Resulta que con esto del ahorro energético y el bien climático he decidido no poner la calefacción hasta febrero más o menos. Así es, queridos amigos. Hasta febrero o mediados si se tercia. Me considero una persona consecuente con el problema e intentaré aportar mi granito de arena para que no vaya a más. Mientras tanto he subido un poquito de leña a mi pisito junto con unos nórdicos con los que he tapizado las paredes internas de habitaciones y salón. La cocina, baño y pasillo los he dejado libres para que así respire la casita. ¡Buah! Qué pasada. A mayores he comprado cuarenta mantitas del Primark. Perdonar por decir el nombre del establecimiento pero es que con la rebaja de precios de mierda a lo que me han puesto las dichosas mantitas que parecen de Victorio & Lucchino, merece una mención. Por cierto, no sé por qué se llama este último Lucchino si es sevillano.
Bueno, a lo que vamos. Junto con todo esto he adquirido ropa térmica enteriza muy similar a los pijamas interiores de las pelis del Oeste. ¡Cojonuda! salvo a la hora de ir al baño que es un poco latoso. También he adquirido dos bidones vacíos parecidos a las que utiliza la gente que vive en la calle de las zonas bajas del Bronx. Maravilla pura. He situado uno en el salón y otro en el baño. Ahora que lo pienso, lo mismo alargo la cosa hasta marzo que me he venido arriba contando lo adquirido.
He decretado que el saludo oficial con los que lleguen a mi casa sea un calientamanos rápido para así recordar los juegos populares de nuestra tierna infancia.
También he decidido apagar el frigorífico y dejar las cosas encima de la encimera de la cocina que está a una temperatura similar. Así un gastito que me quito.
El belén este año he decidido no ponerlo porque las propias figuras dicen que están mejor en la cajita que así no sufren, con lo cual un trasto que me evito y menos que limpio en enero.
Con las estalactitas de mis fosas nasales he creado una maqueta para enseñar a mis hijos como son por dentro las famosas cuevas de Altamaria de Santillana de Mar. Aprovechando todos los recursos para su formación como buen padre que es uno.
Tengo dudas de si abrir el pasillo de mi casa como pista de hielo para estas vacaciones navideñas y así sacar un sobresueldo. Total soy autónomo y los seguros sociales los tengo que pagar igual.
Así que como podéis observar todo son ventajas con esto del cambio climático y el ahorro energético. No penséis que lo hago por el tema económico que ya sabéis que a esas cositas no le echo cuento.
Moraleja: “Estoy pensando en hacer unos agujeros en la parte inferior del coche para ir como los Picapiedra, no por el tema de la gasolina sino por el tema del ejercicio”.