Parece ya una constante en el club, lo de pegarse la panzada la noche antes del examen para sacar ese suficiente que te da acceso al curso siguiente. En este caso el Salamanca UDS se clasificaba ayer para la Copa del Rey, algo que no sucedía hace años y que debería ser un acicate para el club, una motivación para, de una vez por todas, empezar a hacer las cosas bien, que tenerlo, lo tienen casi todo para ello.
Pero, en realidad, no es éste el motivo nuclear de este artículo. No es el irse de ‘Copas’ sino el ‘a última hora’. El Salamanca lograba ayer una victoria contundente… ante la Ponferradina B, un equipo que camina en lo más bajo de la tabla, así que lo de sacar pecho y besarse el escudo y la fotito del +3 son cosas que siempre deberían sobrar y dejarlas para acontecimientos importantes, pero instalados en una época de mediocridad como la que vive la sociedad actual, pues todo vale.
Quien me conoce sabe que llevo toda la temporada diciendo lo mismo. Que la plantilla que tiene el Salamanca UDS, al menos parte de ella, era para ir ganando 3-0 a la mayoría de rivales en el minuto 60 y la última media hora para Jorge, para Félix, para el resto de jugadores sub-23 y para jugadores del filial. Algo necesario sobre todo cuando, a pesar de contar con un grupo de jugadores de enorme calidad, dejas coja la plantilla y con importantes carencias.
Así, en el play-off, habría cuatro o cinco jugadores bien rodados y que podrían aportar como uno más. No jugadores a los que le metes la responsabilidad y la presión que no han sentido durante el resto de la temporada. Que, oye, a lo mejor luego te responden mejor que nadie, pero la lógica dice todo lo contrario.
Después de fracasar en el objetivo de ascender directamente en la Liga Regular (bueno, queda un partido y la decisión de esos dos puntos ante el Villaralbo), llegarán los ‘play-off’. Los ‘play-off’ son otra competición que nada tiene que ver con lo disputado hasta ahora. Lo bueno es que tenemos varios jugadores con el ‘culo pelao’ de afrontar situaciones similares. Lo malo es precisamente, eso, que es un contexto distinto, que son partidos a 180 minutos, que llegan los calambres, que los detalles ya no tienen vuelta atrás y cualquier fallo te manda para casa. Bueno. Tenemos experiencias de todo. En la retina queda aquel play-off que en la 2017-18 permitía al Salamanca UDS subir a Segunda B. y también el nefasto play-off del año pasado que, aun así, tampoco fue justo para el equipo blanquinegro, que tuvo fases en todas las eliminatorias en las que fue superior a sus rivales, aunque el Sant Andreu le ‘mojara la oreja’ y lo de mojar… nunca mejor dicho.
Sea como fuere, toca cambiar totalmente el ‘chip’. Como se suele decir, es el momento en el que los niños deben dejar paso a los hombres (eso o madurar de forma instantánea). Es la hora de ver si los experimentos (léase no reforzar algunas zonas del campo y reconvertir a jugadores a otras posiciones). Y, sobre todo, es el momento en el que los técnicos, tan denostados por su labor en partidos anteriores, demuestres sangre fría y conocimiento del fútbol español y de este formato de competición.
Como digo siempre y aunque quede un partido, lo bueno del fútbol es que cada siete días tienes una reválida. Se ha fracasado en el primer objetivo, vayan con todo a por el segundo.
