P. jesuita Juan Conde destacó en el último tercio del s.XIX en las misiones populares jesuíticas en Galicia y Castilla. Luchador incansable fue amigo y maestro de los jesuitas Rafael Vicente (Aldeadávila de la Ribera) e Ignacio Santos (La Fregeneda).
El P. Juan Conde nace en Villarino de los Aires el 26 de julio de 1848, y muere el 14 de mayo de 1899 en Quindimil (Lugo), Galicia. Estudió en el seminario de Salamanca, regentado por los jesuitas entre los años 1859-1868, y poco después logra entrar, entre los primeros, en el noviciado de la provincia de Castilla, situado en el exilio en Poyanne (Landes- Francia), el 13 de junio de 1869. Se ordena el 30 de julio de 1881, a la edad de 33 años, en Oña (Burgos). Hace un año de Retórica (bajo la dirección del futuro General de la Congregación Luis Martín), y otros dos años de Filosofía.
Estuvo tres años dedicado a la enseñanza en Guichon, cerca de Bayona, adonde se había trasladado el colegio navarro de Villava, y el cuarto, por razones de salud, en el Puerto de Santa María (Cádiz). Repasó Teología (iniciada en Salamanca) en Veruela y Tortosa, para acabarla en Oña (1880-1882), donde fue compañero de Francisco de P. Tarín. Ú.V. 15 de agosto de 1885, Valladolid. A la tercera probación en Manresa (Barcelona) siguieron cinco años en los colegios de Valladolid (1883-1884), Deusto (Bilbao) y seminario de Comillas (1887-1888).También tenemos referencias suyas en la Universidad de Deusto- Bilbao- con el puesto de Director Espiritual, donde conocería al P. Rafael Vicente- hacia 1885- “El cargo de P. Espiritual fue muy importante en Deusto. Ejercieron este cargo el P. Juan Conde, el P. Landa y el P. Leocadio Pagasartundúa. Se exigía misa y rosario diarios aun a los externos 8alumnos de la Universidad”. Su época estelar la forman sus últimos años de vida (1888-1899) desde su destino a las misiones populares.
Al principio estuvo sin compañero fijo, y mantuvo un ritmo altísimo, dando unas ochenta misiones hasta 1893; después estuvo ya siempre con su paisano Ignacio Santos, que aunque 15 años mayor mantenía más vitalidad y le ayudaba de buen agrado.
El P. Ignacio Santos fue también su primer biógrafo, y con él Conde alcanzó la cifra de 125 misiones, dieciséis triduos, y diez tandas de ejercicios al clero, entre otras actividades menores por Castilla la Vieja y el noroeste español (Galicia). En cuanto a su carácter y personalidad se le ha descrito como un “hombre de natural vivo y enérgico, de buen entendimiento, aunque no muy robusto, estimaba mucho la vocación de misionero y estudió con avidez los grandes autores teórico y prácticos: su modelo fue Pedro de Calatayud, el gran misionero del siglo XVIII. Su fama de santidad y su celo apostólico fueron muy grandes, así como la enorme fuerza de su oratoria, más por el fondo que por la forma. Murió durante una misión en Lugo”.