Vuelve el lunes de aguas

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juan carlos alba de tormes

Después de los días de descanso en Cádiz toca volver a la realidad y a la normalidad. Así que ya estamos imbuidos en el trabajo y en las actividades que realizamos por aquí. Eso sí, con la salvedad de estos lunes que son uno festivo a medias por ser el de aguas y el otro que lo será del todo debido al traslado de la festividad del 1 de mayo y por lo que en principio no habrá sesión de atletismo en esas dos jornadas.

Y digo en principio porque el próximo lunes tengo prevista una actividad por la mañana para que nos sirva de entrenamiento de cara a la final de pista al aire libre del día 8 de mayo.

De las actividades de la semana caben destacar dos. La quedada para correr del jueves en la que hicimos un recorrido nuevo que gustó mucho porque algunos de los que participan no habían ido nunca por algunos de los caminos que recorrimos. Por cierto, parece mentira que no haya charcos con todo lo que está lloviendo últimamente y eso es por la necesidad que tiene el campo de agua y que hace que la absorba toda.

Y ese día, por primera vez desde hace mucho tiempo no pude terminar el recorrido previsto y tuve que acabar andando unos 300 metros, no pude más. Ya un poco antes no me quedó más remedio que bajar el ritmo y dejar irse a los dos compañeros que iban conmigo en el primer grupo, veía venir el desenlace y trataba de evitarlo pero no fue posible, peté. Lo raro es que no me pase más veces, imagino que por el fondo adquirido durante estos años.

La semana había sido completita en el trabajo y en mis actividades y mi descanso no había sido otro que el día del viaje de regreso de vacaciones, así que al final pasó que el cuerpo dijo basta. Además, y estoy seguro de que fue el detonante final, la misma tarde habíamos tenido una sesión de gimnasia con extra de sentadillas y vuelta a las series de flexiones, plancha y abdominales, por lo que llegué a la carrera ya cansado.

Pero bueno, las cosas son así y la única consecuencia fue que esa noche caí rendido y me quedé dormido en el sofá en cuanto me puse a ver un rato la televisión después de cenar. Al día siguiente tocaba piscina y me sirvió para soltar y relajar músculos.

Así que el sábado listo para rodar de nuevo con la bici. Hasta el último momento tuvimos la duda de si salíamos o no por el tiempo, pero había ganas y al final con el chubasquero a mano decidimos hacer la vía verde por el buen drenaje que tiene. Eso sí, qué frío, qué viento y a ratos también nos cayó algo de agua, menuda mañana que pasamos de bici, de las que llamamos un entrenamiento de calidad. A mí se me olvidó llevar la braga, es lo que tiene el haber hecho las últimas salidas de corto y con calorcito, y sufrí en la cara las inclemencias meteorológicas. Lo positivo fue que poco a poco me voy encontrando mejor con la bici y acabo con mejores sensaciones.

Y como en dos horas y poco ya estábamos de vuelta, esta vez sí que me dio tiempo para compartir un rato de charla al acabar mientras tomábamos un café calentito para recuperarnos. Por cierto, que en el recorrido solo nos cruzamos con dos ciclistas que se habían atrevido a salir y uno de ellos era mi tocayo Juan Carlos García, que estaba inscrito para la Bajo Tiétar que tenía lugar el mismo día en la zona de Candeleda y de Arenas de San Pedro y que ya me había comentado un par de días antes que si la climatología era mala no iría porque no era cuestión de sufrir por sufrir. Y lo mismo que él hicieron muchos más de los inscritos porque estuvo lloviendo y haciendo frío en aquella zona toda la jornada.

Este lunes lo primero que he hecho al salir de trabajar, aprovechando que ha sido antes y anticipándome a la tarde de comer que nos esperaba, ha sido salir a correr una hora con sus buenos desniveles y así no habrá ningún cargo de conciencia (de todas formas seguro que aunque no hubiera salido a correr no lo habría). Menos mal que esta vez el reloj sí me ha dicho que ha sido un entreno productivo, faltaría más con la que me había metido.

Y ya por la tarde hemos retomado las buenas costumbres y hemos pasado una tarde agradable en buena compañía y disfrutando de la tradición de comer el hornazo y más con el buen tiempo que ha hecho porque llevamos un mes en el que la primavera no se termina de afianzar y tan pronto hace calor como frio, por no decir lo del agua, que íbamos hacia una gran sequia y de momento eso creo que lo vamos olvidando.

Este martes enlazaremos la operación torrija con la del hornazo. Esto es un no parar.

Autor

Equipo de redacción de NOTICIAS Salamanca. Tu diario online. Actualizado las 24 horas del día. Las últimas noticias y novedades de Salamanca y provincia.