- Cada año mueren cerca de 2 millones de personas a causa de los accidentes laborales y enfermedades profesionales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del trabajo (OIT), hicieron público un informe de seguimiento mundial (2000-2016) con estimaciones y porcentajes sobre enfermedades, accidentes y muertes en el lugar de trabajo. En el estudio se tienen en cuenta varios factores de riesgo, uno de los principales como la exposición a largas jornadas laborales y la exposición a la contaminación del aire en el lugar de trabajo, a sustancias cancerígenas, al ruido y al riesgo ergonómico.
La exposición a largas jornadas laborales, fue el riesgo más común, estando vinculado a unas 750.000 muertes. La exposición en el lugar de trabajo a la contaminación del aire (partículas en suspensión, gases y humos) provocó 450.000 muertes.
Como empresa, debemos de cuidar de nuestros trabajadores y velar por la salud de éstos, minimizando el número de posibles accidentes y eliminando todo tipo de peligros en el lugar de trabajo.
Esto se consigue realizando y siguiendo un plan de Prevención de Riesgos Laborales, el cual, se encarga de mejorar la salud y seguridad de los trabajadores mediante la aplicación de una serie de medidas que disminuyan los riesgos de sufrir accidentes o enfermedades profesionales derivados de la actividad empresarial.
Todo esto viene contemplado en la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales y el Real Decreto 39/1997, por el que se aprobó el Reglamento de los Servicios de Prevención, normas y leyes de obligado cumplimiento para cualquier organización empresarial.
A pesar de ello, existen ciertas actividades preventivas que puede realizar tanto la empresa como el trabajador para evitar estos accidentes laborales. Algunas de ellas son:
- Concienciar e involucrar a los empleados en los planes de seguridad laboral. Debemos de supervisar siempre, como y en qué condiciones, desarrollan sus tareas los trabajadores. Y en caso contrario, si es un trabajador y localiza un riesgo, siempre avisar a la empresa.
- Estar siempre al tanto de las regulaciones específicas de tu sector en cuanto a seguridad laboral, sobre todo si son trabajos de mayor peligrosidad o accidentalidad.
- No olvidarnos de la formación constante tanto a los trabajadores como a la empresa en materia de Prevención de Riesgos Laborales. Según la Organización Mundial del Trabajo, más de la mitad de los accidentes laborales, suceden en los 6 primeros meses de trabajo y, por este motivo, la empresa debe contar con un buen plan de prevención de riesgos.
- Tener orden en el puesto de trabajo. El material desorganizado puede provocar tropiezos y caídas. La acumulación de papeles puede favorecer la propagación de un incendio. Las salidas de emergencia nunca deben estar bloqueadas.
- Además, los trabajadores tienen la obligación de usar de forma adecuada la maquinaria y las herramientas, mantenerlo en buen estado y revisar todos aquellos elementos que actúan como herramienta de trabajo (maquinarias, vehículos, EPI’s, etc…)
- Invertir en elementos de protección para llevar las probabilidades de riesgo laboral tan bajo como sea posible. Por ejemplo, uniformes de buena calidad para trabajadores que los necesiten.
- Identificar posibles riesgos laborales: todos los entornos laborales tienen riesgo, es importante saber cómo identificarlos y clave conocer los procedimientos de reporte y comunicación ante posible accidente laboral. Lo anterior, ayudará a identificar el problema para solucionarlo inmediatamente y asegurarse de que el trabajo sea un lugar libre de peligro.
- Por último, pero no menos importante, cuidar de la salud emocional y mental de los trabajadores. Es importante contar con buen ambiente de trabajo sin estrés o ansiedad. Así como con un plan de prevención o procedimientos que detecten e impidan casos de acoso moral o sexual y abuso entre compañeros de trabajo.
Hay diferentes técnicas para fomentar la salud emocional en el trabajo, por ejemplo, dinámicas de trabajo en equipo y/o liderazgo, incrementar la auto eficacia personal, fomentar el optimismo, incrementar la confianza tanto entre los compañeros, la empresa como en sí mismos e introducir habilidades de comunicación y expresión de sentimientos entre las personas.
Artículo ofrecido por Grupo Solisyon.