Cómo ayudar a un hijo que estudia en el extranjero

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egún la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, hay más de 4.3 millones de jóvenes universitarios que cursan su carrera en una institución que no se ubica en su país de origen. Estudiar en el extranjero es un desafío tanto para el estudiante como para sus padres, quienes desean continuar desempeñando un rol de cuidado a la distancia, aunque el hijo sea mayor de edad.

Organiza el viaje con él

La mejor ayuda que pueden darle los padres a un hijo que ha decidido estudiar en el extranjero tiene lugar mucho tiempo antes de que este se vaya a otro país. Consiste en brindarle asistencia durante la planificación del viaje y la gestión de los documentos requeridos para llevarlo a cabo. Acompáñalo a realizar los trámites necesarios para viajar, estudiar y establecerse en el punto que ha elegido.

Entre las gestiones más importantes que deberá efectuar se encuentran: buscar una buena beca de estudios, inscribirse en la universidad, tramitar el pasaporte y la visa correspondiente, sacar los pasajes de avión, contratar un seguro médico, alquilar una vivienda y solicitar la tarjeta de transporte. Es probable que tu hijo no haya efectuado ningún trámite similar anteriormente y tu experiencia gestionando documentación será muy útil.

Dale consejos sobre economía y organización doméstica

El mayor temor de los padres es que su hijo no pueda hacer todas las actividades que implica vivir solo en un sitio desconocido. Sobre todo, en aquellos casos en que el joven no se ha independizado todavía y no se maneja con autonomía en el propio país.

Una manera de ayudarlo a que se desenvuelva con mayor soltura es delegar en él algunas de las responsabilidades de la casa durante un tiempo. Asígnale tareas que deberá realizar por sí mismo cuando viva en el extranjero para que se acostumbre a llevarlas a cabo. Pídele que se haga responsable del pago de los servicios, la limpieza de la casa y las compras por unos meses.

Los problemas que tuvieron los padres pueden servir como un ejemplo a no seguir por sus hijos. Cuéntale anécdotas propias que ilustren las cosas que le pueden llegar a pasar si no mantiene una buena organización doméstica. Esta es una forma de darle consejos útiles sin que tu hijo sienta que desconfías de su capacidad de administración.

Háblale de aquella vez que te olvidaste de pagar la electricidad y estuviste todo el fin de semana recorriendo la casa con una vela en la mano como si fueras un espectro. Cuéntale cómo te sentías en la ocasión que gastaste todo tu salario en la primera quincena y tuviste que comer salchichas el resto del mes. Compartirán risas y no se olvidará nunca de estar atento a estas cuestiones.

Envíale dinero

La mayoría de las becas de estudio son parciales. Suelen cubrir el valor de la matrícula universitaria e incluir una ayuda económica para afrontar otros gastos derivados del estudio, tales como la compra de libros académicos. El hospedaje, transporte y manutención del estudiante suelen quedar como una preocupación para el estudiante, quien por su visa de estudio no tiene permiso para trabajar en el país.

Aunque los jóvenes tengan sus propios ahorros, es probable que estos resulten insuficientes para cubrir una estadía extensa en el extranjero. Los padres deben enviar dinero a sus hijos para que puedan seguir estudiando durante un tiempo prolongado en otro país, sin pasar necesidades.

No esperes a que tu hijo te pida ayuda económica para cubrir sus gastos fijos, ya que esto puede ser un poco vergonzoso para él. Si tienes la posibilidad económica, mándale dinero suficiente para pagar el alquiler, los servicios y la comida todos los meses.

En caso de que tu hijo esté estudiando en un país europeo y realizar una transferencia directa en moneda nacional sea muy costoso, puedes cambiar pesos mexicanos a euros a una buena tasa de cambio. Deja que destine sus ahorros a salidas con amigos o gastos de emergencia.

Llámalo regularmente

El vínculo entre padres e hijos no debe limitarse a la asistencia económica y los consejos de supervivencia. Cuando tu hijo se encuentre en el extranjero, extrañará pasar tiempo de calidad contigo, hablarte de su día y compartirte información sobre todas las cosas nuevas que está experimentando.

Envíale mensajes a diario y llámalo al menos una vez por semana. Pregúntale cómo le está yendo en esta etapa nueva de su vida, si ha hecho amigos y cómo se siente. Cuéntale cómo está todo en casa y manifiéstale tus sentimientos también. Es muy significativo para los hijos saber que ellos también son echados de menos.Pídele que te pase el número de contacto de aquellos vecinos y compañeros de estudio a los que podrías llamar en caso de emergencia. Por último, si lo notas triste, preocupado o arrepentido, manifiéstale la posibilidad de retorno. Dile que aproveche la oportunidad, pero que si se siente mal puede regresar a casa cuando guste. Eso lo reconfortará.

Autor

Equipo de redacción de NOTICIAS Salamanca. Tu diario online. Actualizado las 24 horas del día. Las últimas noticias y novedades de Salamanca y provincia.