrir nuevos debates, empujar los límites y salir de las casillas que impone la sociedad. Los defensores de esta idea creen en la idea de expresarse libremente, sin tener que pensar en quien puede ofenderse.

Las personas que lo critican, sin embargo, ponen en duda el valor artístico de estas obras, el buen gusto o los motivos por los que los artistas recurren a la polémica. Defienden que son personas únicamente detrás del valor monetario que esta polémica les da, y no la ruptura con distintas formas de arte o la libertad de expresión.

Es, sin duda, interesante ver como nacen nuevos estilos artísticos y como los seres humanos son capaces de crear y ver arte en prácticamente todo lo que nos rodea, lo podemos ver todos los días en las redes sociales. Sin embargo, seguimos viendo la polémica en el arte que se expone en grandes museos.

Surge la pregunta entonces ¿Es el arte moderno lo que no gusta, o que se paguen cantidades desorbitadas por ello?

Abrimos debate.

 

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Creadora de contenido digital. Experta en diseño gráfico, video y marketing.