Todo lo bueno se acaba

- en Firmas
juan antonio cadiz

Pues sí, lo bueno y también lo malo, todo pasa tarde o temprano porque con el tiempo no podemos y siempre sale victorioso. Parecía que una semana de vacaciones entera era mucho y en realidad se ha pasado volando y si me descuido ya ni me acuerdo de ello.

Llegamos a Cádiz el sábado anterior a la semana santa y hemos estado hasta el pasado domingo. Me ha dado tiempo a todo, a descansar, a desconectar y también a hacer más deporte de lo habitual porque allí sí que recupero bien. Y si no he hecho más ha sido por el levante que ha soplado durante toda la semana y que ha hecho que para salir con la bici tuviera que estar pendiente del pronóstico de viento y aprovechando los ratos que soplaba con menos intensidad. Creo que es la primera vez que durante todos los días de estancia allí no haya dejado de soplar el viento, pero me he apañado para lograr hacer tres salidas que aunque hayan sido de pocos kilómetros sí que entre las tres he acumulado lo que no había hecho estas semanas de atrás.

En cuanto a correr, el viento no es tanto impedimento, que sí molesto, y mi par de salidas semanales no han faltado por el paseo marítimo y hasta el ventorrillo el Chato en la playa de cortadura. Además ya de vuelta aquí lo completé con una tirada por caminos este lunes que he de reconocer acabé a duras penas entre el calor de estos días, la alergia que no me daba la respiración y el tobillo que no está totalmente recuperado ni mucho menos. Me tocó bajar el ritmo bastante y de esa manera sí que pude hacer el recorrido exigente que me había planteado para volver a la rutina. Hablando de correr. Ya son varios de los que hicimos el `camino de hierro´ con los que he hablado y me dicen que volverán a hacerlo, pero como yo, de senderismo, que eso para correr es muy muy exigente y te expones a una lesión al mínimo despiste y aun sin él.

Y por supuesto que no iba a faltar la natación ya que bajaba a Cádiz y el agua con el neopreno está perfecta para nadar, mejor que en Alba en verano. Se había programado una quedada de gente de por allí en la playa de la Barrosa (Chiclana) el viernes y habíamos quedado algunos del club en asistir. La organizaba Oscar el tricaletero, que se dedica a fomentar las modalidades de triatlón por allí y lo mismo te organiza una media extraoficial que cualquier otra cosa que se le ocurra. Se ve que tiene `gancho´ y se anima mucha gente a acompañarle porque allí nos presentamos casi 40 a su llamada. Y tiene merito porque con el día que hacía había que ser muy decidido para ello. En mi caso para empezar llegué tarde, ya se estaban haciendo la foto de recuerdo y yo aparcando todavía. En lo que me puse el neopreno estaban a pie de playa preparados para empezar, así que entré el último en el agua. Aguante 10 minutos nadando pero no vi necesario más, era incomodísimo con las olas provocadas por el viento de Levante y más aun cuando intenté dar la vuelta. 5 minutos de vuelta y me salí a la playa para volver andando porque no hacía más que tragar agua y subir y bajar con las olas. No había nadado nunca así y me habían podido más las ganas que otra cosa. Fuimos muchos los que nos salimos antes de tiempo, pero también hubo unos cuantos que hicieron todo el recorrido previsto. Supongo que estarán acostumbrados a nadar en esas condiciones. Esperé a ver si veía a alguno del club y fueron ellos los que me reconocieron a mí porque yo a ellos no. Así pude conocer en persona a Víctor y a Campos y su hija que también nos acompañó. Ellos tenían previsto al salir del agua correr un poco y yo no lo sabía, así que en mi caso vuelta para Cádiz.

Eso sí, al día siguiente me desquité y aunque seguía soplando el Levante, en la playa de Santa María que está a resguardo del viento, relativamente hablando, pude dar un par de vueltas entre los espigones (las boyas todavía no están puestas) y así no volverme con las ganas de haber nadado en aguas abiertas. Me encanta y además allí para mí es muy fácil porque ya bajo de casa con el neopreno puesto y la boya de la mano, más fácil y cómodo imposible. Al llegar a la arena las chanclas y las llaves dentro de la boya y a nadar.

Pero todo se acaba y había que volver para retomar la rutina, aunque tendremos en estas semanas un par de lunes especiales con el de aguas y el 1 de mayo festivo. Porque después llegan las elecciones y con ello el reparto de notificaciones de mesa electoral con el trabajo que me dan a mí y los disgustos que doy yo cuando las entrego.

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