El Velero del Salamanca UDS vara, aunque sigue con clima favorable

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Sé que puede parecer un contrasentido, pero las sensaciones son las que hay y no podemos negarlas. Es cierto que esto es Tercera y aquí cualquier punto se suda, todos los rivales van con el cuchillo entre los dientes y todas esas cosas que llevamos apuntando durante meses. También lo es que la plantilla del Salamanca UDS debería ser, yo afirmo que es, superior al resto de plantillas del grupo. Pero de ser la mejor plantilla a ser el mejor equipo dista un abismo y, aunque la racha del equipo es de cuatro triunfos y un empate, lo cierto es que las sensaciones no pueden ser tan halagüeñas como nos gustaría pues es cierto que el conjunto charro está firme en puestos de ‘play-off’ de ascenso y que ahí puede pasar cualquier cosa, pero también lo es que en esta ocasión lo es por méritos de otros, gracias a la derrota del Tordesillas. Si no, por lo ofrecido por los blanquinegros en el Helmántico estaríamos hablando de otra situación bien distinta.

En lo de que hay que confiar, apoyar y ser optimista estamos casi todos de acuerdo. De hecho, el equipo charro no puede tener la más mínima queja. El Helmántico presenta buena presencia y la gente del Fondo Sur ha vuelto a volcarse en la animación.

Sin embargo, este domingo, el equipo charro, aunque tuvo ocasiones claras que podían haber arrojado otro resultado, no hizo méritos para ganar y, yo diría, que ni para empatar. En muchas fases estuvo a merced del Numancia B de un viejo conocido. Y eso es algo que el Salamanca no debería permitirse nunca. El Helmántico tiene una historia que, al menos en estas categorías, tiene que ser honrada. El Salamanca UDS no puede ni debe permitirse, bajo ningún concepto, estar bajo el dominio de ningún rival y eso no sucedió el otro día, pero tampoco sucedió en el partido anterior en la segunda mitad, y tampoco sucede fuera. El equipo no acaba de lograr victorias claras que consiguen otros equipos. ¡Coño!, una victoria con claridad y sin sufrir, que tampoco es mucho pedir. Como el 3-0 ese al Virgen del Camino.

No sé. Llamadme loco, pero no hace falta que ganen 5-0 al descanso. Me basta con un 2-0 camino de los vestuarios y en la segunda mitad pegarte una fiesta y ganar 3-0 o 4-0. Sin que se te salga el corazón por la boca ni estés temblando en ese córner del rival en el tiempo de prolongación. Por mucha Tercera y por mucha igualdad que haya. Que hasta los equipos que están en descenso han disfrutado de esos partidos que aquí hace tiempo que no vemos.

Y no es por calidad, porque en esta plantilla hay jugadores con una calidad indiscutible y capacitados para que el conjunto charro realice ese partido completo. Esperemos que llegue en esta recta final, porque si no con los enfrentamientos que hay puede ser hasta un suplicio el final de temporada y ver comprometido, incluso, el ‘play-off’ que parece casi asegurado.

Reconozco que no soy muy expresivo. No suelo celebrar los goles, no suelo levantarme, no suelo tampoco enfadarme mucho, pero cuando vas al campo siempre esperas algo que llame tu afición, que a la mayoría de la gente levante del asiento. Eso también es fútbol. Yo diría que es una parte muy importante del mismo. El equipo charro había cogido velocidad de crucero, sí, quizá con fortuna en algunos partidos, pero este domingo parece que quedó varado y tuvo que llegar el viento tordesillano para permitir que las aguas fueran calmadas, pero este equipo tiene que espabilar, y que me disculpen la expresión. Los jugadores tienen que disfrutar, los técnicos tienen que conducirlos y la afición tiene que llevarles en volandas no sólo a la victoria, sino a hacer partidos rotundos en los que se mezcle la victoria con un juego satisfactorio y con una superioridad que no te lleve a estar sufriendo hasta el último momento.

Autor

Periodista y comunicador. Licenciado por la Universidad Pontificia de Salamanca.