Un día de esos que va a quedarse en la memoria

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Campeones Alba de Tormes

Este domingo teníamos la final de pista al aire libre. Había 25 atletas clasificados en distintas pruebas tanto individuales como en relevos y nunca habíamos ido con una representación tan alta.

A pesar de esto reconozco que el sábado estaba un poco cabreado porque iban a faltar uno por enfermedad, otro porque tenía final de baloncesto en Valladolid, un tercero a sus pruebas individuales porque le coincidía con un partido importante de futbol (a los relevos iba a hacer todo lo posible por llegar y de hecho así lo hizo para no fastidiar a los compañeros y el premio fue subir al podio) y un cuarto, con la mejor marca en disco juvenil y con diferencia, que había decidido hace un mes dejar el atletismo y que aunque me había dicho que iría a la final para despedirse de los compañeros y quedar bien… pues no fue al final.

En fin, que el sábado había decidido que iba a quitarme el cabreo de encima y después a centrarme en los que sí que iban a las finales y olvidarme de todo lo demás.

Así que el sábado cogí la bici y me pegué una buena rutita solo, a mi ritmo y que me iba a servir para ir recuperando sensaciones con la bici de montaña y a la vez que se me pasara todo lo que rodeaba a la final de pista y que no tenía que ver con lo que nos esperaba al día siguiente.

Hasta Valdejimena y vuelta por caminos disfrutando de los paisajes, saludando a los pocos que me encontré en el camino y que en realidad fueron una alumna de gimnasia en Navales, Jose, y unos cuantos operarios en la finca de Gallegos (ducado de Alba) que es una zona preciosa por la que pasa la ruta.

Tenía ganas de rememorar ese recorrido porque fue el primero `largo´ que hicimos cuando empezábamos en esto de la bici y hacía mucho tiempo que no llegaba hasta allí. Fue tan tranquila la ruta que hasta me dio tiempo a parar y tomarme una barrita para recuperar fuerzas a medio camino y después de vuelta a pedalear.

La mañana muy buena para la bici, con una buena temperatura y un poco de aire pero que no molestaba en exceso. Pensaba que me iba a sobrar el chaleco y los manguitos y en realidad los aguante durante todo el recorrido por el aire que os he contado que soplaba y que aunque no era fuerte sí que venía un poco fresquito.

Necesitaba una salida de este tipo, a mi ritmo, sin presiones, sin pensar que estoy lastrando al grupo y me di cuenta que de esa manera puedo plantearme recorridos más largos. Y es que está claro que lo que me pasa últimamente es que las actividades y el trabajo me llevan a estar el sábado cansado y para poca bici. Y tanto es así que el viernes por la noche tenía un dolor de piernas y de pies terrible, tanto que me tuve que tomar un ibuprofeno y por lo menos el sábado amanecí con las piernas relativamente bien. Ya el jueves había tenido que bajar el ritmo en la quedada para correr del grupo de iniciación porque no podía más y si seguía al ritmo normal iba a terminar parándome, que por otra parte es lo que me ha pasado este lunes, aunque ha sido por el calor que reinaba a mediodía y más estos primeros días en lo que el cuerpo se acostumbra a estas sensaciones.

Y vamos a lo importante del fin de semana. El domingo estábamos pronto en las pistas, todo en orden y listos para dar todo de sí los atletas. Llegó el momento de las competiciones y todas las expectativas que teníamos no es que se cumplieran, es que se superaron con creces a lo largo de la mañana. Primera prueba medalla, segunda prueba medalla, tercera prueba medalla y así hasta 19 veces subieron al podio. Llegó un momento, y esto es cierto, que perdí la cuenta de los podios que llevábamos y hasta tuve que decir a algunos padres que fueran haciendo fotos de la entregas de medallas y las compartieran en el grupo porque a mí no me daba tiempo a estar controlando a los chavales en sus competiciones y al podio para fotografiar el momento. ¡Qué momentos!, ¡qué mañana!, será difícil que se nos olvide porque era una emoción tras otra.

Hace algunos artículos, coincidiendo con la final de campo a través y la participación en el regional del equipo infantil femenino, os comenté que no pensaba que aquello pudiera ir a más. Pues sí, sobre todo por el número de atletas que han vuelto con sus trofeos y la felicidad de todo el grupo y de los familiares que estuvieron viviéndolo.

Ocho veces subieron a lo más alto, siete al segundo cajón y cuatro más al tercero. 15 medallas individuales, 3 por relevos y un oro para el equipo mixto femenino.

La semana que viene hablaré del desaire que se ha hecho con los equipos mixtos y de alguna cosa más en lo que respecta a los atletas que van a ir en esta ocasión al regional, pero esta solo quiero dedicarla a los triunfos y a todo lo bueno que vivimos el domingo. Así que aunque llegamos de vuelta tarde, llamé a Ana y quedamos para tomar algo y sobre todo relajarme del estrés que había vivido durante toda la mañana. Pero bendito estrés.

Autor

Corredor, ciclista y nadador aficionado. Técnico de la Escuela de Atletismo de Alba de Tormes, impulsor del grupo de iniciación a la carrera promovido por el ayuntamiento de Alba de Tormes y monitor de gimnasia para mayores. Entrenador auxiliar de natación, socorrista acuático y monitor de gimnasia en el agua. Formación como monitor de socorros y emergencias por Cruz Roja. Miembro desde sus orígenes del club Alba Running, del Club Ciclista de Alba de Tormes y desde hace un año del Club Deportivo Cádiz Costa de la Luz.