Una semana después todo se ve con otra perspectiva y ya estoy listo para la próxima embaucada (como le diría a mi amigo Ricardo de Cádiz) en la que me meta yo solito porque en realidad no hace falta que nadie me insista mucho.
El enfado conmigo mismo por no preparar la Media Maratón de la Diputación en condiciones se me pasó rápido y os agradezco los ánimos recibidos por las redes sociales y en persona. Era un enfado que más que nada tenía el objeto de autoconcienciarme en que las cosas hay que prepararlas bien y no lanzarme a hacer algo (deportivamente estamos hablando), aún a sabiendas de que no va a salir bien y que sí, que lo podré acabar pero sufriendo más de lo estrictamente necesario, como fue lo que sucedió.
Estoy seguro por cómo me he recuperado y me he sentido estos días, que si la media hubiera sido este fin de semana habría tenido un final muy diferente, con un mejor tiempo y sobre todo, y más importante, acabando con unas mejores sensaciones y sin sufrir.
Y es que el jueves, en la actividad de iniciación a la carrera y en la que por cierto nos reunimos pocos debido a la meteorología, salí bloqueado, pero según pasaban los minutos me fui encontrando cada vez mejor, hasta el punto de que los dos últimos kilómetros fui subiendo el ritmo poco a poco y acabé haciendo tiempos en los que no corría desde la temporada pasada. Así que, como no hay mal que por bien no venga (en algunos casos, claro) por lo menos la media ha servido para mejorar fondo y ritmos de hace meses. Otra cosa será lo que dura esa mejora.
Para este domingo pasado, compañeros del club ciclista tenían pensado realizar la ruta MTB de Ávila a Alba que ya hemos hecho en alguna que otra ocasión. En mi caso y de antemano ya les dije que me encantaría, pero que teniendo en cuenta que con la bici no había salido en dos semanas y que además los últimos recorridos no habían pasado de las dos horas, no estaba preparado para hacerla en su totalidad y lo más a lo que me comprometía era a acompañarles un tramo saliéndoles al encuentro a la llegada.
Había pensado incluso que me atrevía a hacer la ruta pero con la bici de carretera puesto que en esa modalidad son menos kilómetros y menos tiempo y por lo tanto sería un esfuerzo relativamente asequible. De todas formas y según iban acercándose los días tenía claro que no iba a hacer ninguna de las opciones puesto que la climatología iba de mal en peor y entre el agua (que hace muchísima falta) y el viento no era el momento y más cuando se puede realizar cualquier otro fin de semana.
Además, de esa manera me dará tiempo a ir saliendo un poco más en bici, subir distancias y plantearme hacer la ruta tal y como la tienen prevista porque lo cierto es que es bonita y me apetece realizarla ya que la última vez que la llevaron a cabo no pude acompañarles por coincidencias laborales.
Así que el sábado con el aire que hacía y la probabilidad de lluvia tocó volver al rodillo y pedaleando estuve en lo que vi una película. A ver si el próximo fin de semana retomo las salidas por el campo que ya las tengo casi olvidadas, ahora que todavía no tengo otras obligaciones.
Y es que la temporada de juegos escolares va a comenzar en tres semanas y entonces ya estaré supeditado a las jornadas en las que tenga que ir con la escuela de atletismo a competir.
El 13 de noviembre nos estrenaremos en Castro Enríquez y tengo ganas de que llegue el día porque hay bastantes niños nuevos y buenas sensaciones para la competición por equipos y, como decía antes con lo de `no hay mal que por bien no venga´, resulta que la modificación de edades nos ha dejado sin equipos benjamines pero por el contrario mantenemos en las mismas categorías los núcleos de los equipos que tan buenos resultados tuvieron el año pasado. Después ya veremos qué ocurre, pero por lo menos a priori las perspectivas son buenas y además ellos lo saben y están animados.
Por cierto, récord de participantes en la escuela con 42 atletas inscritos para esta temporada. Un reto el entrenar y controlar yo solo a tanto niño, pero con la ayuda de los mayores y la buena disposición de los padres a la hora de echar una mano, como viene siendo la norma y estoy agradecidísimo por ello, seguro que todo sale bien.
La foto del día es para Sandra, ya habitual, Teresa, su hermana e integrante del grupo de iniciación, e Isma, que hace poco se ha enganchado a esto de correr y nos acompaña también en la actividad de iniciación a la carrera. El domingo estuvieron en la carrera de los mil pasos. Enhorabuena y ya sabe él que espero me acompañe en la media del próximo año.