Rutas de las Fábricas Textiles

- en Firmas

En la hermosa tarde
de primavera
raudo corre el río
entre la floresta
que allí exuberante
impetuosa y tierna,
su paz y frescura
complaciente presta.

Sobre sus cascadas,
rápidos y peñas,
el rumor armónico
acaricia y besa
y junto a él se escuchan
con sutil cadencia
los ecos remotos
que la Historia lleva.

Bajo el negro humo
de las chimeneas,
la ordenada entrada
de las hilanderas,
urdimbres y tramas,
botones y sedas,
veloces y rítmicos,
los telares suenan.

Flamantes las fábricas
su orgullo proyectan;
los altos sombreros,
los coches de época,
ingenio, progreso,
maquinaria y técnica.
La ciudad avanza,
florece y prospera;
jardines, casinos,
elegantes tiendas,
industrial,
deslumbrante Béjar.

Hoy abandonadas,
consumidas, viejas,
tienen el encanto
de la decadencia;

pues entre sus muros,
huecos, ruinas, grietas,
sus grises fachadas,
u oxidadas piezas
me pareció oír
entre el agua fresca
voces que llegaban
de una antigua época,
suntuoso pasado
que late en sus venas
y que hoy nos conmueve
perturba e inquieta.

Ocurrió en la ruta
de la textil senda
donde corre el río,
el valle se estrecha
y se escucha el eco
que la Historia lleva.

Autor

Aficionado a escribir versos sobre las emociones que encontramos en las grandes y pequeñas cosas de la vida.