¿Es la prioridad una obligación?

- en Firmas
Despedida

¿Cuántas veces nos hemos hecho esta pregunta? Seguramente muchas. Lo difícil es hallar la respuesta cuando nos somos incapaces de secar las lágrimas que nuestro corazón exterioriza.

La prioridad no es una obligación; es un sentimiento profundo que a menudo ocultamos detrás de una sonrisa. ¿Por qué es una emoción? Porque, erróneamente, solemos poner en nuestra escala de valores como alta prioridad que otra persona nos conceda esa misma preferencia. Pero, en realidad, no la necesitamos. Si alguien no nos la da, si antes lo hacía y ahora apenas nos regala un simple saludo, esa persona no merece ocupar un lugar en nuestra vida. No nos necesita en la suya.

Y es entonces cuando hay algo que nosotros sí deberíamos hacer por obligación: ensalzar nuestro amor propio. Alejarnos de esa persona, aunque duela. Si el vínculo que sentimos no es recíproco, ¿qué hacemos en ese lugar? Para mí, una de las prioridades más esenciales de la vida es la salud mental.

No quiero gente tóxica a mi alrededor.

No quiero envidias, ni personas que se acercan a mí por interés.

Sin embargo, sí quiero sonrisas sinceras, abrazos cálidos, besos llenos de cariño… Quiero lealtad, quiero seguir siendo una de las prioridades de mi entorno. Así que, si alguna vez notáis que alguien os ha quitado una prioridad que antes os otorgaba, marchad en silencio, sin hacer ruido y con la cabeza bien alta.

Sé que duele. Las situaciones cotidianas de la vida nos han golpeado a todos alguna vez. Pero no te conviertas en un juguete en manos ajenas. Camina hacia adelante. Solo el destino puede jugar con nosotros, pero ni siquiera él tiene el poder de decidir íntegramente nuestra felicidad. Aunque se intenten cambiar las cosas, sigue siendo invencible, pero tú también lo eres.

¡Pero tú!

No eres una ficha de parchís que puedan comer. Eres el rey o la reina de la partida de ajedrez de tu vida. No eres la bola de una partida de petanca que intenta conseguir la mayor puntuación. Eres la jugadora o el jugador más valioso de ese juego.

No compitas por algo o alguien que jamás te perteneció. Porque si realmente alguien te dio ese lugar y de repente te lo quitó, es que nunca fuiste su prioridad. Por lo tanto, fuiste una obligación, no una bendición. Quizá por intereses que desconocías, pero que tu interior ya descubrió.

Clasifica las prioridades de tu vida: alta, baja, media o inexistente. Pero nunca olvides que tu familia, tus amigos de verdad y las personas que realmente te quieren son las verdaderas prioridades altas de la vida. Unidas a tu bienestar emocional, que es realmente importante, pero no urgente, piénsalo no es lo mismo.

«Nunca dejes que nada ni nadie apague tu luz. Si no eres prioridad, jamás seas opción u obligación»

Autor

Almudena Merino nació en Barcelona. Sin embargo, reside actualmente en Salamanca, ciudad que la vio nacer como escritora. A pesar de su corta andadura literaria, la avalan varios títulos publicados: Reflejos de una sonrisa, Secretos de un alma callada y El escondite de una Rosa.