Dicen que después de la tempestad llega la calma. No siempre es así en el mundo del fútbol y menos en la sociedad actual en la que vivimos, pues los clubes se han convertido en un reclamo de información para sus seguidores. Al final, todo son procesos. Son como las carreras del galgo, las que no echa las lleva en el cuerpo. Pues algo así. Puedes fichar nada más terminar una temporada o puedes tomarte las cosas con calma, aunque acabarás fichando el mismo número de jugadores. Como decía un presidente del propio Salamanca UDS, el domingo saldremos con once. Al final, esto no son matemáticas. Es fútbol y en el fútbol influyen múltiples factores que arrojan un resultado… o el contrario y muchas veces no hay nadie que encuentre explicaciones.
Sin embargo, las cosas bien hechas suelen tener buenos resultados, aunque tampoco sean garantía de nada. Y no debería ser tampoco yo quien juzgara las cosas, aunque lo que sí vamos a hacer es dedicar un rato para analizar.
Si nos atenemos a los hechos, el Salamanca UDS parece haber adelantado los deberes veraniegos. Vamos, que hizo lo que suelen hacer los buenos estudiantes, coger el libro de vacaciones de Santillana y devorárselo en dos tardes. Al contrario de lo que ha realizado otras pretemporadas y cogiendo por sorpresa a la mayoría, en un pim, pam, pum tiene entrenador y más de media plantilla configurada. Por primera vez desde que los actuales gestores asumieron el mando directo, ha apostado por renovar a parte de la plantilla y tanto los renovados como los fichajes realizados hasta la fecha son futbolistas de garantía suficiente para exigirle al club el ascenso directo a Segunda RFEF. Así, sin paños calientes.
El tema es que la perspectiva no hay que perderla nunca. El equipo terminó la temporada con buen sabor, pero no logró el objetivo del ascenso y eso también hay que recordarlo. Y sucedió con jugadores que deberían tener ‘el culo pelao’ en esas situaciones. Lucharon hasta el final, el matrimonio con la afición fue total, el arbitraje, el fallo aquel a puerta vacía, el poste,… todo lo que ustedes quieran. No ascendió, así que a ser prudentes y trabajar sin vender la piel del oso hasta cazarlo.
A los fichajes ningún pero. Son jugadores de garantías y alguno que otro muy ilusionante. Aquí, personalmente, la llegada de Cristeto es un espaldarazo. Un jugador que el club quiso hace tiempo y un jugador que nunca ha escondido su ilusión por regresar a su casa. Llega en el mejor momento y con una experiencia importante. Como dicen los argentinos, aquí bancamos a Cristeto. Al resto, les dejo que los analicen ustedes porque si no me enrollo demasiado.
Una cosa hay que dejar clara. Ningún jugador va a jugar gratis. Lo digo por el rollo ese de del ADN y tal, que no dudo que alguno no lo tenga, pero la exigencia debe ir en función también del salario. ¿Hay que quererlos? Muchísimo. ¿Hay que exigirle el máximo? También. La fiesta, cuando consigan el objetivo. No empecemos con los pulgares arriba y ‘caras sonrientes’ cuando no se haya conseguido todavía nada porque eso, al final, se queda en el olvido. Aquí sólo vale lograr los objetivos.
Vamos con las renovaciones. Ilusionantes, también. Gente muy querida, por supuesto. Garantías, casi máximas. Pero también hay que ver que no todos los jugadores que han renovado han sido definitivos a lo largo de la temporada. Algunos deben dar el salto este año para devolver al club la confianza depositada en ellos.
Y por último, en este rápido repaso vamos con el tema de los abonos. También por sorpresa, el club lanzaba la campaña de abonados más prematura (no sé si es la palabra adecuada. Si no lo es utilicen temprana) que un servidor conoce. La respuesta… espectacular. Casi 5.000 abonados en apenas días (que acabarán superándose con muchas creces) en un equipo en una Tercera RFEF que es de carácter regional. Una locura, pero hasta ahí. Ahora ya seguirá el goteo incesante sin la intensidad del comienzo. Pero lanzo aquí una idea que se convertirá en hecho a poco que las cosas se den. Si el club empieza la temporada con 6.000 y hace una buena primera parte (Liga y Copa Federación) con excelentes resultados, una campaña de segunda vuelta puede llevar la cifra de abonados a límites que ni siquiera yo me atrevo a poner. Pero eso sí que puede ser una locura. Carnets de segunda vuelta a un precio asequible, con el equipo a punto de ascender, puede empujar a otros cuantos miles de aficionados a subirse al carro y hacer historia. Ahí lo dejo.
Pero para ello deben darse esos condicionantes que hemos ido apuntando. Hay que ver también como completa el club la plantilla. Si empiezan con probaturas y de los que hay se lesiona alguno y alguno se borra, extremen las precauciones y agárrense al asiento.
Lo único claro es que el club, en apenas tres semanas ha conseguido recaudar una cantidad muy importante de dinero que, a buen seguro, le habrá servido para terminar de poner al día sus cuentas, unas cuentas en las que se han tapado muchos agujeros y agujeros muy, muy gordos. Igual que se dicen unas cosas, también hay que decir otras y esto debe ir en el haber del club y, como cabeza visible de Rafa Dueñas, que es el que se lleva siempre todos los palos cuando las cosas no se hacen bien, así que también hay que darle su mérito en este sentido. Tampoco está mal y es justo hacerse eco de estas cosas.
Y ya para cerrar y para que no se nos escape detalle. Hemos estado repasando los rivales del Salamanca UDS para el próximo año. Que el equipo charro tiene que ser superior, hasta con un pie atado a la espalda, pero que es un grupo mucho más competitivo que otras temporadas también. Todos los años hay cuatro o cinco equipos que suelen ser superiores al resto. Esta campaña, además de varios equipos fuertes, el nivel medio parece muy superior al de las últimas temporadas, o lo que es lo mismo, la mayoría de los equipos pueden estar luchando por la fase de ascenso como pueden estar luchando por evitar el descenso. Al menos, a priori y viendo cómo van respirando.
Así que, de momento, a descansar. Playa, cervecita, esperar que la plantilla se complete y mantener viva la ilusión porque el balón empiece a rodar. Nosotros seguiremos por aquí dando la tabarra de vez en cuando. ¡Y que no falte!
