Antes de nada me gustaría felicitar a mis compañeros de La Cofradía por ser los elegidos por el presidente del Salamanca UDS para que se le realice una entrevista. No se prodiga mucho D. Manuel Lovato y cada aparición es de agradecer, aunque a veces no se saquen muchas cosas en claro. El hecho de que alguien –que no sean los entrenadores o algún jugador veterano- de la cara en público a las orillas de la carretera de Zamora es de agradecer.
Es cierto que ya no tiene la trascendencia de antes. Es cierto de que le importa a un público muy reducido, pero no por ello debe dejar de aplaudirse. Además, siempre se saca algo para que la gente se entretenga. Alguna promesa a futuro, alguna revisión a presente. Siempre da la impresión de que las cosas van a cambiar en un instante. En esas escasas apariciones de D. Manuel (Lovato, no Lopera) siempre está cercana una visita a Salamanca. Esas visitas son para un determinado grupo de aficionados como el ‘maná’. Uno ya visualiza al mandatario salvando goles en el césped y rematando centros imposibles, pero después de un mes en nuestras tierras, vuelve a inmiscuirse en su resto de realidades y el panorama (al menos en lo sucedido hasta la fecha) vuelve a ser el mismo de siempre (incluso peor). Pero bueno, al menos sirve para calmar a un grupo de aficionados siempre beligerantes en redes sociales, aunque a partir de abril entonen luego el #Lovatoveteya.
Lo bueno de D. Manuel es que no tiene frenos en según que temas. Nunca falta la alusión a Unionistas (aunque Unionistas esté ahora mismo a otro nivel, sobre todo estructural y deportivo), nunca falta alguna alusión directa o indirecta a Movilla, nunca falta recordar los tres ascensos consecutivos (en los que sin duda, el mérito estuvo en la gente que estuvimos dentro aunque muchos eludiéramos la foto. En la familia de Ángel Martín, entre otros, en David ‘Lucky’ y su chica, en Rubén ‘diseños’, en Dani Dj y, sobre todo, en la parcela técnica y deportiva, en especial Carlos Martín al frente del proyecto, con la ayuda de otros, entre los que un humilde servidor también se encontraba, con sus muchos defectos… pero también con alguna virtud).
Da igual si lo que dice está bien o mal. Da igual si en alguna declaración deja en entredicho a alguien. Es su club, es su estadio y se lo puede permitir. Al menos en estas apariciones parece que se entera de cosas de las que debía estar enterado y parece ser que no lo está, o al menos eso intenta transmitir. Posibles vetos, la situación de sus inversiones, el descontento de la afición, lo que ésta piensa. Son cosas que parece le llegan de nuevas. Y eso siempre trae consecuencias inmediatas.
Al final la conclusión es que “no vende” el club, aunque reconoce que una vez estuvo casi a punto. Las cosas se venden o no se venden, pero a mí me dio la impresión de que no vende porque no hay ninguna oferta que satisfaga sus pretensiones, que si alguien le pusiera la pasta que desea calentita, la cogería y saldría corriendo en busca de nuevas aventuras.
Habla de un cambio de cara del Helmántico. El Helmántico es un símbolo de la ciudad, pero hace años que es un símbolo dejado de la mano de Dios. Que necesita una reforma amplia y urgente, empezando por un césped que siempre fue referente a nivel nacional por su buen estado. Un césped que necesita ser cambiado, al igual que el sistema de drenaje para evitar que su deterioro lo siga convirtiendo en impracticable en algunas ocasiones.
Esperemos que ese remozado no consista en que algún operario coja un soplete y se ponga a tratar de rejuvenecer unos asientos necesitados de cambio. Que se meta mano a las humedades, que se arregle la estructura y no simplemente se tapen grietas y, sobre todo, que se ponga un videomarcador y un sistema de sonido acorde a la historia del recinto. Que se limpie el perímetro vallado y se cimente para que los compañeros fotógrafos y los ‘seguratas’ no terminen los partidos invernales de barro hasta las orejas y tras múltiples resbalones.
Sin embargo, no ha tardado ni un día en reaccionar para contactar con la afición. Cuando abrimos el Helmántico (digo abrimos porque un servidor pertenecía al club), el grupo de trabajo que había fuimos capaces de recuperar a la gente. Sólo el primer año, se veían entradas cada jornada muy superiores a las que esta temporada se están consiguiendo. Ya no les cuento el día del ascenso ante el Navega, ya no les cuento la época de Tercera División, ni el primer derbi ante Unionistas, ni el primer año en Segunda B, con entradas de unos 5.000 espectadores de media, con grandes entradas en varios partidos, superando los 10.000 espectadores. Discúlpenme si aprovecho para reivindicarme y para reivindicar a la gente que lo consiguió, pero entiendo que es de justicia.
En esa ansia por recuperar la afición, la medida más inminente se hacía pública ayer. Dar un carnet a cada uno de los abonados que se habían hecho. Aquellos que, a pesar de que al finalizar cada una de estas tres últimas temporadas decían que no iban a volver a caer, no tenían reparos en aguantar largas colas para sacar uno de los 1.000 abonos que, según el club, ponía a la venta. Perdónenme también que lo ponga en duda, porque hay gente que afirma haberse hecho abonado una vez superada esa cifra. Sea como fuere, el aspecto de la grada del Helmántico desde el comienzo de Liga ha ido de mal en peor y ha sido lamentable y doloroso para cualquier aficionado.
Sin duda una medida de este calado es para aplaudir. No ha tenido la trascendencia que a muchos le gustarían. Es más, en otros tiempos habría sido portada de todos los medios de comunicación. Ahora se tienen que conformar con espacios o localizaciones más reducidas y con menos visibilidad, pero queremos pensar que esto no es más que la siembra y que pronto la cosecha será mayor. De momento le ha interesado a esos mil que ven que pueden tener un amigo abonado que les ceda el nuevo carnet.
Pero si decimos que es para aplaudir, hay que analizar en profundidad, porque querer, desde una cuarta división, después de todo lo que ha llovido estos años, ayudar al abonado suena un poco ‘blasfemo’. Si quieres ayudar al abonado lo lógico es que pongas unos precios más asequibles de los carnets, más caros en Segunda RFEF que en muchos clubes de Primera RFEF. Si quieres ayudar al abonado puedes tomar la misma medida a un precio reducido para evitar agravios. Si quieres ayudar al abonado, calcula bien el precio de las entradas. El que quiere fútbol debe ser consciente que éste tiene un coste. Abrir el estadio cuesta dinero. Y por eso hay que empezar a desterrar lo gratis. En el citado programa D. Manuel habló de tomar alguna medida para la próxima temporada respecto a los abonados de ésta (llegó incluso a insinuar la gratuidad de los abonos). Esperemos que sea fiel a su palabra y la medida tomada ayer mismo para apagar algún fuego, no vaya en menoscabo de premiarlos para el año que viene. Empecemos a hacer las cosas bien, pero, sobre todo, en serio. Sin embargo, el club debería ser consciente de que han sido ellos mismos los que han limitado el número de abonos, por lo que ha habido mucha gente que, queriéndose abonar, no ha podido hacerlo. Nuevo desafío para los máximos responsables cara al año que viene.
Esto siempre me recuerda a lo que me decían siempre de pequeño cuando pedía alguna cosa a los mayores. “El tío regala hace mucho que se murió”. Pues no, parece que el ‘tío regala’ está muy vivo…
…To be continued
