Amar-me

- en Firmas

Hay días que se marcan en el calendario para no ser olvidados por algún motivo.

Fechas señaladas que queremos recordar porque se produjo un acontecimiento importante, alegre o porque nos permite recordar a aquella persona que ya no está a nuestro lado.

También tenemos fechas que conmemoran hitos históricos que son relevantes y que no deben ser enterrados; o días que se marcan para poner más énfasis en un concepto que somos muy proclives a olvidar.

Luego, existen los días comerciales que, camuflados con un envoltorio que permite esconder al capitalismo, nos insisten en su necesidad e importancia.

Compra, compra, compra. Gasta, gasta, gasta. Cuanto más dinero te gastes, cuanto mayor sea el regalo, mejor demostrará el amor que sientes hacia la otra persona.

Consumismo del rancio en una sociedad que va a cámara rápida, donde dejamos a un lado los sentimientos porque nos come la velocidad.

El día de los enamorados es el día del consumismo por excelencia.

Si estás enamorada, sólo este día es la fecha clave para demostrárselo a tu pareja con un inmenso regalo.

Da igual que el resto de los días ni le hables, ni os veáis, ni tengas detalles… El 14 de febrero sí tienes que hacerlo.

Como dicen Macaco y Leiva en su canción “Quiéreme bien”, el amor no existe, sólo sus hechos.

Se nos olvida que no existe un único tipo de amor.

En este día señalado con corazones en casi todos los calendarios, tiendas, redes sociales, etc., no podemos dejar atrás la existencia de muchos tipos de amor y todos ellos, entiendo yo, deben ser celebrados y festejados. Si no lo hacemos, estamos enseñando a quienes vienen tras nosotras, que el amor en pareja es el más importante y que si no piensas en tener una, si no tienes pareja en este día marcado a fuego rojo pasión, eres una persona a la que le falta algo.

Vamos a celebrar el amor entre hermanas y hermanos, el amor hacia la madre y el padre, el amor dentro de una relación de amistad, ese amor platónico o crush (como se dice ahora), el amor hacia los animales, el amor hacia las sobrinas y sobrinos, hacia las hijas e hijos… pero, sobre todo, celebremos el amor hacia una misma, hacia uno mismo.

Sin este amor estamos totalmente perdidas.

No consiste en querer mucho (hasta la luna, ir y volver), sino en amar mejor, parafraseando la canción de Tontxu “Te amaré mejor”.

Si no celebramos el amor que nos sentimos, si no nos queremos, es muy difícil que sepamos querer a otras personas y demostrárselo, no con regalos materiales, sino con hechos.

Amaté y amarás mejor.

 

Recomendación cinematográfica: “La boda de Rosa” de Icíar Bollaín.

Recomendación musical: “Que no, que no” de Rozalén con La Sonora Santanera

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