Hoy, en el Día Internacional del Migrante, Fundación Madrina alza su voz para visibilizar la compleja realidad que enfrentan millones de personas en movimiento alrededor del mundo. Los datos de Eurostat indican que en 2024, las cifras de migración han alcanzado niveles históricos, impulsadas por una combinación de factores que vulneran principalmente los derechos humanos fundamentales.
Cada año la Fundación Madrina ve como aumenta un 25% el número de personas migrantes procedentes de más de 55 nacionalidades. Últimamente, Perú, Colombia, San Salvador, entre otros países, generan más del 70% de las migraciones.
En este Día Internacional del Migrante, invitamos a la sociedad civil, a las instituciones y a los gobiernos a unirse a nosotros en la construcción de un mundo más justo y solidario, donde todas las personas puedan vivir con dignidad y libertad, sin importar de dónde vengan.
La pobreza extrema, la persecución política, las guerras, las dictaduras, la inseguridad, el tráfico de niños y la trata de personas, así como las violaciones, son solo algunas de las razones que obligan a millones de hombres, especialmente mujeres y niños a abandonar sus hogares en busca de un futuro más seguro. Sin embargo, esta búsqueda de una vida mejor conlleva riesgos increíbles.
Desde 2014, casi 70.000 migrantes han perdido la vida o desaparecido en su travesía. Una cifra que pone de manifiesto la urgencia de actuar por parte de las grandes instituciones internacionales. La feminización de las migraciones, y la presencia en aumento de menores, es un fenómeno cada vez más evidente en las últimas dos décadas, que agrava aún más esta situación de inseguridad, ya que las mujeres migrantes y los niños se enfrentan a riesgos específicos como la violencia, la trata y la explotación sexual y laboral.
La Fundación Madrina trabaja desde hace 25 años para defender los derechos de las personas migrantes y aboga por la libertad de movimiento. Creemos que garantizar la seguridad y el acceso sanitario de los migrantes a lo largo de su viaje y en el país de destino es una responsabilidad compartida, especialmente para los más vulnerables, mujeres embarazadas y niños.
La entidad solicita que se respeten los derechos humanos en los países de destino de los migrantes, así como en los países de tránsito.
Para ello enumera cinco Consejos para los Gobiernos Receptores, como son la Humanización de la migración, reconociendo a los migrantes como personas con derechos y necesidades, y no como un problema.
Asimismo, la entidad solicita el Fortalecimiento de los sistemas de protección, creando mecanismos efectivos para identificar y proteger a las personas vulnerables, como menores no acompañados y víctimas de trata. Otro de los retos que tienen los países receptores de las migraciones es la Promoción de la integración de los migrantes, facilitando el acceso de los mismos a la alimentación, al hogar, a la educación, al empleo y a los servicios básicos para que los migrantes puedan construir una nueva vida y generen riqueza en el país de destino y no generen un problema.
Por otra parte, la Fundación solicita prevenir y combatir la xenofobia, para lo que aconseja fomentar la integración escolar y laboral, la convivencia intercultural, para promover una cultura de respeto y tolerancia.
Por último, la entidad social recomienda la cooperación internacional de todos los países implicados, con el objetivo de trabajar unidos para abordar las causas profundas de la migración, revertir el problema y establecer rutas más seguras.