25, y no es Navidad.
25 y nos volvemos a reunir para alzar la voz, para que no se nos olviden los nombres de todas aquellas mujeres que nos faltan por culpa de una violencia que tratan de justificar mediante la diferencia sexual.
El sexo débil, decían.
Nos dicen que hemos avanzado mucho, pero aún nos queda mucho más. Queremos mucho más.
Somos así de ambiciosas, porque es lo que nos merecemos.
Queremos una sociedad donde se nos valore por nuestras capacidades, no por nuestras medidas.
Queremos que se nos den las mismas oportunidades, para que tengamos las mismas opciones.
No somos tontas, aunque algunas personas se empeñen en hacernos creer que sí.
Queremos tener la opción de abandonar el espacio privado e investigar qué nos ofrece y qué podemos ofrecer al espacio público, sin remordimientos, sin juicios, sin culpas.
No somos juguetes, no somos objetos, no somos mercancías.
Somos seres humanos que ansiamos vivir en auténtica libertad, no en una libertad empañada y engañosa.
Luchamos por una sociedad sin ningún tipo de violencia, pero, sobre todo, sin la violencia que nos convierte a nosotras en únicas víctimas por ser mujeres.
Seguimos luchando, seguimos gritando, seguimos peleando por todas nosotras, pero también por quienes fueron asesinadas este 2024:
Menores: Xavi y Noa; Elisa y Larisa; Ayax; Yago y María; Hiba y Adam; Norma. Gabriel
Mujeres: Ana; Fátima; Rocío; Laila; Cándida; Gracia; Andrea; Thais; Vanessa; Bianca; Rachida; A.B.F.; Natia; Florica; Soledad; ¿?; Amal; Petra; Laura; Rosa María; ¿?; Susana; Juliana; Trudy; Sara Abigail; Manuela; Margarita; Irene; Mercedes; Mónica; Pilar; Mª Ángeles; Amparo; Lorena; Raquel; Yanely; Mª de las Nieves; Fadoua; Mainca; Hafsa y Estela.
Por vosotras. Por nosotras. Por todas.