Jeff Koons es un artista estadounidense nacido en 1955, conocido por sus obras de arte en instalaciones y esculturas que utilizan la cultura popular, el consumismo y la tecnología para explorar temas como la belleza, la banalidad y la seducción.
Koons comenzó su carrera artística en la década de 1980, creando esculturas en acero inoxidable y otros materiales industriales que parecían objetos cotidianos, como una aspiradora o un globo aerostático. En su obra «Balloon Dog» (1994-2000), Koons creó una serie de esculturas en forma de perro hechas de acero inoxidable brillante, que se han convertido en algunas de sus obras más icónicas.
En la década de 1990, Koons comenzó a crear obras más grandes y complejas, a menudo utilizando materiales como el vidrio, el mármol y la porcelana para crear obras de arte en instalaciones que exploran temas como la seducción, la sexualidad y el deseo. En su obra «Made in Heaven» (1990-1991), Koons colaboró con su entonces esposa, la actriz y artista italiana Ilona Staller, para crear una serie de esculturas y fotografías que representan su relación en poses eróticas explícitas.
Desde entonces, Koons ha continuado explorando temas similares en su trabajo, a menudo utilizando la cultura popular y los iconos del consumismo para crear obras que son tanto provocativas como seductoras. En su obra «Puppy» (1992), Koons creó una escultura gigante en forma de perro hecho de flores, que se convirtió en una atracción turística en Sydney, Australia, siendo su casa permanente Bilbao desde 1997. En su serie «Celebration» (1994-2007), Koons creó una serie de esculturas en forma de dulces y globos, que se exhibieron en el Museo Whitney de Arte Estadounidense en Nueva York y en otras galerías de todo el mundo.
El trabajo de Koons ha sido objeto de controversia y debate en la comunidad artística y más allá, con algunos críticos argumentando que sus obras son frívolas y vacías, mientras que otros las ven como una crítica irónica del consumismo y la cultura de la celebridad. En cualquier caso, el trabajo de Koons ha sido ampliamente reconocido y premiado, y se ha convertido en algunas de las obras más icónicas e influyentes de la arte contemporáneo.
Entre los muchos premios y reconocimientos que ha recibido Koons a lo largo de su carrera se encuentran el Premio Internacional de Arte de Japón (1998), la Orden de las Artes y las Letras de Francia (2007) y la Medalla Nacional de las Artes de Estados Unidos (2013).