En el idílico escenario bajo la sombra de un magnolio y en el venerable claustro del Convento de San Francisco de Béjar, los asistentes a la charla poética con José Luis Puerto revivieron la magia de escuchar los versos del poeta albercano, en una cita que resonó con un eco especial al repetirse casi en las mismas fechas del año anterior.
La velada artística se inauguró con unas palabras de bienvenida por parte de Josefa Montero, presidenta del Centro de Estudios Bejaranos, quien cedió la palabra al escritor Iván Parro para guiar una enriquecedora conversación con José Luis Puerto. Si bien el propósito central del evento era la presentación de dos obras recién lanzadas al público —el poemario «Ritual de la inocencia», editado por Reino de Cordelia, y la biografía «María Alcalá. Vida en obra», dedicada al propio José Luis Puerto—, la charla evolucionó en torno al profundo papel de la poesía como una forma de sanación del alma, arraigada en un sentimiento espiritual necesario para la creación artística.
Los temas abordados durante la conversación fueron variados y profundos. Se discutió la relevancia del rito en la experiencia humana, así como la deshumanización que caracteriza a las sociedades contemporáneas. También se destacó la urgente llamada a preservar el patrimonio rural intangible que se desvanece rápidamente en el tiempo.
El galardonado con el Premio Castilla y León de las Letras compartió con los asistentes recuerdos de su infancia en La Alberca, su lugar de origen, enfatizando la importancia de esas vivencias tempranas en la formación del ser humano. José Luis Puerto también evocó prácticas rurales que se han perdido en el tiempo, utilizando una metáfora conmovedora: comparó al poeta con el habitante de La Alberca encargado de activar la palanca de la luz para iluminar todas las casas del pueblo antes del anochecer. Así como este albercano infundía luz en la oscuridad física, el poeta, con la magia de sus palabras, ilumina en las regiones donde prevalece la oscuridad emocional y espiritual.
El evento conectó también con el legado literario del Sistema Central, mencionando figuras como el ilustrado piedrahítense José Somoza, y resaltando las conexiones geográficas que sirven como pilares del pensamiento que se origina en el pasado.
La charla poética en San Francisco de Béjar con José Luis Puerto y su intercambio con Iván Parro dejaron una huella profunda en todos los asistentes, reafirmando la esencia curativa y transformadora de la poesía en un mundo que anhela conexión espiritual y significado.