Deja de vivir con miedo que es como dejar de vivir

- en Firmas
autoconsciencia miedo

Los hombres y mujeres de letras, desde novelistas hasta poetas y pasando por ensayistas, pensadores y filósofos, todos/as…absolutamente todos/as se han referido en sus obras de manera directa y también tangencial, al miedo que sienten las personas ante lo desconocido. No me refiero a cuestiones tales como que un asteroide impacte en la tierra, sino a cosas más cotidianas.

Ese vivir con inseguridad, por ejemplo, en el trabajo, porque estás viendo que se está haciendo una reducción de plantilla y puede que estés en la lista. O que quizás, en el caso de que seas un emprendedor con un pequeño negocio, por ejemplo, una tienda de regalos, ves que el dinero que has puesto para arrancar con tu nueva actividad, que está bien equipado y que gusta a los clientes que entran por la puerta, aún no estás facturando lo que tenías previsto.

Entonces la pregunta que te formulas un día sí y otro también es ¿por qué estoy viviendo con miedo? Es como si se te metiera en el cuerpo y como el virus de una gripe te hace pasar unos días en que no te sientes bien (pero en este caso no es malestar físico sino anímico) y te va quitando fuerza. Está ocupando tu cabeza y tienes esa sensación de que te cuesta pensar. Y si bien no es el típico estado gripal, te sientes cansado y con cierta confusión cuando arrancas cada día.

Pero al igual que la gripe que pasa y te recuperas, habrá días en que ese estado mejore debido a buenas noticias en el trabajo, o por circunstancias personales, como, por ejemplo, los buenos resultados en los estudios que tus hijos están obteniendo en el colegio. Pero una vez que lo bueno ha pasado, vuelves a tener la misma sensación, porque estás pensando en tu trabajo, o tu nuevo negocio y cómo van a marchar las cosas mañana mismo, no dentro de tres años. Es la situación que caracteriza al miedo actual que parece ser de muy corto plazo. Desde ya que te preocupa el futuro, pero lo que te está generando este virus de miedo actual es un día a día en el que hay mucha inestabilidad e incertidumbre.

A medida que van pasando las semanas y los meses, te preguntas también por tu calidad de vida. Quieres saber por qué estás con esa sensación de angustia constante, que a veces te ha llevado a tener una sensación de pánico (ataques de pánico) que te dificulta la respiración y que crees que te va a dar algo…que te vas a morir. Bueno, el miedo tiene estas cosas, pero puedes superarlo.

Incluso, cuando ves que tu negocio a pesar de las dificultades que has tenido en la puesta en marcha, ahora está bien encaminado, te aflora ese miedo a que deje de funcionar en cualquier momento, que lo que estás disfrutando por los logros obtenidos no duren demasiado y empieces en un bucle de pesimismo en el que ves todo negro.

Esa negatividad la estás proyectando al mismo día de hoy, aquí y ahora, porque, a lo mejor, una experiencia pasada te está condicionando en tu cabeza el disfrute de la experiencia presente que se está comportando (el negocio) razonablemente bien, pero que tu mente no deja de pensar en aquel pasado que te generó problemas que no quieres que vuelvan. Los temores surgidos de decepciones anteriores pueden también generar ese estado de vivir con miedo.

Cuando el entorno te influye más negativamente

Obviamente, el futuro por más tecnología con la que contemos, también es un elemento que hoy desconocemos sobre cómo se comportará en la sociedad en su conjunto y en particular, cómo nos afectará individualmente. Este futuro incierto del que actualmente, debido a la reciente experiencia de la pandemia, ha seguido incrementándose durante 2022 como consecuencia de la Guerra de Ucrania, se ha hecho cotidiana (lamentablemente) la expresión incertidumbre, que sin duda nos genera temor.

El Premio Nobel de literatura egipcio Naguib Mahfouz sostiene que “fear does not prevent death. It prevents life” (El miedo no impide la muerte. Evita la vida), y vaya razón que lleva, ya que el miedo siempre se manifiesta de una u otra manera en todas las sociedades, por más que los políticos “cacareen” de que, en los estados democráticos avanzados, el miedo ya no está a la orden del día. Sin duda el miedo lleva también a una reacción de sociedades oprimidas, como los recientes acontecimientos de Irán y de China, por la opresión a la mujer en el primero y por la filosofía de Covid cero en el segundo. En ambos, el miedo provocó una contestación social que era impensable en estos países por el miedo a que sea el propio estado el que ejecute a las personas que se manifiesten.

El miedo forma parte de la naturaleza humana

En realidad, la propia evolución y el desconocimiento a lo que vendrá mañana, produce miedo. Es nuestra naturaleza humana. Pero también es cierto que ha sido el propio miedo el que hizo que nuestra civilización avanzara y llegase hasta dónde hoy nos encontramos. Gracias al miedo, el homo sapiens tuvo que pensar y esforzarse cómo eliminar a las bestias que compartían hábitat con nuestros primos lejanos. Pero en el siglo XXI, el miedo puede ser mucho más refinado, aunque no por ello menos pernicioso para nuestro estado de ánimo (nos quita fuerza), e incluso en muchos casos, para la propia salud. El miedo genera estrés negativo. A veces nos impacta más…otras menos… ¡pero existir… existe!

Son diversas las situaciones que a diario se nos presentan en esta sociedad tan tecnocrática y supuestamente evolucionada, en los que afloran diversos grados de miedo, y que producen un impacto no muy agradable del entorno en nuestro estado de ánimo. Pero lo peor, es que están generándonos una cantidad de pensamientos negativos. La negatividad y el pesimismo en cierta forma se apoderan de nosotros. Y esto lo tenemos que combatir, te explicaré cómo, porque igualmente los problemas de la alta política, por ejemplo, en la Unión Europea, no tenemos nosotros la capacidad de modificar, ni el precio de la energía, ni la tasa de interés que pagas por tu hipoteca. Por tanto, lo primero que debes hacer es ver qué cosas puedes controlar en tu día a día en tu vida de aquellas sobre las que no tienes ningún tipo de control.

1º) La esperanza como contrapartida del miedo

La gente trabaja todos los días para dar una vida mejor a su familia. Pero cuando trabajas y trabajas ni se te pasa por la cabeza que no has nacido solo para trabajar. Que tienes derecho al disfrute de tu vida, de este presente, que no te agobie ese pensamiento de que has nacido solo para afrontar obligaciones y pagar facturas, porque tendrás que tener derecho a algo más. ¿Verdad? Me refiero a disfrutar de los pequeños momentos, de las pequeñas cosas, derecho al ocio y al descanso, a practicar un deporte y a reunirte con tus amigos, a planificar un viaje, entre tantas otras cosas que pasan a ser parte del disfrute humano, aquellas que nos dan alegrías y cierta felicidad razonable.

¿Hay alguno de los políticos actuales a nivel mundial que hable de esperanza? Muy pocas veces se ha escuchado esta palabra. Justamente, lo opuesto al miedo es la esperanza que nos depara un futuro mejor. Pero para que exista esperanza en oposición al miedo debe desaparecer la incertidumbre y la inestabilidad, que hoy por hoy no parece que sea un escenario posible.

No por referirme a la esperanza significa que sea un iluso, pero es que nuestro espíritu necesita el alimento que surge de descomprimir el rigor que vivimos en el presente y nos exige demasiado, con la mirada optimista y realista de que el futuro será un poco más esperanzador.

2º) Cuando nos acostumbramos y nos resignamos a vivir con miedo

Todas/os nos damos cuenta que estamos en la buena dirección (en lo que hacemos diariamente) cuando ya no nos afecta ni preocupa ese pasado al cual hemos estado mirando de manera constante. O sea, que el miedo se mete muchas veces en nuestras vidas, no sólo por la incertidumbre respecto al futuro, sino por no poder “digerir” algún infortunio pretérito que nos sigue agobiando.

En todo caso, miedo hacia atrás o hacia delante, pero miedo al fin. Este miedo sumado al arrepentimiento, se convierte en una pesada carga que inhibe muchas de las acciones que realmente podemos realizar y que finalmente demoramos o definitivamente no llevamos a cabo, por esa sensación de miedo que no responde a una circunstancia presente.

3º) Miedo a la adversidad, ese enemigo silencioso 

Winton Churchill decía con su característica forma sarcástica de expresarse: “¿Tiene Ud. enemigos? Bien…eso significa que está de pie por algo alguna vez en su vida”. Este pensamiento estaba en línea con lo que afirmaba Oscar Wilde, “que el carácter de una persona se mide por la calidad de sus enemigos”.

En todo caso, los enemigos de 2022 para la gran mayoría silenciosa que trabaja y paga facturas, son la incompetencia de la clase política (a escala global salvo honrosas excepciones) que nos están dejando una hermosa herencia de un planeta descuidado en materia de cambio climático, porque lo que se ha hecho hasta ahora es muy poco si lo medidos en tiempo geológico y no humano; inseguro en materia de terrorismo, especialmente en el mundo desarrollado que vive con estupor las tremendas dificultades para atajar la amenaza terrorista, en fin, todo lo que ocurre a nuestro alrededor por más bueno que sea (nuestro trabajo, nuestra familia, etc.), siempre estará amenazado por el miedo. La cuestión entonces, es saber vivir con él y administrarlo de manera tal que no se convierta en la sentencia del Nobel egipcio en que “el miedo evita la vida” que, traducido a nuestros usos y costumbres, podríamos perfectamente decirlo de esta forma: “el miedo puede no dejarnos vivir de manera plena y con dignidad”.

El miedo se vence con la verdad, por lo que quiénes utilicen el miedo estarán alejándose de aquella mediante la manipulación y la distorsión de la realidad.

Ni la juventud tiene todas las respuestas, del mismo modo que la experiencia y los años no garantizan el éxito. El miedo es probable que no se tenga en años jóvenes y sí nos aflore cuando los vamos cumpliendo, por muchos motivos, pero en todo caso hay que saber administrarlo y reaccionar frente a uno de los más terribles generadores de miedo que es el cambio.

Siempre he destacado el pensamiento de Epictetus, que “lo importante no es el problema que tenemos delante, sino cómo reaccionamos ante el mismo”, incluso aunque el reto nos produzca miedo, porque nunca nos hemos enfrentado a algo similar.

En la política, aquel político que menos utilice el miedo bajo las distintas formas camaleónicas que éste adquiere, será seguramente el que mejor explique a la ciudadanía cuáles son las soluciones que, con su programa, mejorarían diferentes aspectos que la sociedad está exigiendo. Pero el que además sepa transmitir una visión de futuro de cómo hay que diseñar y preparar mejor a esa sociedad en la que todos deseamos vivir, abrirá un halo de esperanza en los ciudadanos.

Ahora vamos a tu miedo personal y qué debes hacer para superarlo

Primer paso: Tus pensamientos y el ejemplo del libro en la estantería

Siempre tienes que buscar en tu mente esos pensamientos positivos que a veces los tienes entremezclados, a veces oprimidos, como ese libro que buscas en tu librería y quedó escondido atrás de otra fila de libros, o peor aún, tapado por una cantidad de papeles y carpetas que ya ni te acordabas que tenías. La sensación que tienes cuando lo encuentras, esa reacción instintiva a limpiar su portada y contraportada con un papel, porque seguramente ha acumulado polvo (es inevitable), es similar a cuando de tu actividad mental, en muchos momentos un poco atormentada por la cantidad de ruido que hay en tu cabeza, alimentada por un número de pensamientos que te invaden una y otra vez, algunos de los cuales son recurrentes y no los puedes resolver, y los vas dejando para más adelante…toda esta situación de confusión en tus ideas hace que estés “tapando tu libro” (como el de verdad que no encontrabas) y te pierdas en aquello que te sigue sumiendo en la confusión y la negatividad.

Cuánto antes saques el polvo de las tapas y lo abras para disfrutar de una buena lectura, será el pensamiento positivo que estés mostrándote a ti mismo como una guía para que se identifiquen con él otros pensamientos que te van a surgir. El peso de lo positivo cuando se te refleja en el estado de ánimo, es tremendamente efectivo, Te saca esos nubarrones de negatividad de encima.

La cuestión es que tienes que tener la perseverancia para seguir empeñándote en la búsqueda de la positividad, dejar archivados (mejor eliminados) los negativos y focalizar en tus nuevas acciones desde otro ángulo. Tú eres el único dueño de tu propia narrativa que es la que te da la vida en cada minuto, en el sentido de cómo quieres vivirla, no dejándote atrapar en el ruido de tu cabeza que provocó que la negatividad tapara como una cantidad de papeles y carpetas lo hicieran con tu libro. Cuánto más te abrumen los papeles que cubren el libro, menos pacífica estará tu mente y más confusas tus ideas. Libéralas porque tu mente positiva es maravillosa, y te ayuda a conectar con tu corazón y por tanto, a disfrutar y transmitir a los tuyos felicidad, tranquilidad y especialmente la sensación de triunfo de haber vencido esa sensación de miedo.

Segundo paso: Tu compromiso con la vida y la revisión de tus valores

¿Sabes mirarte hacia dentro? ¿Has practicado alguna vez la introspección? Si no lo has hecho no te preocupes, porque es algo que puedes aprender rápidamente y mejorar tu calidad de vida sustancialmente con un poco de ejercitación. Te explico: Si, por ejemplo, el miedo que te ha invadido muy recientemente por un tema laboral, quieres afrontarlo, pero no sabes cómo hacerlo, es quizás el momento para revisar cómo están tus principios y valores, esos que subyacen dentro de tu ser, que conforman tu consciencia y que hemos ya comentado desde “El Faro de Alejandría” la importancia de la autoconsciencia, de ser conscientes de uno mismo. La autoconciencia es el proceso mental que nos permite ser conscientes de que somos conscientes. Hace posible que reflexionemos sobre nuestra mente y nuestros pensamientos, que analicemos conscientemente nuestra interioridad y nuestro yo, e incluso todos los procesos mentales que nos conducen a ella.

Cuando estás mirándote hacia dentro y haciendo un análisis profundo de por qué determinadas cosas del hoy presente te están afectando, te darás cuenta que a lo mejor hay algún principio que inconscientemente te hace rechazar o aceptar determinadas cosas. Si lo modificas o adecuas un poco a la realidad que te está tocando vivir, a lo mejor, en vez de generar tantos pensamientos negativos y sentirte confuso por no poder encontrar solución a lo que te preocupa, lo que te genera temor y ese miedo que te está agobiando, entonces como ese libro redescubierto en tu biblioteca surgirá tu nuevo enfoque sobre la cuestión y echarás luz dónde había sombras.

Recuerda entonces que la introspección es la acción que haces en este instante mirándote a ti mismo. Buscas en tu propio interior, en tus pensamientos, también en tus sentimientos con el objetivo del autoconocimiento para poder hacer una identificación, percepción, interpretación y comprensión de las propias emociones, pensamientos y conductas. Ese es el momento en el que te darás cuenta (porque estás siendo muy riguroso), que revisándote tu propio interior (dicho coloquialmente: revisando tu alma y espíritu) vas a poder ver cuál de esos sentimientos, conductas o pensamientos te está provocando disconformidad y disgusto ante determinadas situaciones. En definitiva, estás haciendo con la introspección un proceso de exploración examinando tus respuestas a distintas experiencias o estímulos, con la finalidad de saber cuáles son los sentimientos que te provocan los pensamientos o las cosas que te ocurren.

¿Cómo puedes llegar a un buen nivel de introspección?

Justamente cuando te detienes a reflexionar, a tomarte unos minutos de calma, forzándote a estar tranquilo, pasar del teléfono y los WhatsApp, o sea, prestándote atención a ti mismo. Sabiendo escucharte tu propia voz interior, es el momento en el que tomas consciencia sobre el presente y cómo estás actuando o reaccionando, y será esa voz interior la que te dirá que, en lugar de precipitarte, sería recomendable que te detuvieras un momento y examinaras tu interior. Examinar en cuanto a todos esos pensamientos y sentimientos que tendrás que ordenar y gestionar mejor frente a los problemas que te están agobiando. Pero que ahora, gracias a esta revisión interior, los verás más fácilmente superables o que los podrás abordar mejor. Cuando no tenías esta sensación de poder controlarlos, entonces derivaba en esa confusión, en pensamientos negativos y en el miedo que termina controlando tu vida.

0 0 votos
Valoración
Subscríbete
Notifícame sobre

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios