Caminamos entre sombras

- en Firmas
Charla del P. Eusebio

¿Qué es la sombra para Jung? Él la define como “el lado oscuro de la personalidad, la suma de todas las cualidades desagradables que tendemos a detestar y a ocultar, así como las funciones insuficientemente desarrolladas y el contenido del inconsciente personal”.

Hay muchas clases de sombras, las más frecuentes son la familiar, la institucional, la nacional. Lo que se aprende en familia, en la escuela y en la sociedad, forma parte de cada persona. Los que se apartan de las normas de la familia y entorno, son rechazados y considerados como la vergüenza de todos.

Cada pueblo o nación tiene sus sombras propias. Los pueblos primitivos, relata D. M. Dooling, designaban a algunos de sus miembros para representar la sombra colectiva. De forma sistemática, hacía al revés toda una serie de actividades: montaba a caballo mirando hacia atrás; construía su tienda colocando la abertura en dirección opuesta a la de las otras tiendas.

En la corte del rey, el bufón desempeñaba un papel similar al lado del soberano: le revelaba todo lo que su corte intentaba ocultarle. Igual acontecía en la función de la “fiesta de los locos” de la Edad Media.

Es difícil percibir la sombra, a pesar del influjo negativo que ejerce en las personas. No nos damos cuenta de los acontecimientos y de nuestras tendencias. Y para conocer bien las sombras, hay que percibir y valorar las luces, pues “no puedes conocer una cosa sin conocer su contraria. No puedes adquirir la sinceridad sin haber experimentado la hipocresía y haberte decidido a luchar contra ella” (Abu Uthman Maghrebi).

Todos los seres humanos llevan en su haber cosas buenas y malas: pero a muchas personas les cuesta reconocer el lado oscuro de su interior y ocurre que, al reprimirlos, los desplazan al subconsciente y, es, entonces cuando nace una imagen distorsionada de la persona. Las sombras y las luces las arrastramos y caminan con nosotros y en todo los momentos llevamos nuestros aspectos sombríos a donde quiera que vamos.

Nuestros aspectos sombríos tratan de emerger a la conciencia, pero es nuestro empeño el acallarlos con los distintos medios que están a nuestro alcance: televisión, tabaco , alcohol, mucho trabajo, activismo, narcóticos…

El lado oscuro se manifiesta en forma de insatisfacción, inseguridad, estrés, sentimientos de inferioridad, culpa, celos, indiferencia, envidia, tristeza… Muchas personas atribuyen estos sentimientos al mundo exterior, sin encontrar la verdadera causa en el mundo interior. Hay que recordar que todos estos aspectos sombríos los cristianos lo llamamos pecado.

En muchas ocasiones no es difícil separa las sombras de las luces y poder identificarlas brevemente. ¿Quién soy yo?

El próximo jueves 23 de febrero, a las 18:00 tendré una charla para hablar sobre las luces y sombras. Será en el salón de los Carmelitas de la C/ Zamora 59

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