¿Qué es un producto?

- en Empresas
venta productos Salamanca

Si hay algo en lo que destaca nuestro sistema capitalista es en la adquisición de dinero para posteriormente consumirlo en productos y/o servicios, pero ¿qué es un producto? Todo el mundo se hace una idea de lo que puede ser, pero a veces algo abstracto es difícil de expresarlo con palabras. Aquí se tratará de explicar con palabras en qué se basa un producto, los elementos que le rodean y cómo se clasifican.

Sin más dilación, un producto es cualquier cosa que se puede ofrecer en un mercado con la finalidad de atender alguna necesidad insatisfecha de los consumidores. Por ejemplo, si los consumidores necesitas comunicarse con otras personas a larga distancia, se venden teléfonos, si necesitan desplazarse rápidamente, ofrecen todo tipo de vehículos y así sucesivamente.

Un producto es más que esa breve definición, pues abarca mucho más, dentro de este se engloban personas, lugares, servicios u organizaciones. De tal manera no sólo el ordenador o el móvil con el que se esté leyendo este artículo es un producto, sino también el internet que utiliza para entrar en la página web o la electricidad con la que carga sus artilugios son también productos.

Dentro del área de marketing el producto cobra suma relevancia porque es el eje principal de la oferta de valor de las empresas y constituye las bases que asentarán relaciones entre empresa y cliente, duraderas y rentables. Esta oferta de productos puede ser bien un producto tangible, que se pueda ver y tocar o por el contrario un producto intangible, conocido también como un servicio, como puede ser ir al dentista o ir al banco a pedir un préstamo.

Anteriormente esta oferta de productos y servicios apenas era diferenciada o lo que es lo mismo, se trataba de una oferta homogénea, y por tanto el cliente no tenía ningún inconveniente en cambiar de empresa si lo veía más conveniente. Con la ola tecnológica y con el enfoque empresarial fijado en el consumidor, esta idea se ha quedado anticuada, tratando de fijar sus objetivos en el cliente a través de experiencias. Estas experiencias crean mucho más que una simple relación de compraventa entre empresa y consumidor, generan relaciones emocionales entre ambos mucho más difíciles de romper y en los mejores casos, logran clientes fieles.

Un producto se dividir en distintos niveles y cada vez que se aumenta el nivel, también incrementa el valor aportado. Así el nivel que deben cumplir todos los productos es el beneficio básico, la razón principal que trata de satisfacer. Una vez satisfecha esta necesidad se puede seguir escalando, añadiendo otros elementos como la marca, el estilo o la calidad, se trata del producto real. Por último, en torno a este producto se puede agregar otra serie de funciones o servicios como la garantía, la instalación de los productos o sistemas de financiación, estas últimas dan lugar al producto aumentado.

Otra forma de entender los productos en según su clasificación. Existen dos grandes tipos, los productos de consumo y los productos industriales. Los primeros son aquellos que van destinados para los consumidores finales, en otras palabras “nosotros” y a su vez estos productos incluyen otros:

Los productos de conveniencia son aquellos que el consumidor adquiere habitualmente, de uso rutinario y que no requieren de esfuerzo para adquirirse, suelen tener un precio muy asequible y se pueden adquirir en muchos lugares.

Los productos de comparación son elegidos selectivamente por los consumidores a través de la comparación con otros productos, por lo que invierten tiempo en comparar atributos como la calidad o el precio.

Los productos de especialidad están conformados por aquellos que tienen cualidades únicas, que se distinguen por su marca y aportan un valor diferente al resto de productos de su misma categoría. Se puede adquirir en lugares selectos, escogidos estratégicamente.

Productos no buscados son aquellos que por lo general el consumidor no conoce y requieren por ello una gran inversión en publicidad. Un ejemplo de este tipo son los seguros de hogar, vida, etc.

La siguiente clasificación es la de productos industriales, que destacan por no ser adquiridos por el consumidor final, sino que los adquiere otra empresa para transformarlos y posteriormente venderlo a los clientes.

Al principio se ha comentado que el concepto de producto engloba más que un elemento tangible, sino que también son lugares, personas, ideas, eventos u organizaciones. De forma análoga se puede hablar de marketing de lugares, personas respectivamente. Las ideas pueden ser fuente de marketing, también el marketing de lugares se utiliza para cambiar la concepción de un determinado sitio frente al imaginario colectivo para fomentar su visita, atraer turista o personas que quieran ir a vivir.

Una herramienta muy empleada actualmente es el marketing de personas, que trata de modificar actitudes hacia otras personas. En muchos casos se trata de vincular una persona a una marca en concreta, como el caso de Johnny Depp y el perfume de Dior o el montón de productos deportivos utilizando las figuras de deportistas de élite como Cristiano Ronaldo o Rafa Nadal.

Estos son algunos de los rasgos que las empresas tienen en cuenta de cara al consumidor, pero existen muchos otros. Gracias a esta combinación de concepto de producto enfocado al cliente y las herramientas de marketing, se logran diferentes resultados que tendrás diversas aceptaciones en el mercado. La clave está en lograr esa combinación adecuada de elementos que satisfaga las necesidades y creen un vínculo especial entre empresa y cliente.

Fuente: Introducción al Marketing (3º edición) Gary Armstron

Autor

Grado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Salamanca. Aficionado a los deportes de contacto como el Taekwondo.