Comunicado del PSOE de Salamanca contra el deterioro de la asistencia sanitaria

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El PSOE de Salamanca denuncia el abandono sanitario de la provincia en el peor momento. El presidente de la Junta de Castilla y León ha decidido no hacer nada, abandonando a su suerte a los salmantinos y salmantinas, precisamente cuando asistimos al mayor brote de casos de Covid-19 desde que comenzó la pandemia.

En cada oleada de la pandemia, nos hemos acostumbrado a que los datos de nuestra comunidad autónoma siempre estén entre los más negativos a nivel nacional, resultando especialmente preocupante el alto incremento de ingresos hospitalarios. La provincia de Salamanca no es excepción; al contrario, estamos sufriendo la pandemia con especial virulencia. Cada nuevo embate del virus muestra con mayor claridad la vulnerabilidad y, lo que es peor, la soledad de los ciudadanos de nuestra provincia para afrontar la enfermedad.

Que Castilla y León y la provincia de Salamanca estén sistemáticamente entre los territorios más golpeados, no es por casualidad. Llevamos décadas sufriendo los recortes del Partido Popular, y la Sanidad pública se ha resentido de manera muy intensa en los últimos años, caracterizados por una gestión nula, una injustificable falta de previsión de plantillas laborales y la clamorosa falta de compromiso de Mañueco y el PP con la Sanidad, uno de nuestros mejores valores y, con seguridad, nuestro mayor factor de cohesión social y territorial.

Grave deterioro del sistema sanitario

Son años de maltrato al personal sanitario: médicos y enfermeras se trasladan a otras comunidades huyendo de la precariedad que les ofrece la Junta: contratos de una semana a enfermeras, incluso en estos momentos críticos (con centenares de sanitarios de baja por la Covid-19) sigue habiendo contratos médicos de uno o dos meses…, siempre sin el menor incentivo ni motivación. Colas eternas bajo el frío a las puertas de los centros de salud, peticiones de cita telefónicas sin respuesta alguna, desaparición de servicios hospitalarios de nuestra provincia, listas de espera interminables para intervenciones o consultas (superando en varias especialidades los dos años), bajas o vacaciones de personal sanitario que no se cubren… y la permanente amenaza de la desaparición y cierre de los consultorios rurales, cuyo plan de desmantelamiento aún mantiene la Junta publicado en su web.

Todas estas deficiencias se han convertido en algo cotidiano que sufrimos los ciudadanos de Castilla y León en lo más importante, nuestra salud, muy especialmente la de nuestros mayores y personas vulnerables. Así las cosas, el sistema público de asistencia sanitaria de Castilla y León ha sufrido tal deterioro que hemos llegado a una situación de peligro real para el mantenimiento de los mínimos asistenciales exigibles a una sociedad como la nuestra.

Irresponsabilidad sanitaria

Pues bien, entre la defensa de los ciudadanos o su beneficio personal, Mañueco ha optado por defenderse a sí mismo. No le basta haber mentido a toda una Comunidad con el mayor descaro, no es suficiente haber prometido que no sometería a los ciudadanos de Castilla y León a unas elecciones en un momento tan difícil. Una vez cometida la irresponsabilidad, Mañueco ha decidido no hacer absolutamente nada para defender a los castellanos y leoneses de la pandemia, convencido de que la desidia es su mejor aliado electoral. La realidad es que los habitantes de la comunidad no saben a qué atenerse, si hay normas o no, si hay restricciones de aforo en interiores, sí que actuar de uno u otro modo ante el avance de la pandemia… En la Junta de Castilla y León nadie sabe nada porque Mañueco ha decidido no hacer nada.

Sin rastreadores

Es absolutamente inadmisible que se prescinda del apoyo ofrecido por el Ejército (que de tanta ayuda ha servido), y que se despida a los sanitarios contratados para luchar contra la Covid-19 para después imponer que seamos los ciudadanos los que nos rastreemos a nosotros mismos. Precisamente cuando está recibiendo más fondos del Gobierno para luchar contra la pandemia, Mañueco decide prescindir del personal de apoyo. Como consecuencia, en un momento tan grave como el actual no hay rastreadores, y la autoridad sanitaria traslada su responsabilidad a los ciudadanos. Llama también la atención que, mientras vacía de personal nuestros centros de salud y los inhabilita para hacer pruebas la Covid-19, la propia Junta de Castilla y León contrata servicios sanitarios a tres empresas privadas para crear unidades de test de antígenos. A nuestro juicio, se trata de una muestra más de la desconfianza en la Sanidad pública del presidente de la Junta, y de su tendencia a desviar a la empresa privada presupuestos y funciones que, con adecuada planificación y personal suficiente, pueden realizarse en los centros de salud.

Al despedir al personal contratado para afrontar la pandemia, la Junta de Castilla y León de Mañueco se ve obligada a reubicar a multitud de enfermeras de la provincia en destinos Covid (por ejemplo, destinos relacionados con el proceso de vacunación, realización de test…), obligando a que se ausenten de sus consultas. Como consecuencia, no pueden llevar al día las tareas de sus centros de salud o consultorios ni atender a sus pacientes. Por otra parte, ya es habitual que el personal sanitario pase en cada destino periodos tan cortos que le resulta imposible siquiera llegar a controlar cada nueva responsabilidad, sin llegar a encontrar el menor arraigo, un valor esencial en el desempeño de la labor sanitaria y, en especial, en la relación con el paciente.

Es decir, de nuevo son los ciudadanos quienes sufren la desidia y la terca pasividad de Mañueco. Según testimonios de las propias enfermeras, los efectos de sacarlas de sus consultas están creando problemas graves en muchos ámbitos. El perjuicio es sensible, por ejemplo, en la atención pediátrica, ya que resulta imposible atender al calendario de vacunación ordinaria de los niños si no hay nadie en la consulta.

Falta de coordinación entre atención primaria y especializada

Son precisamente los despidos masivos y la falta de personal (cuando más se necesita) los que están causando una considerable falta de coordinación sanitaria, tarea esencial para la que se necesitan equipos suficientemente nutridos y estables. Se están suspendiendo intervenciones quirúrgicas y consultas especializadas, tras larguísimas listas de espera (en ocasiones, años). Cada vez son más los pacientes crónicos huérfanos de atención. En muchos casos, los pacientes con enfermedades graves y, en general, crónicas se ven desatendidos y en riesgo de empeorar. La suspensión de intervenciones y consultas no hace sino aumentar las listas de espera, mientras los ciudadanos, que sostienen el sistema con sus impuestos se desesperan ante la nefasta gestión de su salud por parte de la Junta de Castilla y León.

Lamentablemente, Mañueco ya ha demostrado que no tiene ni la intención ni el compromiso de fijar plantillas ni de dar la menor estabilidad al empleo de nuestros sanitarios, ni siquiera en circunstancias como las presentes.

La sanidad rural, en proceso de desmantelamiento

Por mucho que Mañueco se empeñe en desmentirlo, por mucho que niegue lo que ha hecho, él sabe bien que es el responsable del mayor ataque sufrido nunca por la sanidad rural en Castilla y León. Es el presidente que ha planificado y publicado el plan de cierre de la inmensa mayoría de los consultorios locales, el responsable del calculado programa para desmantelar la asistencia sanitaria en el medio rural con el fin de lograr ahorrar unos millones de euros, precisamente en los territorios más pequeños y vulnerables, en las poblaciones con menos voz y menor número de votos. Ante este ataque contra nuestros consultorios locales rurales, los socialistas de Salamanca hemos dicho y diremos NO. Todos contribuimos con nuestros impuestos, todos tenemos la misma dignidad, los mismos derechos y merecemos los mismos servicios, vivamos donde vivamos.

En una comunidad sacudida por la despoblación, particularmente en el medio rural, marcada por la fragmentación social y económica, señalada por la desigualdad territorial entre los medios rural y urbano, no podemos consentir que se ponga en peligro el mayor factor de cohesión que nos queda: la asistencia sanitaria presencial y con horario establecido en el propio territorio donde se habite, es decir, en los consultorios locales.

Vacunación Covid en los centros de salud y consultorios locales

Hemos denunciado que la junta obligue a personas mayores a desplazarse a centros de vacunación en poblaciones alejadas de sus casas. Se han creado situaciones muy difíciles, de larga espera bajo el frío o la lluvia, que han sufrido mucho vecinos y vecinas de nuestros pueblos de edad muy avanzada. Al denunciarlo, los socialistas hemos logrado que se abran centros de salud comarcales para la vacunación. Hemos visto también largas colas de espera, en condiciones inaceptables para personas mayores, a las puertas de centros de salud de la ciudad de Salamanca.

Contando con el personal de los propios centros de salud y de los consultorios locales, con una adecuada planificación es perfectamente posible mejorar el sistema de vacunación, citando a todos los ciudadanos en sus centros de salud y consultorios locales. Son estos espacios y sus trabajadores los principales garantes de una atención sanitaria de calidad en el propio territorio.

Por todo ello el PSOE de Salamanca continuará luchando contra los recortes sistemáticos y los ataques constantes hacia nuestra sanidad pública, la de todos los salmantinos. Continuaremos haciendo frente al abandono paulatino, sistemático y calculado de la sanidad pública de Castilla y León. Defenderemos la adecuada dotación de los centros de salud en ámbitos urbanos, y estaremos siempre con una sanidad rural en igualdad de calidad y de derechos, con centros de salud comarcales fuertes, con todos los consultorios locales rurales abiertos y con consultas presenciales en horario establecido.

Exigimos una adecuada dotación de plantillas fijas, un trato digno y motivador a los profesionales sanitarios, una adecuada coordinación y planificación, un plan de choque inmediato y real contra las listas de espera, el mantenimiento en plena actividad de todos nuestros espacios sanitarios en tiempos de pandemia, retomar consultas e intervenciones quirúrgicas interrumpidas, la contratación de cuantos profesionales requiera la situación de pandemia actual, la adecuada dotación de rastreadores, vacunación planificada en centros de salud y consultorios, responsabilidad y protocolos de actuación que garanticen la salud pública (más allá de que cada cual se rastree a sí mismo)… en definitiva, compromiso y gestión para una sanidad de calidad para todos.

Hoy más que nunca es necesario devolver a la dignidad a esta tierra, traer de nuevo la estabilidad a las instituciones y reforzar los servicios públicos; abrir una etapa de esperanza con un Gobierno autonómico que luche verdaderamente contra la corrupción, la despoblación, la falta de oportunidades y las desigualdades. En definitiva es la hora de un CAMBIO de rumbo en Castilla y León que solo pasa porque Luis Tudanca sea el próximo presidente de la Junta tras las elecciones del 13 de febrero.

Autor

Equipo de redacción de NOTICIAS Salamanca. Tu diario online. Actualizado las 24 horas del día. Las últimas noticias y novedades de Salamanca y provincia.